Todo lo que hay que saber sobre la nueva serie de Netflix, ‘El cuerpo en llamas’, de mano de uno de sus responsables

Jorge Torregrossa desvela todo el proceso de creación detrás de una de las ficciones españolas más esperadas de la temporada, protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez

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El cuerpo en llamas (Netflix)
El cuerpo en llamas (Netflix)

Laura Sarmiento y Jorge Torregrossa estaban trabajando en Intimidad, la serie de Netflix que abordaba el sexismo y la violación de los derechos de las mujeres a través de la filtración de vídeos privados, cuando recibieron la propuesta de convertir en serie el caso de Rosa Peral.

El director de películas como Fin y La vida inesperada, que en los últimos tiempos se ha hecho cargo de series como Élite o Hache, conocía los acontecimientos que habían tenido lugar en 2017 y los había seguido a través de las noticias. Lo que más le intrigó fue cómo era posible que se llegara a ese punto, por qué una pareja de amantes había decidido matar a sangre fría a otro hombre que era en ese momento el compañero sentimental de Rosa, que además tenía dos hijos.

“Nosotros lo tomamos como un reto desde el principio. Y, además, nos dieron libertad para abordarlo como quisiéramos. Desde el primer momento tuvimos claro que la historia se podía abordar desde muchas perspectivas, pero lo que no queríamos hacer era algo amarillista ni sensacionalista, sino un drama psicológico a modo de thriller que nos introdujera en la cabeza de los personajes. Y utilizar la narración, la imagen y el sonido para trasmitir emociones”, cuenta Jorge Torregrossa a Infobae España.

Una serie con personalidad propia

En ese sentido, El cuerpo en llamas se intenta alejar de los clichés que acompañan a un género, el true crime, que ha terminado por estandarizarse y llenarse de estereotipos. Por eso, nos encontramos ante un docudrama al uso, sino ante una ficción estilizada tratada desde el misterio y el suspense que aborda temas importantes como el amor tóxico y la violencia policial y doméstica.

“Queríamos que el tono fuera sobrio”, continúa Torregrossa. “Reflejar el mundo en el que se mueven estos personajes, pero sin sentirnos superiores a ellos, intentando introducirnos en su subjetividad”.

Ningún fuego se enciende solo, y en este las llamas se avivan a pasos agigantados. Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez interpretan a Rosa y Albert en una historia inspirada en hechos reales. (Netflix)

Todo el mundo puede saber, o investigar, lo que ocurrió. El denominado Crimen de la Guardia Urbana ha pasado a convertirse en uno de esos casos célebres dentro de la crónica negra española. Por eso, era complicado organizar toda esa información para que resultara narrativamente atractiva en formato miniserie. Torregrossa admite que fue la parte más difícil, ya que había muchos personajes, muchos giros, así que pensaron mucho cómo contarlo. “La clave la encontramos en la multi temporalidad, que en un mismo capítulo accediéramos al pasado y al presente de los personajes al mismo tiempo, pero de forma orgánica, para que el espectador tuviera todas las claves”.

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El mismo día del estreno de El cuerpo en llamas, Netflix también podrá a disposición de sus usuarios Las cintas de Rosa Peral, en la que por primera vez se acceden a declaraciones de la acusada desde la cárcel. Estos días saltó la noticia de que Rosa Peral no estaba de acuerdo con lo que se iba a ver en la serie. “No me lo planteo, si le gusta o no, si está a favor o en contra. Nosotros hemos creado una ficción basada en unos hechos. No hemos ido a las fuentes directas, sino que hemos utilizado la verdad judicial”, continúa el director.

Si en Intimidad las mujeres eran las víctimas, en este caso, Rosa Peral ejerce de verdugo, con altas dosis, eso sí, de femme fatale. Pero también, como explica Torregrossa, en la serie se cuenta cómo fue víctima de pornovenganza, lo difícil que es para una mujer introducirse en un entorno eminentemente machista y dominados por la masculinidad tóxica y donde se perpetúan una serie de roles patriarcales sexistas.

Un noir estilizado con canciones de Massiel y Rocío Jurado

En cuanto a las referencias de la serie, ya desde el título remite al thriller noventero. “A mí me hacía gracia porque es un título muy Paul Verhoeven. Hablamos mucho también de Doble cuerpo, de Brian de Palma y del noir nórdico, del que Laura y yo somos muy fans. Queríamos que hubiera una cierta extrañeza en la puesta en escena y también una atmósfera muy turbia y ambigua”.

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El sexo resulta fundamental en la relación de los personajes y, en ese sentido, realmente todos están en llamas. Así que hay sexo, bastante, pero nunca gratuito. “Queríamos utilizarlo de forma narrativa, porque es clave para que la historia evolucione, pero sin morbo”.

Jorge Torregrossa dirigiendo a Úrsula Corberó en 'El cuerpo en llamas' (Netflix)
Jorge Torregrossa dirigiendo a Úrsula Corberó en 'El cuerpo en llamas' (Netflix)

En ese sentido, la implicación de los dos actores protagonistas resulta fundamental. Torregrossa ya había trabajado con Úrsula Corberó, pero no tenía claro que quisiera aceptar el papel. Después de La casa de papel, la actriz se estaba tomando un tiempo de descanso, pero cuando leyó el guion no quiso perder la oportunidad de encarnar a un personaje que tenía tantas capas, resultaba complejo y, en buena medida, antipático por su poder de manipulación. Fue ella la que propuso a Quim Gutiérrez para el papel, ya que se sentía cómoda con él. Y así se armó la pareja. Como cuenta Torregrossa, su nivel de implicación fue máximo, algo que se comprueba al ver la serie.

Como contrapunto a tanta intensidad, cada capítulo se cierra con un tema mítico de la canción española melódica. Ahí están Massiel, Sergio y Estíbaliz o Rocío Jurado. El director hizo una lista de Spotify en la que las que habían canciones cuya letra se relacionaba de una forma u otra con los personajes. “Quería que se conectaran con la mitología personal de los personajes de una manera irónica, por eso, por ejemplo, Se nos rompió el amor de Massiel o Yo no soy esa de Mari Trini”.

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