Irene Montero y Yolanda Díaz llevan mucho tiempo sin hablar. Así lo ha revelado la ministra de Igualdad en funciones, que este jueves ha pasado por los micrófonos de Catalunya Radio. La relación entre la ministra y la vicepresidenta se fue deteriorando tras la polémica por la ley del solo sí es sí y la posterior modificación que impulsó el Partido Socialista y que pudo aprobarse gracias a los votos del Partido Popular. Una votación en la que se escenificó la soledad de las ministras de Podemos, tanto de Igualdad, como de Ione Belarra, de Derechos Sociales y Agenda 2030. El futuro de Montero ahora es incierto.
Montero, a pesar de sufrir una modificación forzosa de la ley estrella de su departamento, ha evitado contestar si en alguna ocasión valoró dimitir o lo piensa hacer en las próximas semanas o meses. Aunque, “nunca me he sentido sola porque el equipo del ministerio es maravilloso”, si ha reconocido que, “en ocasiones he deseado más apoyo de algunos compañeros y compañeras, ante la ola reaccionaria de la derecha política y mediática”. No obstante, mantiene que ha merecido la pena: “A pesar del alto coste que ha supuesto, yo estoy contenta, creo que hemos hecho cosas útiles”.
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Sobre la utilidad de su acción de gobierno, la ministra ha sacado pecho de la ley del solo sí es sí: “Creo que supone un avance social” y ha ejemplificado el caso Rubiales para poner en valor su ley: “El tiempo pone las cosas en su sitio y esta ley se ha convertido en un referente europeo y mundial”. Al mismo tiempo, también ha querido hacer autocrítica: “Seguramente hayamos cometido muchos errores. Deberíamos haber hecho más esfuerzos en explicar con más detalle la ley”, ha reconocido.
La próxima legislatura
La dirigente de Podemos también ha lamentado que “no hay una mayoría progresista en el Congreso” que permita “llevar a cabo los cambios sociales profundos que está demandando la sociedad española”, ha explicado. Por eso piensa, que con las nuevas mayorías, “aunque existe una mayoría plurinacional”, será más difícil acometer las reformas progresistas necesarias que ”no supongan un parche”. De todas formas, la ministra en funciones ha puesto en valor la capacidad de los españoles de frenar a la derecha y a la extrema derecha el 23 de julio y apuesta por “hablar con todo el mundo, como hicimos en la legislatura anterior, en la que dialogamos con el PNV y con Junts”, para seguir avanzando.
Respecto su continuidad al frente del ministerio de Igualdad, Irene Montero ha preferido invocar a la prudencia: “Estoy a disposición de mis compañeros y compañeras”, aunque ha reconocido que estaría dispuesta a seguir al frente del departamento de un posible futuro ejecutivo de Sánchez.
Sobre lo que no tiene dudas es a cerca de la necesidad de que Podemos, de lograr Sánchez el apoyo necesario para la investidura, tenga un puesto en el Consejo de Ministros. “Podemos defendió el Gobierno de coalición cuando muchas fuerzas de nuestro propio espacio político lo criticaban e incluso firmaban manifiestos a favor de un Gobierno en solitario del PSOE. Podemos es una fuerza de Gobierno y hemos demostrado que cuando Podemos se sienta en el Consejo de Ministros y Ministras, España avanza”, ha completado.