Los dos grandes golpes de la vida de María Jiménez: su infierno junto a Pepe Sancho y la pérdida de su hija

Además de gozar de una gran fama como cantante, María Jiménez también tuvo un gran reconocimiento como luchadora contra el maltrato. A raíz de su propia experiencia personal, la actriz creó un espacio de refugio para las mujeres víctimas de malos tratos con la Fundación María Jiménez

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La artista María Jiménez en
La artista María Jiménez en una imagen de archivo (EFE)

La cantante y actriz María Jiménez murió la madrugada de este jueves 7 de septiembre a los 73 años en su casa de Triana, en Sevilla. Su familia, que ha estado a su lado hasta el último de sus días, ha sido quien ha comunicado la triste pérdida de la artista. Una noticia ha conmocionado al mundo de las artes y al panorama mediático español.

Jiménez comenzó su carrera musical en 1976 y, pronto, se convirtió en una artista de renombre gracias a sus grandes éxitos. Dedicó más de cincuenta años de su vida a su gran pasión y recibió numerosos reconocimientos a su carrera musical, la cual compaginó con su faceta de actriz en películas y series de televisión.

En el escrito, el hijo de la sevillana, Alejandro Jiménez, la describió como “un espíritu indomable, una persona arrolladora, una mujer fuerte y valiente que luchó contra todas las adversidades más allá de lo imaginable”.

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María Jiménez y su hijo,
María Jiménez y su hijo, Alejandro Jiménez en una imagen de redes sociales (Instagram)

Una emotiva descripción con la que, quizás, podría referirse al cáncer de mamá al que hizo frente la intérprete en 2013 y que finalmente superó en 2019. O tal vez al infierno familiar que vivió durante años junto a Pepe Sancho, años en los que tuvo lugar también la pérdida de su hija con 16 años.

Una tormentosa relación

María Jiménez vivió una tormentosa historia de amor junto a Pepe Sancho, de la que, afortunadamente, su fuerza y valentía le permitió salir. Durante muchos años, la artista sufrió malos tratos al lado de un hombre del cual sentía “una atracción” que la “arrancaba de cuajo”, tal y como ella misma explicó en varias entrevistas cuando hablaba de su mediático y polémico noviazgo.

La casa Lucio, ubicada en Madrid, fue el establecimiento perfecto para la primera cita de María y Pepe, de la cual surgiría la chispa del amor. Los dos fueron una de las parejas más seguidas del momento gracias al éxito y la fama que los rodeaba en aquellos años. Pepe Sancho era un conocido y atractivo actor y María Jiménez una de las cantantes más reconocidas a nivel nacional. Para los ojos del público, la pareja perfecta.

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Pepe Sancho y María Jiménez
Pepe Sancho y María Jiménez (Getty Images)

Ocho meses después de comenzar su relación, la cantante le propuso matrimonio de la forma más romántica, en el mítico escenario de Madrid, el Florida Park. Pasaron por el altar en una majestuosa boda celebrada en Sevilla. Pero, poco después de dar la bienvenida a su hijo Alejandro, Sancho y Jiménez emprendieron caminos por separado, aunque tres años después intentarían volver a unir sus vidas, dándose de nuevo el si quiero.

Tras su segundo matrimonio, la cantante empezó a dejar en un segundo plano tu carrera en la música para estar a cargo de su hijo y su hogar. María Jiménez sentía como su marino, que triunfaba en el mundo de la interpretación, iba anulándola y apartándola de su gran pasión. Su relación dinamitó y, de nuevo, se separaron. Años después, volvieron a darse una tercera oportunidad y se comprometieron una última vez. Si bien María Jiménez creía que su vida con Sancho iba a cambiar, la situación siguió la misma línea. Finalmente, ambos tomaron rumbos diferentes.

María Jiménez y su hijo,
María Jiménez y su hijo, Alejandro Jiménez, cuando era pequeño en una imagen de redes sociales (Instagram)

Su primer matrimonio fue el desenlace de una relación marcada por la tragedia, idas y venidas y diferentes abusos. Pese a que, tal vez, la idea de la novia era consolidar su relación y seguir plagando de recuerdos su historia de amor, la realidad fue completamente diferente. María Jiménez comenzó a vivir un completo infierno lleno de desengaños, sufrimientos, malos tratos y problemas con el alcohol.

Me fue arrinconando y abandonando”, detalló la intérprete de la conocida canción La lista de la compra cuando se separó del también actor, sin profundizar más en el tema. Poco después, armada de valor y decidida a visibilizar esta realidad, María Jiménez contó lo que realmente había vivido al lado de su entonces pareja. Una situación que también hizo visible en su tema Se acabó, su gran éxito sobre el maltrato a las mujeres.

Además de gozar de una gran fama como cantante, María Jiménez también tuvo un gran reconocimiento como luchadora contra el maltrato y, de hecho, se convirtió en un icono para muchas mujeres. A raíz de su propia experiencia personal, la cantante creó un espacio de refugio para las mujeres víctimas de malos tratos y, en 2022, estableció la Fundación María Jiménez para luchar contra la violencia machista.

Una trágica pérdida

En aquellos años, ser madre soltera era una faceta mal vista por la sociedad y, por lo tanto, muy estigmatizada. De la intermitente relación de María Jiménez y Pepe Sancho, la cantante quedó embarazada. Una buena nueva que la llenaba de alegría, pero también de mucho miedo. La actriz pensó en abortar a su pequeña. Sin embargo, en el último momento desistió. Así, nació Rocío, la luz de sus ojos y su gran amor.

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Pepe Sancho, María Jiménez y Rocío, formaron una familia de tres durante varios años. Pero, cuando la hija de la actriz cumplió 16 años, sucedió lo más doloroso para una madre. Rocío tuvo un accidente de coche y murió. Desde entonces, la vida de Jiménez, que nunca superó la pérdida, cambió para siempre. “El entierro de Rocío es el recuerdo más inexplicable de toda mi vida. Me iba cayendo, me llevaban sujeta por los dos brazos, vencida por el dolor y la angustia”, confesó la actriz.

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