Cerrar los ojos, La sociedad de la nieve y 20.000 especies de abejas. Esas han sido las tres películas preseleccionadas por la Academia de Cine para representar a España en la próxima edición de los Oscar. Víctor Erice, J.A. Bayona o Estibaliz Urresola. Tres propuestas completamente distintas que tendrán la oportunidad de mostrar sus virtudes ante el público de Hollywood.
La elección ha sido compleja, pues fuera se han quedado algunas propuestas muy potentes como Robot Dreams, de Pablo Berger, Un amor, la adaptación cinematográfica de la novela de Sara Mesa a cargo de Isabel Coixet, o Disparar al pianista, la nueva colaboración entre Fernando Trueba y Mariscal.
La Academia ha decidido apostar por el tratado emotivo de la transexualidad infantil en el filme de Urresola, por la particular visión de Bayona sobre la tragedia de los Andes y por el regreso de Erice 30 años después. Tras tres décadas sin rodar, el mítico cineasta regresa con una cinta profundamente autobiográfica en la que se enfrenta a los fantasmas de su pasado y en la que Manolo Solo interpreta al propio director.
Cerrar los ojos se presentó en la 76ª edición del Festival de Cannes el pasado mayo, en la sección Première. El director de El espíritu de la colmena había abandonado su arte en 1992, cuando estrenó El sol del membrillo, un experimento en forma de documental en colaboración con el pintor Antonio López. Nada se volvió a saber de él hasta ahora, con una cinta en la que expone sus miedos y que podría representar a España en la próxima edición de los Oscar.
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¿Por qué Erice dejó de rodar?
Después de El sol del membrillo, Víctor Erice desapareció del mapa. Sí que participó en varios proyectos colectivos como Ten Minutes Older, con el fragmento The Trumpet (2002) o el más reciente Centro histórico, con la pieza Vidros partidos, cortometrajes como Alumbramiento (2002) o La Morte Rouge (2006) y sus correspondencias con Abbas Kiarostami (2007).
Su silencio en solitario (y con la cámara) se reduce a la frustración de no haber podido rodar un proyecto soñado. Se trataba de la adaptación de la novela El embrujo de Shanghai, de Juan Marsé: después de que el productor Andrés Vicente Gómez decidiera rechazar la versión del guion de Erice, una espinita se le quedó clavada, algo se rompió por dentro.
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Profundamente autobiográfica
Ese silencio de 30 años se rompe con Cerrar los ojos, un proyecto que rodó en secreto y en el que pretende mirarse al espejo para enfrentarse a los fantasmas de su pasado. La cinta es profundamente autobiográfica, no en vano, el personaje que interpreta Manolo Solo podría considerarse un alter ego del director, pues profundiza en la historia de un creador hundido que se ha apartado del mundo después de no haber podido completar un proyecto soñado. Sin embargo, un día despierta y se da cuenta de que tiene que redimirse y volver a ponerse en contacto con las personas que formaron parte de su pasado.
En el reparto, además de Solo en la piel de Erice, José Coronado sería un actor desaparecido con el que forjó una intensa amistad en su juventud. Además, encontramos los nombres de María León, Soledad Villamil, Josep María Pou, Petra Martínez, Juan Margallo y... Ana Torrent, descubierta por el cineasta cuando era una niña.