María Teresa Campos, la mujer que revolucionó las mañanas televisivas, llamó “gilipollas” a Vasile y nunca quiso dejar la televisión

La veterana periodista, que llevaba meses apartada del foco mediático por sus problemas de salud, ha muerto a los 82 años dejando un importante legado televisivo

María Teresa Campos, en una fotografía de archivo. (Europa Press)

La vida de María Teresa Campos se apagaba en la madrugada de este martes 5 de septiembre. La comunicadora arrastraba problemas derivados de su deterioro físico y cognitivo e ingresó el pasado domingo en estado muy grave en el hospital debido a una insuficiencia respiratoria.

Su muerte es el adiós a una comunicadora que ha impreso su nombre en la historia de la televisión, una mujer que desde muy joven dedicó su vida al periodismo en el más estricto sentido de la palabra, tanto que hasta sus últimos días se entretuvo haciendo escaletas con sus hijas, preparando algún programa imaginario como el que siempre quiso tener para demostrar que a los 80 se puede seguir trabajando.

Teresa fue lo que se suele definir como una mujer “hecha a sí misma”, una adelantada a su época que rompió con lo establecido, se negó primero a ser una abnegada ama de casa y después una sufridora viuda. Y es que su carrera siempre estuvo por encima de sus avatares personales, tanto que nunca vio el momento de retirarse y descansar hasta que fue la propia televisión la que la apartó injustamente de los platós.

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Comunicadora nata

María Teresa Campos, en '¡Qué tiempo tan feliz!'. (Mediaset España)

La Campos empezó desde muy joven su andadura en los medios. Era la tercera de seis hermanos y pertenecía a una familia acomodada. El 12 de septiembre de 1964, cuando tenía 23 años, se casó con José María Borrego, con quien tendría a sus dos hijas.

En Málaga, María Teresa dios sus primeros pasos en la comunicación con programas radiofónicos como Español Pop de COPE o Mujeres 72 de Radio Juventud, espacios en los que hizo gala de su sentido de la libertad, su rebeldía y su lucha feminista en pleno franquismo.

Ya en democracia, Teresa ficharía por la radio pública como directora de Informativos en Andalucía, un papel que la llevó a ganar su primer gran reconocimiento profesional: un premio Ondas.

Pionera en las mañanas

María Teresa Campos, en 'Día a día'. (Mediaset España)

En 1981, María Teresa decide romper con su vida en Málaga y con su marido, con quien llevaba dos décadas casada, e irse a Madrid para labrarse un futuro en los medios nacionales. Sería en la capital donde tendría sus primeras apariciones en televisión, un medio en el que acabaría cosechando sus mayores éxitos.

Tras aparecer en varios programas a principios de los ochenta, la periodista fichó en 1987 por Jesús Hermida para el formato Por la mañana en La 1. Posteriormente, conduciría diversos espacios en la cadena pública como Pasa la vida, Esta es su casa o Tardes con Teresa.

En 1996, María Teresa aterrizaba en la televisión privada para presentar y dirigir el magacín matinal Día a día en Telecinco. En aquel programa, la comunicadora cambió el paradigma de las mañanas televisivas y demostró que a las denostadas amas de casa, a aquellas “marujas” que la veían cada día, les interesaba y mucho la actualidad política.

Así, la sección Mesa de debate introdujo el análisis político en los magacines matinales y se convirtió en la franja más vista del programa, sentando un precedente que influiría en la televisión de las siguientes décadas. De hecho, formatos actuales como El Programa de Ana Rosa o Espejo Público beben de la estructura revolucionaria de Día a día.

Su marcha a Antena 3

María Teresa Campos, en 'Cada día'. (Atresmedia)

En el año 2004, la presentadora decidió marcharse de Telecinco y fichar por Antena 3 con un contrato de larga duración por el que recibiría seis millones de euros por temporada. La idea era replicar su exitoso magacín matinal en una cadena en la que, según ella, podría trabajar “mejor, con más cariño”.

Comenzó así su andadura al frente de Cada día, un programa desde el que atacó duramente a Paolo Vasile, entonces consejero delegado de Mediaset España, cuya relación se rompió por la marcha de Teresa a la competencia. “Mira, te voy a decir una cosa: ¡Cállate ya! ¡Vete ya y cállate ya! ¡Vete a tu tierra que no te quieren ni allí! ¡Vete y cállate! ¡Gilipollas! Que has perdido siete puntos, siete puntos que has perdido. Y todavía no estamos más que empezando. Nosotros estamos muy modestamente, levantando cabeza poco a poco. Pero tú has perdido siete puntos”, le dijo en directo desde su programa.

Sin embargo, Cada día acabó pinchando en audiencias y la cadena de San Sebastián de los Reyes decidió darle otro espacio de menor duración, Lo que inTeresa. Finalmente, en abril de 2006 el programa acabó cancelado por sus discretas cifras y la periodista decidió tomarse un tiempo de descanso.

Vuelta a Telecinco y retiro involuntario

María Teresa Campos, con Isabel Díaz Ayuso en 'La Campos móvil'. (Mediaset España)

Pese a las diferencias públicas entre ellos, María Teresa y Vasile acabaron firmando la paz y en 2007 la presentadora regresó a Mediaset para ponerse al frente del programa de reportajes sobre la vida de famosos El laberinto de la memoria. Así, volvería a convertirse en una de las estrellas de la cadena de Fuencarral con espacios como La mirada crítica o ¡Qué tiempo tan feliz!.

Paralelamente, la vida personal de la periodista iba adquiriendo cada vez más interés, sobre todo tras comenzar su relación con el cómico Edmundo Arrocet y después de protagonizar junto a sus hijas el docu-reality Las Campos, formato en el que mostró su faceta más natural y cotidiana.

En 2019, Teresa recibía un varapalo profesional después de que Mediaset decidiera no renovar su contrato de larga duración. Sin embargo, la veterana presentadora continuó vinculada a la cadena y no paró de pedir una nueva oportunidad profesional. Ese deseo se cumplió cuando en 2021 se puso al frente de La Campos móvil. Pero la alegría le duraría poco, pues tras la discreta audiencia de la primera entrevista con Isabel Díaz Ayuso, la cadena decidió no volver a emitir el programa.

Durante sus últimos años, María Teresa seguía esperando que ese proyecto con el que retirarse por todo lo alto llegara, pero su mermada salud acabó apartándola forzosamente de los platós, viviendo sus últimos días en la privacidad de su casa, alejada de esos focos bajo los que construyó un legado por el que se ha ganado el título de reina emérita de las mañanas.

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