21 días después del beso a Jenni Hermoso tras la histórica conquista del Mundial femenino, y 15 desde la estrambótica Asamblea extraordinaria en la que se atrincheró en su puesto y disparó contra todo y contra todos, Luis Rubiales ha terminado por certificar su caída y ha presentado este domingo su dimisión como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tal y como se lo ha trasladado al actual presidente en funciones, Pedro Rocha. Rubiales, que llegó a la RFEF en mayo de 2018, ha desvelado primero su decisión en una entrevista en inglés con el periodista británico Pierce Morgan. Era su primera comparecencia pública desde su discurso en Las Rozas ante los asambleístas. Instantes después, ha hecho público un comunicado en la red social X (antes Twitter) confirmando su renuncia.
“Es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta”, apunta Rubiales en el escrito. El dirigente ha anunciado también que deja su puesto como vicepresidente de la UEFA, para el que fue elegido en 2019.
Defenderé mi honorabilidad.
— Luis Rubiales (@LuisRubiales17) September 10, 2023
Defenderé mi inocencia.
Tengo Fe en el futuro.
Tengo Fe en la verdad.
Gracias a todos. 🇪🇸https://t.co/yS9rM1HBTm
En su comunicado de despedida, en el que no hay ninguna mención para Hermoso, el ya exdirigente asegura también que con su decisión busca no perjudicar al fútbol español. “No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada y, sobre todo, tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño de 2030, que permitirá traer a nuestro país el mayor evento del mundo”, apuntó, justo después de reivindicar su trabajo durante estos cinco años. “Ahí está la gestión de mi equipo y, sobre todo, la felicidad que me llevo por el enorme privilegio de estos más de 5 años al frente de la RFEF”.
Rubiales era consciente desde hace ya varias semanas que no tenía ningún tipo como dirigente. Empezó a asumirlo cuando Hermoso se pronunció abiertamente en su contra y lo confirmó con el espaldarazo de la FIFA y de todas las personas que estaba a su alrededor en la Federación. Se quedó solo y el máximo organismo del fútbol le suspendió de su toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional de manera temporal, durante 90 días. Por más que días después el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) le diese cierto aire, impidiendo que el CSD y el Gobierno procedieran a suspenderle de urgencia al considerar que cometió infracciones “graves” y no muy graves, sabía que nunca recuperaría el cargo.
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Centrado en defenderse
Ahora, y desde ya unas semanas, Rubiales está centrado en preparar su defensa, tal y como ya contó Infobae España. Está empeñado en demostrar que dice la verdad, que no existió ningún tipo de agresión y que el beso fue consentido. “Debo mirar adelante, mirar al futuro. Ahora hay algo que me ocupa con firmeza. Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca. Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo”, apunta
BREAKING: Luis Rubiales has sensationally resigned as President of the Royal Spanish Football Federation following the scandal over him kissing Spain’s Jenni Hermoso at the Women’s World Cup Final. He revealed the news in a world exclusive interview for @PiersUncensored pic.twitter.com/Kl2uQTOzqv
— Piers Morgan (@piersmorgan) September 10, 2023
Además de la vía administrativa, tendrá que hacer frente ahora al proceso penal, toda vez que la Fiscalía se querellase contra él por agresión sexual y coacciones tras la declaración que prestó la jugadora en la sede de la Fiscalía General del Estado. El caso está ahora en manos de la Audiencia Nacional y el dirigente, atendiendo al Código Penal, podría enfrentarse incluso a penas de presión de entre uno y cuatro años. Rubiales se encuentra ya preparando su defensa junto a un abogado que le costó encontrar, según pudo saber Infobae España. Sondeó diferentes nombres y recibió bastantes negativas. Fuera ya del cargo al que se agarró y que tantas veces peligró y en el que se siempre se mantuvo, Rubiales sigue irá hasta el final para defender su verdad.