El mito del ave fénix ha seducido a lo largo de la historia a innumerables civilizaciones con su simbolismo de esperanza, aplomo y regeneración. Un ave milagrosa que siente la muerte y la prepara para resurgir de sus cenizas de forma incólume. Se dice que su trasfondo ha servido de inspiración a decenas de deportistas para regresar a la élite tras un periodo negativo. Y en el tenis, el claro ejemplo de ello es Alexander Zverev.
Hace tan solo unos años los aficionados al tenis se extasiaban con la forma de jugar que le había llevado a ser la mayor amenaza al Big Three y medalla de oro en los últimos Juegos Olímpicos. Los pasos en la carrera de Zverev estaban cargados de aplomo y solidez, pero el que dio en Roland Garros 2022 ante Rafa Nadal cambio su rumbo. Aquel partido comenzó a un ritmo descomunal y, si nada cambiaba, se iba a recordar como uno de los mejores partidos de los últimos años en esta superficie.
Ante Nadal comenzó su cuesta abajo
Tras más de tres horas de encuentro, la igualdad quedaba reflejada en el marcador. 7-6 y 6-6 a favor del español. Nadal sufría para alcanzar la final ante un combativo Zverev que finalmente no tuvo más opción que abandonar el partido por lesión. Golpeó una bola de derechas desde el fondo de la pista con la mala fortuna de realizar un mal apoyo con su pie derecho. Todo el peso de su cuerpo cayó sobre su tobillo y le provocó una rotura de hasta siete ligamentos. “Es muy duro, muy triste para él. Estaba jugando un torneo increíble, es un buen colega del Circuito, sé cuánto está luchando para ganar un Grand Slam y por ahora ha tenido mala suerte, pero sé que va a ganar muchos”, afirmó Nadal tras aquel partido.
El golpe fue tan duro para el alemán que, hasta casi un año después, le sigo dando vueltas en su cabeza. “No se sabe qué podría haber pasado en aquel partido, pero por alguna razón pensaba que le podía ganar. No quiero sonar arrogante. Sentía que estaba desplegando el mejor tenis que jamás he jugado en tierra batida. Por alguna razón, me parecía que, al menos, podía competir de tú a tú con él, que es lo que estaba haciendo. Es evidente que el resultado final de un partido también depende de pequeños detalles, pero sentía verdaderamente que aquella podría haber sido mi semana”, explicó Zverev.
“Fui incapaz de caminar durante dos meses”
El regreso de Zverev a las pistas no ha sido sencillo. “Fui incapaz de caminar durante dos meses. Debes interiorizar tus movimientos de nuevo, aprender a caminar y a correr de nuevo. Todos estos son factores que pueden afectar a tu tenis”. El alemán ha ido alternando durante los últimos meses grandes actuaciones con encuentros donde ha estado irreconocible, sin apenas movilidad y mostrándose muy vulnerable con todos sus golpes.
Su mejor resultado este año han sido las semifinales de Roland Garros, eliminatoria a la que no llegó ni en el Open de Australia -cayó en segunda ronda-, ni en Wimbledon, eliminado en tercera ronda. Se ha mostrado con poca confianza e incapaz de marcar el ritmo de los partidos, precisamente una de las cualidades que más le caracterizaban. “Ha sido el año más difícil de mi vida, he vivido cosas demasiado complicadas. Amo el tenis con todo mi corazón y me lo arrebataron hace un año. Estoy feliz de volver y preparado para algo nuevo y grande”, reconoció.
Amenaza la corona de Alcaraz
¿Y qué hay más grande que conquistar la gran manzana? Tras quedarse a las puertas en 2020, al perder la final ante Thiem y alcanzar las semifinales en su última participación, Zverev está dispuesto a conquistar el US Open. Hasta el momento ha esquivado las dos grandes minas que ha tenido en su camino. Tanto Dimitrov como Sinner, el último tras un maratoniano partido, han sucumbido ante el resurgimiento del alemán que ahora amenaza al vigente campeón del torneo, Carlos Alcaraz.
“Ante Sinner jugué mi partido más largo en el US Open, fue increíble. Se puede decir que estoy de vuelta. Ese tipo de noches son para las que vivo, esos son los partidos en los que amo participar. Me hubiera encantado jugar un encuentro un poco más corto, pero también recuerdo todo lo que sentí el año pasado durante el periodo en que no pude competir por estar lesionado, echando de menos precisamente este tipo de emociones. Estoy aquí para jugar, esto es lo que amo hacer. No sé cómo terminará todo esto, solo sé que voy a dar mi mayor esfuerzo como siempre he hecho, peleando cada bola hasta el último momento”, avisó a Carlitos.
Alexander Zverev será el nuevo obstáculo a superar por Alcaraz en su reválida del título. “Creo que todo el mundo quiere que Sinner y yo nos enfrentemos, por el encuentro contra él del año pasado. Fue uno de los mejores partidos que jugado en mi carrera”, afirmó el español. No será así, porque un resurgido Zverev se ha cruzado en el camino.