España saca el rodillo ante Chipre y encarrila el billete para la Eurocopa

La selección española de fútbol sigue a lo suyo. Concentrada en lo que realmente está en su mano: conseguir la clasificación para la próxima Eurocopa. Quien vio el partido de la Roja ni se acordó de la entrevista que se estaba emitiendo desde Inglaterra con Rubiales como protagonista. Porque el espectáculo estaba en Granada. Allí, los de Luis de la Fuente sacaron el rodillo y pasaron por encima de una convidada Chipre (6-0) que no compareció en el Nuevo los Cármenes. España se lo impidió. Gavi y Mikel Merino en el primer tiempo y Joselu, Ferran Torres por partida doble y Baena en el segundo acto, consumaron el triunfo español.

Luis de la Fuente se llevó un buen susto en su segundo partido como seleccionador, tanto que fue cuestionado de manera exagerada. La derrota ante Escocia refrendó la opinión de aquellos que, por desconocimiento de su trayectoria, dudaron de él desde que se anunció su llegada al banquillo. Desde el traspié en Hampden Park, ha sabido leer cada momento e interpretarlo para tomar la decisión que mejor le venía a España en cada situación. En su cuarto partido conquistó la Nations League, y, en medio del terremoto Rubiales, ha logrado que ningún futbolista pierda el rumbo y disfrute sobre el terreno de juego al ritmo que marcan los goles. Trece en dos partidos. Siete encajó Georgia y seis Chipre.

Volviendo a la lectura del seleccionador, fue acertada desde el momento en el que se anunció la alineación. Lamine Yamal y Nico Williams, ambos goleadores ante Georgia y en un estado de forma impresionante, fuero titulares partiendo por diferentes bandas. La verticalidad de los dos era la mejor arma para penetrar en la poblada defensa chipriota. Poblada, que no ordenada. Porque ya saben aquello de que cantidad no es igual a calidad. Ningún chipriota superaba las inmediaciones de su área, pero rara vez conseguían imponerse. Los despejes no eran contundentes y las segundas pelotas caían siempre del lado español.

La selección tenía claro el plan. Buscar la velocidad de Williams y el talento de Yamal para abrir el campo y generar ocasiones de gol. Morata erró de cabeza, Le Normand su acrobático remate... el primer gol se le resistía la Roja que lo logró a la tercera tras una jugada trenzada de maravilla. Gayá la inició con un pase en profundidad a la carrera a mil por hora de Nico Williams que centró desde la línea de fondo y encontró el remate de primeras, con el añadido de que además lo hizo con su pierna menos buena, de Gavi. Un gol de tiralíneas que reflejaba fielmente el vendaval que en esos minutos soplaba a favor de España.

No dejó de hacerlo en todo el partido. Minutos después, Williams volvió a frotar su lámpara. Esta vez mostrando diferentes cualidades. Si en el primer gol dejó claro su velocidad, en el segundo quedó patente la calidad que tiene. Mikel Merino le hizo aspavientos para que le centrara el balón y el del Athletic vio y ejecutó. En parado, puso un centro de maravilla al que el de la Real Sociedad remató entrando con todo. A lo Puyol en las semifinales del Mundial de 2010 ante Alemania. Solo una lesión frenó a Williams. Se marchó tocado cuando más estaba brillando.

Lamine, con los focos puestos sobre él tras convertirse en el debutante más joven de la selección, recogió su testigo. No estaba dispuesto a dejar que se apagaran sus luces. Comenzó a hacer eso que tanto le gusta. Encarar, amagar y perfilarse al disparo. Así lo repitió durante todo el encuentro. Como si de los pasos de una rutina facial mañanera se tratase. Encaraba, amagaba y tiraba. En uno de sus golpeos, el balón lo escupió la madera y cayó a Morata que lo empujó a portería, pero estaba en fuera juego. No fue la noche del capitán que no salió del vestuario tras del descanso.

Su posición la ocupó Joselu. Otro perfil diferente de delantero. Y como la noche iba de mostrar cualidades, el del Real Madrid se sumó a la fiesta con su mejor arma: el remate de cabeza. Anotó un gol muy familiar. Gestado entre cuñados. Carvajal centró y Joselu remató. Tres minutos más tarde, el lateral madridista volvió a centrar y encontrar un cómplice en el área: Ferran Torres. Dos goles en apenas tres minutos, la mejor forma de respirar y permitir a De la Fuente hacer el último cambio de la noche: el de Álex Baena por Gavi que significaba el debut en la Roja del centrocampista del Villarreal. Llegó con un pan debajo del brazo pues al minuto de estar en el campo marcó el 5-0, preámbulo del 6-0 de Ferran, que regresaba a la Selección por la puerta grande, manteniendo su gran relación con el gol de este inicio de temporada. Un colofón inmejorable a una noche tranquila, la mejor forma de finiquitar este parón de selecciones que comenzó en plena tormenta extradeportiva por el ‘caso Rubiales’ y se cierra con sabor a fútbol, buen fútbol.