“A pesar de todo, la pelota no se mancha”, apostilló Diego Armando Maradona el día que jugó su último partido en un campo de fútbol. El argentino, con La Bombonera como escenario y la 12 de invitada especial, reconocía los errores que le habían llevado a la ruina futbolística, al mismo tiempo que elevaba por encima de todo la importancia de lo estrictamente deportivo. La mítica frase del pelusa cobra este viernes más sentido que nunca para la selección española de fútbol. Los de Luis de la Fuente afrontan, en medio del ruido generado por el ‘caso Rubiales’, dos partidos trascendentales para lograr el billete a la próxima Eurocopa. Ante Georgia este viernes (18.00 horas, La 1) y frente a Chipre el próximo martes.
La temporada estival parecía que sería un periodo tranquilo en Las Rozas, más si cabe tras las conquistas de la Nations League por el combinado masculino y el Mundial por el femenino, un hito nunca antes logrado en el deporte español. Pero el comportamiento de Rubiales tras la consecución de dicha gesta provocó un terremoto y mandó todos los éxitos al traste. El presidente terminó inhabilitado tras su beso a Hermoso, Vilda está fuera de la selección femenina y De la Fuente fue altamente cuestionado por sus aplausos al dirigente.
Del comunicado a jugársela ante Georgia
Por el camino, un sinfín de sucesos generaron controversias en la Federación. Rubiales decidió atrincherarse en su puesto cuando todo el mundo daba por hecha su dimisión en la Asamblea Extraordinaria. “No voy a dimitir. No voy a dimitir. No voy a dimitir”, repitió hasta en tres ocasiones mientras le aplaudían los allí presentes. Entre ellos, Luis de la Fuente. El seleccionador, objeto de crítica por sus palmadas, explicó lo sucedido el día que comunicó la lista de convocados para esta ventana de selecciones. “Ante la repercusión de mis aplausos en la asamblea quiero explicar la situación allí vivida. He recibido duras críticas, que son totalmente merecidas. Pido perdón por ellas. Son hechos injustificables. Estos gestos no representan mis valores ni la forma de actuar en la vida. Siempre he estado del lado de la igualdad y del respeto”.
Los futbolistas de la selección siguieron la misma línea y también se desmarcaron de Rubiales. “No ha estado a la altura de la institución que representa”. Días más tarde, la Federación se disculpó con el “conjunto de la sociedad” por lo ocurrido. Un terremoto cuyos seísmos no han cesado en los últimos días. Y entre tanta réplica, España se juega el pase a la Eurocopa. “El vestuario está focalizado en Georgia, es un partido clave para la Eurocopa y así lo tenemos que afrontar. Queremos hablar solo de fútbol y de puertas para dentro, solo pensamos en Georgia”, afirma Carvajal.
No es para menos, pues en este momento la Roja es tercera de grupo, un punto por debajo de su rival de este viernes. Una selección que puede sonar a rival sencillo, pero que tiene un puñado de futbolistas jugando en la élite. Como es el caso de Mamardashvili en el Valencia y Kvaratskhelia, extremo del campeón de la liga italiana, el Nápoles, al que la Roja ya sufrió en 2021. Y por si estas amenazas fueran poco, España ha sufrido en sus dos últimas visitas a Georgia. Ambas saldadas con triunfos españoles sobre la bocina.
Con Lamine Yamal, pero sin guantes ni botas
Hay niños que no se comportan como tales. Niños que juegan como veteranos, sin que les pese la presión de sus primeras veces. Hay niños, y Lamine Yamal es uno de ellos. Revelación en el inicio de temporada del Barça de Xavi, su irrupción ha sido de tal magnitud que, a sus 16 años, ya ha tirado abajo la puerta de la selección absoluta. Convocado con 16 años y menos de dos meses, puede debutar ante Georgia y rebajar en más de un año el récord histórico de Gavi. “Es un chico fantástico. Debuté antes de que él naciera. No es si es que es muy joven o yo muy mayor. Es un gusto ver a los chicos con ese desparpajo”, sostiene Azpilicueta. Uno de los capitanes de la selección, que, al igual que todos los integrantes de plantilla, se ejercitó en la jornada previa sin botas.
A menos de 24 horas para disputar un partido fundamental para la clasificación a la Eurocopa, el combinado nacional se ejercitó en el Boris Paichadze Dinamo Arena sin botas y sin guantes. El motivo no es otro que el extravío del baúl que almacenaba el material de todos los jugadores. Se espera que a lo largo de la madrugada haya llegado el material y este sea el único accidente del viaje a Georgia, de donde España busca volver sin haber manchado la pelota.