Los desencuentros de Felipe González con Pedro Sánchez: de la amnistía a la crítica por gobernar con “los bolivarianos”

El expresidente socialista vuelve a los medios después de su silencio durante la campaña electoral del 23J

Guardar
Felipe González, expresidente del Gobierno. (Alejandro Martínez Vélez/Europa Press)
Felipe González, expresidente del Gobierno. (Alejandro Martínez Vélez/Europa Press)

La historia de Pedro Sánchez y Felipe González se parece a la de un matrimonio. Tiene días mejores y otros, un poco peores. “Son épocas”, dirían algunos. El expresidente del Gobierno enmudeció durante la campaña electoral del 23 de julio, cuando la extrema derecha estaba más cerca que nunca, desde la dictadura, de llegar al poder. Sin embargo, tras los comicios y con lo que parecen, el inicio de los movimientos para una posible negociación con Junts per Catalunya, González, vuelve a los medios. En esta ocasión con Carlos Alsina y en Onda Cero.

En Más de Uno, el programa matinal de Onda Cero, el expresidente del Gobierno ha criticado duramente a Pedro Sánchez ante la posibilidad de que se apruebe una ley de amnistía, para González no entra dentro del marco constitucional: “Si el presidente del Gobierno dice que todo lo que se haga se hará en el marco de la Constitución, yo digo, de acuerdo. Hágase en el marco de la constitución y dígase con claridad que en el marco de la constitución no cabe ni la amnistía ni la autodeterminación”, expresó en los micrófonos de Onda Cero, en los que reconoció que, a pesar de haber votado el 23J al PSOE, “me costó más que otras veces”, ha reconocido. También admitió que “no me gusta el proyecto de una mayoría progresista, siento orfandad”.

La “orfandad” que siente González parece que llegó desde que perdió la secretaría general de los socialistas. Con José Luis Rodríguez Zapatero, gran defensor de Sánchez, tampoco mantuvo gran sintonía. Cero, más bien. No obstante, que sepamos, González nunca intentó apartar a Zapatero de la Secretaria General, al igual que hizo con Sánchez.

Te puede interesar: El PSOE ve factible el encaje constitucional de la amnistía

Cuando el actual presidente del Gobierno en funciones gana las primarias en 2016, comienza una relación tóxica con Felipe González, una relación en la que cada palabra del expresidente era interpretada como una declaración de guerra contra el secretario general y su dirección federal. La declaración de invasión total llegó aquel fatídico 1 de octubre de 2016, cuando algunas baronías autonómicas y algunos dirigentes históricos se confabularon para desterrar a Sánchez del poder. En una entrevista, González aseguró haber sido engañado por el entonces solo secretario general y le acusó de estar más interesado en el partido que en la buena dirección del país, haciendo referencia al ‘no es no’ que, por aquel entonces, abría informativos y portadas a diario.

Sus palabras precipitaron una dimisión en bloque de algunos miembros de la ejecutiva federal, lo que obligó a la convocatoria de primarias. Una vez ganada, de nuevo, y sin favores a deber, Sánchez tomó el PSOE y llegó a La Moncloa, por el camino, González no se mantuvo callado como en la campaña electoral de julio. El PSOE, tampoco. A pesar de que Sánchez siempre ha mantenido la cordialidad en público, muchos de sus emisarios han criticado algunas de sus palabras, llegando a relacionar sus intervenciones con la edad y aludiendo, de forma velada, la intención de González de no dejar tomar el relevo a las siguientes generaciones.-

A pesar de que González y Sánchez no mantienen una relación fluida, a González siempre se le ha cogido el teléfono en Ferraz, pero nunca se le ha pedido, ni opinión, ni permiso. No obstante, Sánchez siempre ha querido dejar atrás la batalla interna y exhibir una relación cordial con el resto de dirigentes internos abiertamente opositores a su modelo. La foto de la unidad que Sánchez perseguía, finalmente se produjo en el 40º Congreso Federal del PSOE. González, Almunia, Zapatero y Sánchez posaron, por fin, juntos.

Te puede interesar: Los consumidores asumen la victoria de Sánchez: se disparan los votantes de PP y Vox que creen que la economía empeorará en los próximos seis meses

El Gobierno de coalición no le gusta

Siempre ha sido claro. Lo dijo durante la entrevista con Carlos Alsina, y lo ha expresado en anteriores ocasiones. Durante su conversación en los micrófonos de Onda Cero, se refirió a los partidos surgidos a partir del 15M como “termitas”. Bajo su parecer, “se están comiendo los cimientos del Estado”, aunque apuntaba: “Igual que subieron como un cohete, se han desplomado”, zanjó.

Antes de llegar al Gobierno, el expresidente socialista se negaba a pensar que el PSOE pudiera pactar con los de Pablo Iglesias, llegó incluso a decir que “pactar con la izquierda bolivariana sería una catástrofe”. Ya con Podemos en el Gobierno, y sin desatarse ninguna catástrofe, González tampoco ha mostrado especial simpatía por los ministros morados: “Alguien que no defienda a las Fuerzas Armadas, no debería estar en el Gobierno”, dijo en clara referencia a Podemos por sus críticas al Ejército. Sobre su actividad legislativa, el expresidente socialista también ha deslizado en alguna ocasión su oposición a las leyes estrella de Podemos, como la Ley Trans o la Ley de Bienestar Animal.

Guardar