El Parque del Retiro es uno de los emblemas de la ciudad de Madrid. Constituye el pulmón verde de la capital gracias a sus 125 hectáreas de extensión y es uno de los destinos favoritos tanto para turistas como para madrileños. Pasear por él es uno de los mejores planes para hacer en la ciudad, así, se pueden descubrir todos sus secretos. El estanque es su punto neurálgico y emblema del parque y es donde se ubican el monumento a Alfonso XII, la fuente egipcia (extremo sur) y el palacio de Velázquez (al sur). A su vez, uno se puede ir sin contemplar el hermoso Palacio de Cristal y la Ermita de San Isidro.
Pero el Retiro es mucho más que eso, y es que en sus cerca de 400 años han pasado por sus jardines multitud de acontecimientos y espacios. Uno de los más curiosos y desconocidos es lo que se conoce como la Casa de Fieras, el antiguo zoo de Madrid que se enclavaba dentro del parque. Durante años albergó multitud de animales de todas las partes del mundo, ahora se encuentra vacío y se puede visitar.
Historia de la Casa de Fieras
El origen de la Casa de Fieras se remonta a tiempos de Carlos III, en la segunda mitad del siglo XVIII. El monarca arribó en Madrid con la premisa de convertir a la ciudad de una de las capitales más grandes de Europa. De esta forma, decidió crear un gran complejo dedicado a la naturaleza, que estaría formado por el Real Jardín Botánico y el Museo de Ciencias Naturales, que con el tiempo acabaría siendo el actual Museo del Prado.
Sin embargo, estos espacios no eran suficiente para el rey, por lo que implantó un pequeño zoo en lo que hoy conocemos como Cuesta de Moyano. El espacio acogía a animales procedentes de todo el mundo y algunos se empleaban para el estudio científico o el entretenimiento de la casa real. Tras la guerra de la Independencia, las instalaciones del zoo se trasladaron al Parque del Retiro, en una zona próxima a la Puerta de Alcalá. Sin embargo, debido a la falta de cuidados, los animales comenzaron a morir.
Esto dejó en muy mal lugar a la ciudad, por lo que el rey Fernando VII decidió rehabilitar y mejorar el zoo para el disfrute de la familia real y sus seres más cercanos. La nueva apariencia de la Casa de Fieras otorgó al Parque del Retiro un aspecto más exclusivo y lujoso. No obstante, su apertura al público no sería hasta el año 1868.
De zoo a circo y sus años de esplendor
Los costes de mantenimiento del zoo eran demasiado caros e inasumibles, por lo que se concedieron los derechos de explotación a Luis Cabañas, un empresario de circos. Este dio al zoo un carácter circense, en el que paseando por la ciudad se podía observar diferentes animales realizando alguna actividad. Tras un largo periodo de gestión privada, el Ayuntamiento de Madrid recuperó la Casa de Fieras en el año 1918. Durante la Guerra Civil sufrió grandes daños, sin embargo, en la década de los 50 y 60 tuvo su época de mayor esplendor.
Tanto fue así, que se decidió trasladarlo a la Casa de Campo, dando lugar al zoológico que conocemos hoy en día. De esta forma, se puede disfrutar ahora de los diferentes espacios donde estuvieron los animales, tales como el foso de los monos, ‘La Leonera’ o la guarida de los osos. Para ello solo hay que darse una vuelta por el parque, en la zona de metro Ibiza, y disfrutar de las curiosas estructuras.