A lo largo de los más de mil kilómetros que tiene el río Tajo, el viajero puede encontrar rincones que son una maravilla. A sus orillas, infinidad de paisajes se suceden dando lugar a un rico patrimonio natural. No obstante, también se pueden contemplar construcciones con alto valor histórico, como es el caso del castillo de Amourol. Se trata de una fortificación incrustada sobre un islote con el mismo nombre en mitad del río. Pero las orillas del Tajo no son solo lugar para fortalezas, sino que pequeños pueblos también ‘beben’ de sus aguas.
Uno de los más especiales es Belver, una pequeña localidad incrustada en la comarca del Alentejo que cuenta con un encanto especial. Su atractivo más característico es la imponente fortaleza ubicada en lo alto de la villa. Desde allí., la construcción domina todo el cauce del río y permite disfrutar de unas vistas espectaculares del entorno.
El castillo de Belver
La fortaleza portuguesa de Belver es uno de los ejemplos más completos de arquitectura militar medieval del país. Fue construido en el año 1194 tras la donación por parte de las tierras de Sancho I a Alfonso Pães, prior de la Orden, con la obligación de construir un castillo. La fortaleza fue un punto importante en la lucha contra los musulmanes, pues desde su emplazamiento, partieron varias campañas. Además, dada su situación privilegiada, permitía el control de toda la zona.
Te puede interesar: Los tres trucos de Google para encontrar vuelos baratos
Igualmente, ha sufrido a lo largo de los siglos algunas modificaciones, pero su estructura original se mantiene prácticamente intacta. Presenta una fachada imponente en la que se refleja la arquitectura típica militar, con sus murallas, en partes almenada, y los torreones, en el que destaca la espectacular torre del homenaje. Su puerta de entrada fue construida en el siglo XV y presenta un arco de medio punto. En el interior del castillo, el viajero puede descubrir la capilla de São Brás, que cuenta con un agradable retablo del siglo XVII.
En cuanto a la localidad, sus pintorescas calles invitan al viajero a perderse en ellas. Así, puede contemplar espacios tan singulares como la iglesia parroquial del pueblo o la ermita de Nossa Senhora do Pilar. Destaca también su impresionante puente medieval, así como la Anta do Penedo Gordo, un peculiar monumento megalítico.
Horarios y precios
Para visitarlo, se debe tener en cuenta su horario de apertura, tanto de invierno como de verano. En horario de verano (del 1 de junio al 30 de septiembre) abre sus puertas desde las 10:00 h hasta las 13:00 h y de 14:00 h a 18:00 h. Por su parte, el horario de invierno (del 1 de octubre al 31 de mayo) es de 9:00 h a 13:00 h y de 14:00 h a 17:00 h. El castillo permanece cerrado los lunes y los martes.
En cuanto a las tarifas, el precio de la entrada general es de 2 €, mientras que la reducida es de 1 € (personas de 15 a 25 años, mayores de 65 años y grupos de más de 50 personas). Mientras que para menores de 14 años es gratuita.
Cómo llegar
Desde Lisboa, el viaje es de alrededor de 1 hora y 50 minutos por las carreteras A1 y A23 (hay peajes). Por su parte, desde San Vicente de Alcántara (España) el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la vía por N118.