España ha dejado de ser campeona del mundo de baloncesto este domingo, cuando Alemania le ha sucedido en el palmarés. Tras un torneo en el que han sobresalido de principio a fin, los germanos se llevan el primer oro planetario de su historia a costa de Serbia. Lo han conseguido en una final muy apretada, en la que los plavi fueron capaces de volver al partido a pesar de que parecía que los hombres de Gordon Herbert, ya bien avanzado el tiempo de juego, se escapaban. No fue así y el duelo tuvo que resolverse en los últimos instantes (83-77).
En esos momentos decisivos en la cancha, las estrellas reclaman el balón y se la juegan en pos de lograr el éxito. El gran nombre propio de esta selección alemana no es otro que Dennis Schröder, cuyo desempeño en tierras asiáticas le ha valido la designación como mejor jugador del torneo (MVP). Lo ha conseguido gracias a unos números de 19,1 puntos, 6,1 asistencias y dos rebotes por encuentro, con una valoración media de 17,6.
Schröder, con menos de 30 segundos por disputarse y una renta exigua de 79-77 para Alemania, asumió toda responsabilidad a la hora de la verdad. Lo hizo desde el salto inicial hasta el bocinazo (28 puntos), pero especialmente en un momento en el que el trofeo de la Copa del Mundo estaba a la vuelta de la esquina.
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Schröder y su canasta para la historia
A falta de 25 segundos, el santo y seña de los teutones arrancó una carrera frenética hacia el aro rival, ya en campo de los serbios. No hubo manera de frenar la penetración letal a canasta que Schröder se sacó de la manga para sentenciar al combinado balcánico. Entrenado por un Svetislav Pesic que le dio a Alemania el primer gran entorchado de su historia baloncestística (el Eurobasket de 1993) hace justo 30 años y que, además, cuenta con la nacionalidad germana.
Restaban 21 segundos y cuatro décimas en el reloj y los dos puntos de Schröder supusieron un 81-77 al que Serbia no pudo sobreponerse. Es la jugada icónica que todos recordarán en su país cuando se hable de esta gesta deportiva, que ha tardado en llegar para la canasta alemana: el puesto mundialista más alto alcanzado durante la etapa en la absoluta del mito por excelencia de este deporte en Alemania, Dirk Nowitzki, fue la tercera plaza de 2002.
Johannes Voigtmann (12 puntos, ocho rebotes y tres asistencias) y Franz Wagner (19 puntos y siete rebotes) secundaron a la perfección a Schröder. En las filas serbias, Bogdan Bogdanovic lideró las operaciones, con 17 puntos, cinco asistencias y tres rebotes. Eso sí, su máximo anotador fue Aleksa Avramovic, con 21 puntos.
El Mundial ha servido para otorgar hasta siete plazas para los Juegos Olímpicos de París 2024: Australia (Oceanía), Sudán del Sur (África), Japón (Asia), Canadá y Estados Unidos (América: los primeros se llevaron el bronce) y Alemania y Serbia (Europa) se unen a Francia (anfitriona). Por su parte, la selección española será uno de los 24 equipos nacionales que tendrá que buscar la clasificación en un Preolímpico el próximo julio.