Los ocho pueblos más bonitos cerca de Sevilla: del Balcón de Andalucía a villas con 3.000 años de historia

Estas localidades permiten realizar un recorrido completo por toda la provincia, conociendo su historia y tradición de una forma excepcional

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Carmona, en Sevilla.
Carmona, en Sevilla.

La Giralda, la Torre del Oro o la Plaza de España son solo algunos de los tesoros que guarda la ciudad de Sevilla. Gracias a su impresionante patrimonio cultural y artístico, su riqueza monumental y sus gentes es uno de los destinos obligatorios dentro de Andalucía. Pero no solo el centro guarda puntos de interés, sino que a sus alrededores se suceden pueblos que son todo un encanto y que acogen multitud de monumentos. En este sentido, hemos elaborado una selección de ocho localidades que se encuentran cerca de Sevilla y que son destinos históricos, culturales y monumentales cruciales dentro de la provincia.

Carmona

Carmona es uno de los destinos predilectos dentro de la provincia. En sus calles se puede apreciar uno de los mayores conjuntos monumentales y religiosos gracias a que se conservan numerosas y ricas muestras de todas las civilizaciones que por aquí­ han pasado a través del tiempo.

De todos destacan monumentos como las murallas, de origen romano, los Alcázares, la iglesia de San Felipe, la iglesia de Santa Marí­a, la Puerta de Sevilla, la Puerta de Córdoba y otros muchos edificios civiles y religiosos. A su vez, en las afueras de la ciudad se puede contemplar la necrópolis romana, así como un paisaje agrícola protagonizado por la campiña sevillana.

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Cazalla de la Sierra

A poco más de una hora de Sevilla, la localidad de Cazalla de la Sierra mantiene la tradición y arquitectura propia de la región. Se incluye dentro del Parque Natural de la Sierra Norte, brindando una experiencia rural única en la provincia caracterizada por un entorno natural excepcional. A esto hay que sumar un patrimonio monumental impresionante, donde destacan las construcciones religiosas como el Monasterio de la Cartuja de la Inmaculada Concepción, del siglo XV, o la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, del siglo XIV, entre otras.

Écija

Iglesia de Santa Cruz en Ecija, Sevilla.
Iglesia de Santa Cruz en Ecija, Sevilla.

Conocida como la ‘Ciudad de las Torres’, Écija es uno de los destinos imprescindibles de Sevilla. Gracias a sus once torres, la estampa de la localidad es de postal. De hecho, cada una de ellas corresponde a las iglesias que alberga, mostrando así, el importante conjunto religioso que incluye. A esto hay que añadir su valioso patrimonio monumental, con más de diez palacios, siete conventos y alrededor de cinco museos, lo que ha hecho que está declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Estepa

Este pueblo es uno de los más especiales de la provincia, pues es la cuna de la repostería sevillana. Gracias a su tradición dulce y a las fábricas de mantecados y polvorones, Estepa huele a Navidad durante todo el año. Esto le ha dado una gran fama internacional, pero por si fuera poco, alberga un rico panorama cultural y artístico.

Así, se extiende en la campiña sevillana, en el cerro de San Cristóbal, su punto más alto y desde donde se alza imponente su conjunto fortificado. Además, se le conoce como el Balcón de Andalucía, pues desde lo alto del cerro otea, cuando el cielo lo permite, Sevilla, Córdoba e incluso Málaga. En este punto es donde comienza su historia, la cual se desliza a través de sus monumentos y riqueza patrimonial, que ha hecho que su casco antiguo sea declarado Conjunto Histórico-Artístico.

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Marchena

A menos de una hora de Sevilla, Marchena se incrusta como la ‘Bella desconocida’, nombre popular que ha adoptado debido a los secretos que guarda. Se trata de una localidad que ha sido hogar de numerosos artistas y encierra rincones de gran interés. Algunos de ellos son las murallas, en las que sobresale por su buen estado el Arco de la Rosa o Puerta de Sevilla; la Iglesia de Santiago, la iglesia de Santa Marí­a de la Mota, la iglesia de San Juan, el convento de San Agustí­n o la Casa Palacio de Calle San Pedro.

Osuna

Osuna, en Sevilla.
Osuna, en Sevilla.

Osuna es una de las ciudades más monumentales y con más historia de Sevilla. La parte alta del municipio tiene más de 3.000 años de historia por donde han pasado distintas civilizaciones y tal es su espectacularidad que ha sido escenario de la exitosa serie Juego de Tronos. Además, su pasado ducal le otorgó gran esplendor y riqueza, sobre todo en los siglos XVI, XVII y XVIII, pudiéndose apreciar en los palacios y casas señoriales que se encuentran en sus calles.

Entre sus numerosos monumentos se pueden destacar: la Universidad, una joya del Renacimiento; la Colegiata de Santa María de la Asunción, el Panteón de Arte Sacro, el Convento de la Encarnación, el Convento de la Concepción, el Palacio de los Cepeda, el Panteón Ducal, los Antiguos Juzgados o el Palacio del Marqués de la Gomera entre otros. Incluso la UNESCO ha reconocido una de sus calles como la más bonita de España, la calle San Pedro.

Santiponce

Ruinas romanas de Italica, en Sevilla.
Ruinas romanas de Italica, en Sevilla.

A poco más de 10 kilómetros de Sevilla, se ubica Santiponce. Se trata de una pequeña y tranquila localidad que no destaca por su imponente arquitectura, sino por albergar uno de los yacimientos romanos mejor conservados y más importantes de Europa. Estamos hablando de las ruinas de Itálica, una parada obligatoria para los amantes de la historia, ya que el viajero puede contemplar una de las poblaciones más relevantes del Alto Imperio Romano. A su vez, otro monumento de gran interés es el Monasterio de San Isidoro del Campo.

Utrera

Panorámica de Utera, en Sevilla.
Panorámica de Utera, en Sevilla.

Por último, Utrera no podía faltar en esta selección, pues aparte de su riqueza artística y monumental, la localidad esconde uno de los ejemplos arqueológicos más singulares de los últimos años. Esto se debe al reciente descubrimiento de la sinagoga más antigua de la península ibérica, encontrada en el antiguo Hospital de la Misericordia. Igualmente, destacan de sus monumentos la iglesia de Santa María de la Mesa y la Iglesia de Santiago, además de ser considerada una de las cunas del flamenco.

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