Las lluvias torrenciales de la DANA no solucionarán una sequía que ya causa graves estragos económicos: “Acuíferos y embalses necesitan más volumen”

En apenas cuatro días, la DANA descargó en España cinco veces y media más de agua de lo normal, lo que ha servido para reducir el déficit de lluvia en cuatro puntos porcentuales y pasar del 17% al 13%, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Pero a pesar de que se han acumulado 28 litros por metro cuadrado, cuando lo habitual serían cinco, no es cantidad suficiente para paliar los efectos de la sequía prolongada que atraviesa el país.

Esas intensas lluvias, al producirse en un tiempo muy corto y no ser homogéneas en todo el país, explica Rafael Seiz, coordinador de política de agua del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), “no sirven en términos hidrológicos para resolver el déficit de los acuíferos y embalses, porque esa agua ni se infiltra en el suelo ni puede recargarlos”, pues necesitan un volumen mucho mayor.

A ello se suma que, por lo general, a lo largo de este año las precipitaciones han sido escasas, salvo el pequeño repunte que hubo en mayo y junio en algunos puntos del país, y que julio y agosto han sido dos de los meses más cálidos y secos de la historia desde que existen registros, lo que supone un cóctel perfecto para agravar la situación. “En términos globales, nuestro territorio lleva sometido a un estrés hídrico por la climatología durante los últimos tres años”, dice el experto a Infobae España.

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Ese estrés hídrico, que ya afecta al 20% del territorio europeo según denuncia la asociación ecologista en un nuevo informe titulado Water for nature, water for life, en España “es mucho más grave de lo que cabría esperar debido a la explotación excesiva de los recursos hídricos”, lo que también explica la delicada situación en la que se encuentran los embalses, que están muy por debajo de la media histórica. De hecho, las reservas de agua de los embalses se encuentran al 37% de su capacidad, cuando en la última década la primera semana de agosto estaban de media al 51% de sus capacidades.

Desde Ecologistas en Acción también denuncian ese exceso de consumo de agua, que se debe principalmente a “un regadío que no para de crecer” y que ya supone más del 85% del consumo total de agua en España.

La preocupación por la falta de lluvias se extiende también al campo, pues dispara los costes económicos y la pérdida de miles de hectáreas cultivos. El informe de WWF alerta de que durante las dos últimas décadas (2000-2021) la sequía ha afectado a 62.000 km2 de tierras de cultivo en Europa, una superficie equivalente al doble de Bélgica. Esta situación genera un grave perjuicio económico y se estima que las sequías en Europa “causan hasta 9 billones de euros de daños económicos al año”, indica la organización, y en un escenario donde las temperaturas aumenten podrían aumentar 1,5 ºC por el cambio climático, los costes se dispararían hasta los 25 billones de euros anuales, señala el informe.

“La sequía puede incrementar el coste asociado a la aplicación de riego (hay que regar más para mantener las plantas) pero, en general, genera una pérdida de parte de la producción y, por lo tanto, el beneficio es menor. Si no es posible regar, se puede perder toda la cosecha del año de parte de la superficie, como ocurre, por ejemplo, en algunos cultivos leñosos”, concluye Seiz. Por todo ello, WWF pide un “giro radical hacia una gestión del agua” que sea capaz de adaptarse a la actual crisis climática.