Luis de la Fuente busca el remanso de paz definitivo para España tras la dimisión de Rubiales

De conseguir el triunfo ante Chipre, la selección española dejaría muy encarrilada la clasificación para la Eurocopa. La dimisión de Rubiales agita la concentración, pero no desvía del objetivo

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Luis de la Fuente durante un partido con la selección (DPA).
Luis de la Fuente durante un partido con la selección (DPA).

Ya llueve menos en la Federación. El temporal ha escampado. O eso parece. La dimisión de Rubiales ha abierto una puerta hacia la tranquilidad que tanto anhela el máximo organismo del fútbol español. La tormenta veraniega comenzó en un periodo de anticiclones en Las Rozas, o eso parecía. Las conquistas de la Nations League por el combinado masculino y el Mundial por el femenino, un hito nunca antes logrado en el deporte español, así lo hacían prever. Pero el comportamiento de Rubiales tras la consecución de dicha gesta provocó un terremoto que opacó ambos éxitos. El presidente terminó inhabilitado tras su beso a Hermoso, Vilda está fuera de la selección femenina y De la Fuente fue altamente cuestionado por sus aplausos al dirigente.

La tempestad, como suele suceder en este tipo de situaciones, llegó en un momento delicado. España se encontraba fuera de los puestos que dan acceso a la próxima Eurocopa y viajó hasta Tiflis para campear el temporal. Allí encontró una tregua en forma de goles y reencuentro con su fútbol. La España de Luis de la Fuente pasó por encima del combinado georgiano. Le endosaron siete goles que significaron la mayor goleada a domicilio desde 2017. De la Fuente lo tenía claro. “Con el texto que hay era importante ganar”, afirmó tras el partido.

De la Fuente, en busca de la tranquilidad

El buen juego y el gran resultado obtenido parecía atraer de nuevo la mirada a lo deportivo, pero este el pasado domingo volvieron las precipitaciones. Rubiales dimitió y de nuevo el foco viró hacia él. España buscaba tranquilidad, al menos hasta que acabase el partido ante Chipre de este martes (20:45, La 1). Sin embargo, ha sido el propio Rubiales quien ha decidido dinamitarlo todo con su dimisión en plena concentración de la Selección. Se siente traicionado por muchos de los que hasta hace poco han sido sus fieles escuderos y no ha respetado ni la importancia de una clasificación para la Eurocopa.

Los jugadores de la selección española de fútbol han comparecido este lunes en una rueda de prensa de urgencia para mostrar su rechazo al comportamiento de Luis Rubiales, actualmente presidente suspendido de la RFEF por su beso a la delantera Jenni Hermoso. (Fuente: Europa Press/RFEF)

Luis de la Fuente consiguió en su quinto partido como seleccionador, su victoria más abultada y poca gente se ha parado a elogiar su trabajo. Antes, había ganado a Noruega, perdido contra Escocia, superado a Italia y logrado un título frente a Croacia. Y nunca encontró la paz. En la primera convocatoria el nombre propio fue el de Sergio Ramos, que días antes dejaba la selección tras una conversación con el entrenador. A Holanda, donde se celebró la fase final de la Liga de Naciones, fue con dudas tras perder en marzo en Glasgow. Y, en esta ocasión, tuvo que enfrentarse a sus aplausos a Rubiales, de los cuales luego se arrepintió y pidió perdón.

Por ello necesitaba un partido como el de Georgia. Su equipo fue contundente y efectivo, y ahora busca poner la guinda con el duelo ante Chipre. “A mí me compete el equipo. Nosotros pensamos solo en fútbol y quizás vivimos en una burbuja necesaria porque tenemos mucha responsabilidad. Entiendo que hay interés por conocer detalles sobre la dimisión de Rubiales, pero tenemos un partido muy importante para consolidarnos, y esto es materia muy suficiente para centrarnos en ello”, apunta Luis de la Fuente antes del partido

Lamine Yamal rompe récords y Morata acecha a los clásicos

Álvaro Morata, protagonista de la semana en Las Rozas tras leer el comunicado del vestuario apoyando a las compañeras de la selección y tildando de “inaceptable” la actuación de Luis Rubiales, anotó un hat-trick ante Georgia que le situó a dos goles de David Silva en la pelea por el cuarto puesto de goleadores históricos de la selección. Acumula 33 y solo tiene por delante al canario, a Fernando Torres (38), a Raúl González (44) y a David Villa (59), clásicos del fútbol español. El gol de España lleva su nombre.

Lamine Yamal por su parte, vive una realidad distinta. Completamente opuesta en asuntos generacionales. Mientras Morata es uno de los veteranos, Lamal es debutante. Uno de récord. En Georgia, el chaval pasó a la historia por el debut con mayor precocidad registrado en la selección española. Pero también por el cómo, ya que al hito le puso un lazo magnífico en forma de gol. Todo esto con apenas 16 años y 57 días de existencia. “Estoy viviendo un sueño, muy feliz. Gracias al entrenador, a los compañeros y a todos los que me han ayudado en el camino”, asegura.

Lamine es uno de los nombres a los que se agarra De la Fuente para apaciguar la tormenta y conseguir la tranquilidad tan deseada. Esa que siempre le ha sido esquiva desde su llegada a La Roja.

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