Montse Tomé, de aplaudir a Rubiales y renunciar al cargo a convertirse en la primera seleccionadora del fútbol español

La vida da muchas vueltas, especialmente en la Federación Española de Fútbol, donde los días se han vuelto frenéticos este verano. La temporada estival parecía que sería un periodo tranquilo en Las Rozas, más si cabe tras las conquistas de la Nations League por el combinado masculino y el Mundial Femenino por el femenino, un hito nunca antes logrado en el deporte español.

Pero, precisamente, la consecución de dicha gesta mundialista, ha desembocado una serie de acontecimientos culminados con el cese de quien hace dos semanas tocó el cielo en Australia: Jorge Vilda. Su lugar lo pasa a ocupar quien fuera su mano derecha en las antípodas: Montse Tomé, que se convierte en la primera mujer en dirigir al combinado nacional femenino. La ovetense, al igual que la Federación, ha vivido las últimas dos semanas instalada en una montaña rusa de emociones.

Su nombre como posible sustituta ante un hipotético cese de Vilda comenzó a sonar fuerte cuando Luis Rubiales, en plena comparecencia pública en la Asamblea de la RFEF, le ofreció el cargo de directora deportiva de la selección. Antes de ello, Montse ya era objeto de polémica por aplaudir al expresidente de la Federación durante su intervención en la que, lejos de dimitir, se aferró al cargo. Sin embargo, Tomé decidió desmarcarse de su lado. No solo rechazó el ofrecimiento de Rubiales, sino que también renunció a su puesto como segunda entrenadora de Vilda junto a otros miembros de su staff antes de regresar a la selección debido a los cambios planteados por Pedro Rocha, presidente interino una vez suspendido Rubiales.

En el comunicado que firmó junto a 11 miembros del cuerpo técnico, Montse Tomé aseguró haber sido obligada a acudir a dicha asamblea y sentarse en primera fila. “Añadiendo la incomodidad de tener que asistir obligatoriamente a la citada asamblea del 25 de agosto, en la que, además, se produjo un hecho especialmente hiriendo para este cuerpo técnico, ya que a varias de las integrantes femeninas del staff técnico se les obligó a colocarse en primera fila, exponiendo su imagen e intentando dar a entender a la sociedad y jugadoras, que compartían las tesis del presidente de la RFEF” reza el comunicado firmado por los 11 miembros del equipo de Vilda que dimitieron en bloque.

La opción Tomé se impuso a otras encima de la mesa debido a lo continuista que puede llegar a ser en el cargo. Montse compatibilizaba su cargo como segunda entrenadora con el de seleccionadora del combinado femenino Sub-17 y a su vez era la encargada del equipo Sub-23, creado para que el salto entre el conjunto sub-19 y el absoluto fuera menor. El nombramiento de Tomé responde a las medidas de regeneración anunciadas por el presidente Pedro Rocha.

Las jugadoras aprueban el cambio, conformes con Montse y su trabajo, también con que sea una chica la que les entrene. No en vano, cuando las 15 se señalaron no convocables para el equipo, pusieron la condición de echar a Vilda y poner a Natalia Arroyo, técnica de la Real Sociedad. Rubiales no cedió por aquel entonces.

La primera prueba para Montse Tomé será este mismo mes de septiembre con la disputa de las dos primeras jornadas de la UEFA Women’s Nations League. El 22 de septiembre, España juega ante Suecia (líder del ranking FIFA) a domicilio y recibirá, el 26 del mismo mes, a Suiza en Córdoba. Son dos partidos de máxima exigencia ante dos rivales a los que ya se enfrentó en el Mundial, resueltos ambos compromisos con victoria para las españolas. Tras haber conquistado la copa del Mundo, el siguiente objetivo son los Juegos de París, que tendrán lugar durante el próximo verano. Se trata de una competición en la que el fútbol femenino español nunca ha conseguido clasificarse y para hacerlo por primera vez en su historia deberá llevarse la Nations League.

Tomé se estrenará como seleccionadora el próximo viernes, cuando anuncie la lista de convocadas para el estreno de España en la Nations League. Se supone, que la nueva entrenadora tendrá a su disposición tanto a las internacionales que acudieron al Mundial como a aquellas que renunciaron a hacerlo por sus desavenencias con Vilda. Se podría vivir, por tanto, el regreso de jugadoras como Mapi León o Patri Guijarro, ambas estandartes del grupo levantado contra el ya exseleccionador.

Quién hace menos de una semana afirmaba que su futuro inmediato pasaba por “descansar y estar con la familia”, ahora deberá afrontar el reto de conseguir el billete a los Juegos Olímpicos de París. Ya saben, la vida y sus vueltas.