La dura realidad de Arantxa Sánchez Vicario: paga al banco mensualmente para evitar entrar en la cárcel

Este martes 12 de septiembre ha dado inicio el juicio por alzamiento de bienes contra la extenista y su exmarido, Josep Santacana, y por el que ella podría enfrentarse a cuatro años de cárcel

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Arantxa Sánchez Vicario declara ante el juez en su juicio por alzamiento de bienes entre nervios y lágrimas (Europa Press)

Este martes 12 de septiembre ha dado inicio el juicio contra Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana, en Barcelona. La Fiscalía pide para la extenista cuatro años de cárcel por un supuesto delito de alzamiento de bienes para evitar pagar una deuda de 6,1 millones de euros al banco de Luxemburgo. Sin embargo, todo se remonta a varios años atrás.

Entre 1988 y 1999, la deportista fijó su residencia en Andorra, un cambio de domicilio que Hacienda Pública decidió investigar. En aquellos años, hubo diferentes sentencias condenatorias contra la campeona del mundo debido a que el fiscal determinó que está vivía en Barcelona con sus padres y no en Andorra, como había declarado. Con la idea de demostrar su inocencia, recurrió al Tribunal Supremo, pero sin mucha suerte, ya que desestimaron su sentencia de la Audiencia Nacional que la condenaba a pagar casi 3,5 millones de euros.

Con la idea de hacer frente a la deuda, la extenista pidió un aval al Banco de Sabadell que, a su vez, fue contravalado por el Banco de Luxemburgo. Cuando la entidad bancaria reclamó el pago del préstamo vía demanda judicial, Arantxa Sánchez Vicario empezó a vivir un verdadero infierno. De acuerdo con su testimonio, ha asegurado estar viviendo uno de los momentos más duros de su vida y que, incluso, ha pasado penurias económicas.

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Arantxa Sánchez Vicario junto a
Arantxa Sánchez Vicario junto a Josep Santacana en una imagen de archivo. (Europa Press)

La deportista ha reiterado en más de una ocasión que había seguido los consejos de su exmarido, Josep Santacana, para evitar pagar la cantidad concedida por el banco de Luxemburgo como contraval para hacer frente a la deuda con Hacienda. La entidad financiera quiso ejecutar su sentencia para cobrar el aval. Sin embargo, no pudieron llevar a cabo sus planes debido a que Arantxa, que en principio tenía un patrimonio de casi 30 millones de euros, era insolvente y no tenía ni una propiedad a su nombre.

Fue entonces cuando el banco de Luxemburgo presento una querella en los juzgados de Barcelona por alzamiento de bienes, lo que se conoce como delito de frustración de ejecución con sentencia —en otras palabras, explica que cualquier movimiento de un acusado que dificulte la aplicación de una condena puede llevarlo a ser acusado de este delito —. Es la razón por la que Arantxa Sánchez Vicario podría enfrentarse a una pena de prisión por una deuda que ya asciende a 6,6 millones de euros. El juicio ha tenido inicio este martes y se alargará hasta el próximo viernes 15 de septiembre.

Admite su error

Teniendo en cuenta los consejos emitidos por su equipo de abogados en Estados Unidos, su país de residencia desde hace más de diez años, la extenista se declaró culpable del delito por el cual se le acusaba. De esta manera, desde hace dos años, cuando hizo constar su error en un escrito, paga cada mes una cantidad al Banco de Luxemburgo con el fin de rebajar su pena y no ingresar en prisión.

En la entrevista concedida a El País, Arantxa reconoció que se ha visto obligada a renunciar a los 6.000 euros mensuales que percibía de la libreta de campeones, una cantidad reservada a medallistas olímpicos y que ella recibía por sus cuatro insignias de platas y bronces recibidas en Barcelona, en 1992, y en Atlanta, en 1996. De acuerdo con sus declaraciones, ingresa el 50% de todo al Banco de Luxemburgo, por lo que en dos años ha pagado ya 1,9 millones de euros. “Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal que seguiré haciendo toda mi vida”, manifestó a El País, visiblemente devastada.

La ex tenista Arantxa Sánchez
La ex tenista Arantxa Sánchez Vicario

Josep Santacana, su gran perdición

La extenista contrajo segundas nupcias con Josep Santacana, con quien formó una familia de cuatro con la llegada de Leo y Arantxa. Desde el punto de vista de la campeona mundial, su exmarido es el responsable principal del embrollo en el que se ha visto inmersa desde hace años. Según ella, él se había encargado de liquidar todo el patrimonio de ella. “Confié en él y me la jugó”, aseguró a El País.

Arantxa desconoce dónde se encuentra todo su dinero y afirma que está en manos de Santacana, que también se enfrenta a cuatro años de prisión y que luchará por su absolución en el juicio. Por el contrario, él ha negado que el dinero esté en su poder y ha alegado que está oculto en cuentas corrientes opacas de Suiza, por lo tanto, estos se encontrarían a nombre de la extenista.

La ex tenista tiene dos
La ex tenista tiene dos hijos junto a Santana: Arantxa y Leo

Su divorcio, un proceso clave

A la vez que se desarrolla el juicio en España, en Estados Unidos se ha puesto en marcha el divorcio entre Sánchez Vicario y Santacana. La separación legal de la expareja será clave ubicar el patrimonio desaparecido de la deportista. Arantxa peleó para trasladar el proceso a Miami, lugar de residencia de ambos, para que el juzgado pueda reclamar una investigación sobre los bienes de la extenista.

El escrito de judiciales presentado por el Banco de Luxemburgo detalla que Arantxa Sánchez Vicario tenía 30 millones de euros. De acuerdo con las cuentas de la campeona, guardaba 18 millones de euros en sus cuentas bancarias y el resto, 12 millones de euros, lo poseía en activos inmobiliarios. Las propiedades se encontraban repartidas por todo el territorio nacional, desde Andorra a Formentera. Sin embargo, cada una de ellas las fue vendiendo, algunas de ellas por un precio tres veces mayor por el que la había adquirido.

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