La sierra de Madrid esconde multitud de atractivos que son todo un tesoro. Desde valles, cascadas y pozas naturales hasta bellos pueblos que ofrecen multitud de actividades y puntos de interés. Muchos de ellos guardan secretos que muy pocos conocen y mantienen la esencia tradicional gracias a su arquitectura típica y los monumentos que albergan. Una de las localidades más curiosas que el viajero puede encontrar en la Comunidad de Madrid es Fresnedillas de la Oliva.
Se trata de un pequeño pueblo de 1.784 habitantes (INE 2022) que se incrusta en la sierra oeste de Madrid y se caracteriza por ubicarse en un entorno natural privilegiado y protegido. Pues en su totalidad se sitúa bajo la protección europea de la ZEPA 56 (Zona de Especial Protección de Aves). Esto lo convierte en un área clave para la conservación de diversas especies de aves singulares como el águila imperial ibérica, águila real, halcón peregrino, buitre negro y cigüeña negra.
A su vez, su situación geográfica hace posible disfrutar de una de las mejores vistas de la vertiente sur de la sierra de Guadarrama: desde el Yelmo, en la Pedriza, hasta la Almenara, en Robledo de Chavela. Igualmente, también es un mirador privilegiado de la ciudad de Madrid y de los Montes de Toledo. A esto se le suma una peculiaridad única en la región, pues Fresnedillas de la Oliva es en sí un museo al aire libre, ya que en las paredes y fachadas de sus casas se pueden encontrar multitud de pinturas y murales.
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El pueblo museo de Madrid
En el año 2015, con el fin de dar una nueva imagen a la localidad, el Ayuntamiento de Fresnedillas de la Oliva decidió convocar un concurso en el que diferentes artistas presentaron sus proyectos para pintar las casas abandonadas de la villa. Uno de ellos fue Elena Parlange, la cual convirtió las casas abandonas en ‘Casas con vida’, nombre que le dio al proyecto. Su objetivo fue representar la historia de la gente que vivió allí, fomentando la tradición y los productos locales.
De esta forma, dando un paseo por sus calles, el viajero puede encontrar murales y pinturas que representan el oficio que antaño se desempeñaba en esa casa. Una carnicería, una panadería o incluso una barbería son algunas de las obras de arte que decoran las ventanas y las puertas. A este se le suman gran cantidad de animales, ya sean burros, caballos, pájaros, perros y gatos, seres sin lo cuales no se puede entender la vida del pueblo.
De todos ellos, uno que es imposible perderse es la pintura de la plaza del Ayuntamiento. Es la más grande de todas y representa la fiesta de la vaquilla, la fiesta más importante del pueblo y que ocupa toda la esquina de la plaza. Para no perderse ningún mural, la localidad cuenta con una pintoresca ruta (para descargar el plano de la ruta acudir a casasconvida.com).
Otra visita imprescindible es el Museo Lunar, el cual rinde homenaje a los hombres y mujeres que, desde la Estación Espacial de Fresnedillas (1967-1985), tuvieron una participación decisiva en el éxito de las misiones Apolo de la NASA. Abre solo sábados y domingos de 11:00 h a 14:00 h y el precio es: gratis hasta 3 años, 2 € menores de entre 4 y 14 años, y 4 € la tarifa general. Además, no se necesita reserva para visitarlo.
Cómo llegar
Desde Madrid, el viaje hasta Fresnedillas de la Oliva es de alrededor de 50 minutos por la carretera M-503. Por su parte, desde El Escorial el trayecto tiene la misma duración, pero en este caso circulando por la vía M-505.