La vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, cree que las críticas por parte de algunos exdirigentes históricos socialistas en torno a una posible ley de amnistía demuestran que “en este PSOE, quien se mueve sí sale en la foto”, en referencia a la frase protagonizada en su día por Alfonso Guerra –”El que se mueve no sale en la foto”– para evitar discrepancias en el seno del partido.
En la rueda de prensa ofrecida este lunes en Ferraz tras la reunión de la CEF, Montero entiende que más allá de esas “voces disonantes”, “este partido ha confiado en el equipo del presidente en funciones y secretario general socialista, Pedro Sánchez, para la articulación de un gobierno progresista”. “La dirección del partido se siente respaldada por los militantes”, ha enfatizado la titular de Hacienda en funciones.
Estas críticas comenzaron la semana pasada con unas declaraciones del expresidente del Gobierno Felipe González contrarias al encaje constitucional de la amnistía, y se sucedieron en una dirección similar por parte de otros exdirigentes, como el exvicepresidente Alfonso Guerra, el exministro de Administraciones Públicas Jordi Silva, el exdirigente socialista Nicolás Redondo, el exvicepresidente del Gobierno vasco y exministro, Ramón Jauregui, o el excomisario europeo del PSOE, Joaquín Almunia.
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“La Ejecutiva esta detrás del presidente Sánchez, animando y dándole la fuerza necesaria porque la tarea es compleja [...] No falta nadie por trasladar su opinión”, ha señalado para defender la “diversidad” de un partido “centenario” que dispone de mecanismos para “asegurar que la posición del partido es respaldada”, como es la obligación que contemplan los estatutos de someter un acuerdo de gobierno a consulta y la eventual celebración de un Comité Federal, el máximo órgano entre congresos.
“El presidente sabe que tiene a todo el partido detrás. Se trata de leer los resultados electorales y cómo se expresa España a través de algo tan sagrado como sus votos. Es evidente que una mayoría de ciudadanos se ha pronunciado para que seamos capaces de articular una España moderna, progresista y plural y eso es algo sagrado”, ha defendido este lunes.
En este sentido, fuentes de la dirección socialista enmarcan estas críticas en acciones individuales, “no organizadas”, y por parte de “gente significada”. Tampoco creen que cesen teniendo en cuenta la presentación del libro de Alfonso Guerra prevista para el próximo 20 de septiembre. La rosa y las espinas contará con la presentación de Felipe González y será la primera vez en 30 años que ambos exdirigentes comparezcan juntos.
Rechaza hablar de las negociaciones
Una vez más, la parte socialista del Gobierno ha evitado hacer declaraciones sobre las negociaciones de cara a la eventual investidura de Sánchez. “El tiempo político es muy importante y toca que el debate político gire en torno a las posibilidades o no que tiene Feijóo para articular esa investidura”, prevista para los próximos 26 y 27 de septiembre, pese a estar abocada al fracaso.
“El PSOE va a seguir con conversaciones discretas y cuando tengan resultado y pase esa investidura, podemos dar cuenta de si se ha producido o no un acercamiento, en qué términos, y la hoja de ruta”, ha señalado para decir de las declaraciones de los dirigentes independentistas que “no aportan nada nuevo de lo que llevan diciendo hace tiempo”, algo que, por otra parte, se sitúa a las “antípodas” de los posicionamientos de los socialistas.