De gestionar la sanidad pública a un puesto en la sanidad privada. Eso que históricamente se ha denominado como “puerta giratoria”. Fernando Prados Roa, de amplia trayectoria dentro de cargos públicos en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, deja la política y se une como director médico al Hospital Los Madroños, una entidad privada.
Prados Roa había sido durante los últimos cuatro meses el viceconsejero de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad. Era el número dos del equipo, solo por debajo de Enrique Ruiz Escudero, exconsejero y actual senador por el Partido Popular.
La trayectoria de Prados era dilatada en el organigrama de la consejería. En 2016 fue nombrado director médico en el SUMMA 112, posición que luego abandonó para ocupar cargos de mayor relevancia dentro de la Consejería. Entre otros puestos cercanos a Ayuso, fue el responsable de coordinar el polémico Hospital de campaña de IFEMA durante la pandemia de coronavirus y coordinador general del Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zenda.
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“Es inaceptable y un signo de mala higiene democrática que a los cuatro meses de abandonar la consejería, una persona que ha sido alto cargo de la sanidad madrileña pase a dirigir un hospital privado que ha recibido contratos públicos de la consejería de sanidad y que, además, es conocido por ser un lugar con vínculos frecuentes con el Partido Popular. Esto no debería ser legal, pero sin duda no es ético ni estético”, sostiene Javier Padilla, diputado de Más Madrid en la Asamblea de la Comunidad.
Tras las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo en las que el PP arrasó con la candidatura de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad remodeló el gobierno y cambió las principales caras visibles de la Consejería de Sanidad. Los líderes anteriores, muy desgastados por las continuas huelgas de médicos y por las remodelaciones de las urgencias extrahospitalarias, que dan signos de flaqueza con frecuencia, fueron depuestos debido a nuevos nombramientos.
La nueva consejera de Sanidad, Fátima Matute, no guarda demasiada relación con la política y a priori aparenta ser un nombramiento que pretende acercar posturas con los sindicatos y los sanitarios, en pie de guerra durante el último año y medio. Su nombramiento es de un corte muy diferente y aspira a calmar los ánimos con un perfil técnico y sin bagaje político.
La valoración de Fernando Prados ha sido escueta y no ha entrado a valorar el traspasao de un cargo público a una empresa privada íntimamente relacionada con las políticas sanitarias que se implantan desde la Consejería. “Comienzo esta nueva etapa como Director Médico del Hospital Los Madroños con gran ilusión, una fuerte determinación y muchos proyectos en mente”, ha zanjado para abandonar su carrera política después de siete años en los gobiernos del Partido Popular.