El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha afirmado que, con las políticas que se están realizando “en Europa y en el mundo” se está consiguiendo “subir los precios y aumentar el consumo de carbón”, por lo que reclamó una política europea “con una visión holística” que actué “no solo sobre hacer imposible la oferta subiendo los precios, sino también sobre los sectores de la demanda”.
En cuanto a los impuestos, Imaz ha arrojado el dato de que un español paga hoy 327 euros en impuestos por cada tonelada de CO2 que emite a la atmósfera, lo que supone cuatro veces el precio europeo de ese CO2. “Por tanto hay que buscar otro tipo de razones si se quieren subir los impuestos a la gente, pero no hay que ampararse en la descarbonización del CO2, porque no es cierto”, ha concluido el consejero delegado de la multinacional.
Las principales empresas energéticas del país se han puesto de acuerdo para resumir los asuntos que consideran necesarios si España quiere posicionarse como un líder energético en Europa. Entre estos se incluye una política que contribuya a una energía más barata y competitiva, un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) con objetivos más realista y una reducción de los tiempos regulatorios.
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Estas son las principales conclusiones de un debate enmarcado en el ‘VIII Foro de Energía’ organizado por El Economista. En lo que a regulación se refiere, el consejero delegado de Repsol ha señalado que en el plano energético le “interesa más mirar a la Unión Europea”, destacando que actualmente se está jugando convertirse o no en un punto más atractivo para las inversiones que Estados Unidos.
Imaz ha resumido sus peticiones al regulador en cuanto a normativa energética en cuatro rasgos: estabilidad, predictibilidad, humildad y sin sesgos ideológicos. Además, ha insistido en que el foco para la próxima legislatura se debe poner en la competitividad y el precio, haciendo que la energía sea asequible para las familias y las industrias. Asimismo, el directivo ha defendido durante su intervención que “la energía no es clima, la energía no es transición ecológica, la energía es más cosas”, recalcando que el sector debe tener “vida propia como política”.
Críticas al PNIEC
Un asunto principal del debate han sido los objetivos del PNIEC, que aspiran a alcanzar en 2030 los 62 gigavatios (GW) de eólica instalados, así como 76 GW de fotovoltaica, 4,8 GW de solar termoeléctrica, 1,4 GW de biomasa y 22 GW de almacenamiento.
Al igual que ha expresado en anteriores ocasiones, el consejero delegado de Endesa, José Bogas cree que esta plan es “muy ambicioso” y piensa que debería haber apostado más por la electrificación. También ha comentado que la distribución “es la gran olvidada” en el marco regulatorio y ha animado a incentivar la infraestructura en este aspecto.
De su lado, el consejero delegado de Acciona Energía, Rafael Mateo, ha apostillado que hacer un plan “no es definir un volumen de megavatios (MW) a una determinada fecha”. En contraposición, entiende que la elaboración del proyecto tendría que ser “ordenada”, de manera que se decida el número de MW a alcanzar y cómo acompasar la transmisión y la generación.
“Invertir en generación sin invertir en transmisión no conduce ni sirve a nada, salvo a malemplear los recursos de los inversores”, ha dicho Mateo. Por su parte, el presidente de TotalEnergies Electricidad y Gas, Javier Sáenz de Jubera, ha mostrado su preocupación sobre cómo se va alcanzar tal volumen de energía renovable en 2030.