La recreación del caso Rubiales durante unas fiestas en Asturias que se ha hecho viral

El caso Rubiales ha traspasado las fronteras del fútbol y del deporte para trascender en la sociedad en general. Las actitudes del dirigente canario, inhabilitado de forma temporal por la FIFA, han sido censuradas por activa y por pasiva no sólo en España, sino a nivel mundial. Difícil escapar, este verano, a las imágenes en las que se le ve dándole un beso a una de las campeonas del Mundial femenino de fútbol, Jenni Hermoso, y tocándose sus partes íntimas en el palco. Sin importarle la falta de consentimiento, en el primer caso, y la presencia de autoridades como la reina Letizia junto a él, en el segundo.

Estas polémicas en la celebración del nuevo título planetario del balompié español han sido una de las comidillas del verano. Los ciudadanos de a pie han tenido al ahora expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hasta en la sopa, y eso se ha trasladado a las calles. Tanto es así que, antes de que concluya el período estival, Rubiales ha tenido un cierto protagonismo en una de las fiestas tan típicas de esta época del año. Ha sido en la localidad de Puerto de Vega (Asturias) donde su actitud más que cuestionable ha sido reinterpretada de forma humorística por parte de algunos.

Las Fiestas de Nuestra Señora de la Atalaya, conocidas popularmente como Las Telayas, se celebran entre el 7 y el 10 de septiembre en este pueblo del concejo de Navia. En ellas, los disfraces son pieza fundamental en el desfile de gigantes y cabezudos que recorre el lugar. Fue durante el mismo cuando varios habitantes de Puerto de Vega decidieron hacerse pasar por las jugadoras españolas y por quien hasta hace unos días era su jefe.

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Los vídeos que se han hecho virales en las redes sociales durante las últimas horas reflejan un paseíllo en el que el gran protagonista es el Rubiales de pega. Se le ve agarrándose los genitales (como el de verdad) y teniendo actitudes y gestos machistas. El momento más sonado de la performance fue la representación de la efusividad desmedida de Rubiales en la entrega de premios del Mundial, con la escena del ‘pico’ incluida.

La falsa Jenni Hermoso llegó a coger en brazos al falso Rubiales antes de una muestra de cariño algo más apasionada que la que se dio en realidad. Además, el paisano que interpretó el papel del directivo decidió darle al acercamiento a la reina ficticia una cercanía mayor de la que se vio en Australia. Tampoco tuvo reparos en sobrepasarse con otras de las futbolistas de pega.

Para seguir con la broma, a una árbitra que pasaba por allí no le quedó más remedio que sacarle una tarjeta roja al Rubiales de Puerto de Vega, que incluso le arrebató la cartulina a quien le sancionó. Al dar el salto a Internet, estas escenas han provocado disparidad de opiniones: algunos se las han tomado a risa, como sus protagonistas, pero también ha habido quienes las han considerado inoportunas, por la gravedad de las consecuencias que tuvieron los hechos.