La entrada de los saudíes en Telefónica beneficiará a los pequeños inversores

La compra de un 9,9% de Telefónica por parte del operador de telecomunicaciones saudí STC Group por 2.100 millones de euros beneficiará a 1,1 millones de accionistas de la cotizada española y, entre ellos, a los minoristas que la consideran una de sus cotizadas “preferidas” para invertir, aseguran los analistas de mercados.

“A corto plazo, la operación, puede suponer una revalorización del precio de las acciones de Telefónica por la confianza que en los inversores puede provocar la entrada del nuevo accionista en el capital de la compañía”, argumenta Juan José Fernández-Figares, director del departamento de Análisis de Links Securities.

Eso sí, siempre que el Gobierno la apruebe, ya que la inversión de STC Group se ha realizado adquiriendo acciones representativas del 4,9% del capital social de la teleco y otro 5% mediante derivados, los cuales ejecutará para convertir en acciones si el Ejecutivo español da su visto bueno. Este ‘permiso’ es necesario debido a que Telefónica es considerada estratégica para la seguridad nacional y según establece la ley, si una inversión se efectúa por encima del 10% del capital, el Gobierno tiene que aprobar la operación, pero, en este caso, al ser una empresa relacionada con la defensa nacional, el límite se establece en el 5%.

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Si la compra sigue adelante, el grupo saudí se convertiría en el primer accionista de Telefónica, por delante de BBVA, que posee un 4,87% del capital, de BlackRock, con un 4,48%, y de CaixaBank, con el 3,5%.

La compra ha gustado a los inversores que han subido su ‘apuesta’ por las acciones de la teleco. La noticia se anunció el 5 de septiembre con los mercados europeos cerrados y los americanos abiertos, que acogieron bien la noticia. Los ADRs (American Depositary Receipt”) de Telefónica -acciones no estadounidenses que se negocian en mercados americanos- subieron un 2% ese día en la Bolsa de Nueva York.

La senda también fue al alza el día siguiente en la bolsa española. La remontada antes de la media sesión alcanzó el 3%, para bajar después y cerrar con una discreta subida del 0,24%. Las tornas cambiaron el jueves cuando el valor subió un 2,07%.

La querencia por las ‘matildes’ -nombre con que se conoce a las acciones de Telefónica- se debe, en opinión de Elena Fernández-Trapiella, analista de Bankinter, a que la entrada del grupo saudí en el capital de Telefónica beneficiará la cotización de la teleco española, ya que “refuerza su objetivo de contar con una base de accionistas estables a largo plazo”.

Según sus cálculos, el coste de la adquisición habría sido de unos 3,6887 euros la acción, lo que, a su juicio, “representará un suelo informal para la cotización a partir de ahora”. Por ello recomienda comprar la acción y le da un precio objetivo de 4,20 euros.

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Un precio similar al que da Diego Morín, analistas de IG, que lo sitúa entre 4,15 y 4,20 euros. Cree que la operación es “más estratégica para STC Group en su búsqueda de expansión a nivel global que para la propia Telefónica” y reconoce que el precio de su acción es “relativamente bajo para el potencial que podría tener en un futuro”.

También Raúl Calle, analista de iBroker, considera que la compra favorece a los accionistas: “Es una buena noticia para ellos porque muestra el interés que muchas compañías extranjeras pueden estar mostrando por cotizadas españolas que claramente están infravaloradas en el mercado”. Considera que “como el precio de compra se sitúa en torno a los precios actuales de mercado, sería lógico esperar una respuesta favorable de los inversores a esta operación”.

El Gobierno español tiene en sus manos dar luz verde o roja a la compra. Varios de sus ministros, en concreto los socialistas, han declarado que la analizarán en profundidad con el objetivo de proteger los intereses estratégicos de España, mientras que sus socios de Gobierno de Sumar se han manifestado en contra.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, declaró la necesidad de proteger el “futuro digital” de España ante esta operación: “Preservar nuestra autonomía estratégica es esencial. España debe asegurar la toma de decisiones en empresas como Telefónica, guardianas de datos sensibles”. Considera que “es necesaria una mejor regulación y una protección para evitar OPAs”.

El Gobierno tiene que tomar una decisión antes de tres meses y los analistas prevén que será favorable. Para Darío García, analista de XTB, “no parece que el Gobierno se vaya a oponer a la operación. Por lo tanto podría haber semáforo verde por parte de la Administración a la viabilidad de la compara”.

También Fernández-Figares cree que, en principio, “no debería haber trabas para la aprobación, pero entramos en un ámbito político donde los intereses que pueda haber para que el Gobierno no dé su visto bueno se me escapan”.