Aunque a veces algunas enfermedades como la sarna se relacionen con tiempos pasados, lo cierto es que siguen presentes en todo el mundo. En España, de hecho, los casos no han dejado de aumentar en los últimos diez años y actualmente hay una tendencia al alza, según ha informado este jueves la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que también ha observado que “en una elevada proporción de pacientes atendidos en las consultas de los dermatólogos el tratamiento previo no había sido eficaz”.
La sarna, que se produce cuando unos pequeños ácaros llamados sarcoptes scabiei escarban túneles en la piel del humano y van depositando ahí sus huevos y deyecciones, no es una enfermedad de declaración obligatoria y, por tanto, no hay un registro de casos en España. Pero sí hay datos indirectos que confirman un aumento de la incidencia, ya que ha habido un incremento de los pacientes con sintomatología de sarna que acuden a consultas en dermatología, centros de salud y hospitales.
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“No hay números que pueden hacernos ver qué curva exacta de incidencia tiene la sarna, pero en los últimos 10 años sí hemos percibido más casos [en España]”, explica a Infobae España la vicepresidenta de la asociación internacional para el control de la sarna (IACS, por sus siglas en inglés), Cristina Galván. La también dermatóloga de la AEDV aclara que “cuantos más casos hay, más difícil es revertirlo”, porque, a diferencia de otras enfermedades, no sirve tratar un caso, sino que deben recibir tratamiento todas las personas de la unidad de convivencia, “tengan o no picores”.
Esos ácaros microscópicos, añade la experta, depositan sus huevos en la piel humana “de forma muy cuidadosa”, por lo que el afectado no se da cuenta hasta que transcurren varias semanas, cuando se genera una reacción inmunitaria, “que es la que provoca el picor y las lesiones”. Se trata de una enfermedad que puede afectar a personas de cualquier edad y se transfiere por contacto directo piel con piel, por eso es fundamental que se trate tanto el afectado como las personas con las que se mantiene un contacto estrecho.
El picor que produce la sarna, también denominada escabiosis, suele ser especialmente intenso de noche, lo que impide el descanso, y aún existe “un estigma social”, asegura la experta.
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Tratamientos mal aplicados
Un estudio realizado por la AEDV, entre abril y mayo de 2023, con 186 casos de escabiosis activa, ha demostrado que su aparición es más frecuente entre los menores de 28 años. Según este estudio, en el que han participado 44 dermatólogos de 15 comunidades autónomas, el 65% de los pacientes diagnosticados había recibido tratamiento previo para el episodio en curso, y de ellos solo el 36% había cumplimentado una pauta terapéutica adecuada, que incluyera el tratamiento de personas convivientes, mientras que un 50% no tuvo a su disposición un documento claro con las recomendaciones, según informa la agencia Efe.
“En ese estudio hemos visto con claridad que la gran mayoría de las personas que venían a la consulta tras haberse aplicado el tratamiento no lo había realizado de forma correcta, bien porque no se había aplicado la crema en toda la piel o no se había tratado toda la unidad de convivencia”, entre otros casos, aclara Galván. Esto, sin embargo, no es un dato negativo, concluye la experta, pues quiere decir que “si nos esforzamos en explicar mejor cómo se debe aplicar el tratamiento y se consigue un adecuado control y acceso al tratamiento de los contactos” se pueden mejorar los resultados.