La trastienda de STC Group: vínculos con el Real Madrid y un fondo controlado por el príncipe heredero saudí

El operador, que se ha convertido en el principal accionista de Telefónica, cuenta con una capitalización bursátil de 49.200 millones de euros

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28/09/2022 El príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán
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-/Saudi Press Agency/dpa
28/09/2022 El príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán POLITICA INTERNACIONAL -/Saudi Press Agency/dpa

El operador saudí STC Group ha comprado una participación del 9,9% en Telefónica y se ha convertido en su principal accionista. Este martes, la compañía hacía pública la adquisición, aunque todavía necesita el visto bueno del Gobierno, porque la empresa española desempeña labores estratégicas para la defensa nacional. El anuncio ha causado un gran revuelo y son muchos los que se preguntan quién está detrás de la firma asiática. Lo cierto es que se trata del mayor grupo de telecomunicaciones de Oriente Medio y su capitalización bursátil ronda los 49.200 millones de euros.

La empresa pertenece en un 64% a la monarquía saudí, que lleva años reclamando su hueco en el mercado europeo, al mismo tiempo que intenta lavar su imagen a costa del fútbol y los deportes en general. STC Group está dispuesto a desembolsar 2.100 millones de euros para sellar con éxito esta operación. El fondo está encabezado por el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, cuestionado por la discriminación de las mujeres y la vulneración de los derechos humanos en su país.

El futuro monarca ha explicado que su compañía guarda muchas similitudes con Telefónica. “Esta importante inversión a largo plazo está alineada con nuestra estrategia de crecimiento, según la cual invertimos en sectores como la tecnología y la infraestructura digital en mercados que consideramos prometedores alrededor del mundo”, reconocía el príncipe en un comunicado. La firma está presente en 11 países y cuenta con más de 170 millones de clientes repartidos entre Arabia Saudí, Oriente Medio y el Norte de África. La última incursión del operador asiático en la infraestructura europea se ha producido hace pocos meses con la compra de torres en Bulgaria, Croacia y Eslovenia.

El operador saudí STC Group está dispuesto a desembolsar 2.100 millones de euros para convertirse en el mayor accionista de Telefónica

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Esta no es la primera toma de contacto que se produce entre las dos compañías. En enero de este año, STC Group firmó un acuerdo con Telefónica para explorar proyectos en distintos ámbitos del sector tecnológico e intercambiar puntos de vista. La multinacional saudí ha crecido gracias al petróleo, pero lleva años tratando de diversificar sus inversiones y ha conseguido penetrar en otros sectores como el transporte, la automoción y el fútbol. En los últimos años, la firma ha adquirido equipos como el Newcastle United (Premier League) y ha acercado la Fórmula 1 al país con el Gran Premio de Arabia Saudita.

El operador también es un viejo conocido para el Real Madrid y muchos aficionados lo recordarán por haber sido uno de los patrocinadores del club entre 2009 y 2018. Florentino Pérez, presidente del conjunto merengue, hablaba en estos términos de la empresa hace una década: “Hemos encontrado en STC Group un socio estratégico, que comparte con nosotros la vocación de liderazgo y la búsqueda permanente de la excelencia”.

La compañía también ha apostado por estimular el deporte local con grandes negocios en cuatro equipos locales, que han fichado a más de una decena de estrellas de fútbol, con la rentabilidad que su imagen lleva implícita. Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Neymar son solo algunos de los jugadores que saltan cada fin de semana al césped de los estadios del país. STC Group cotiza en la Bolsa de Arabia Saudí con una capitalización bursátil de 49.200 millones de euros, es decir, el doble de los 21.300 millones que aporta Telefónica. La compra de acciones en el Ibex 35 no hace más que consolidar la incursión de las petromonarquías en la industria de las telecomunicaciones europeas por su baja rentabilidad.

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