Las dos películas más taquilleras dirigidas por mujeres que reconvirtieron a sus heroínas en iconos feministas

‘Barbie’, de Greta Gerwig y ‘Wonder Woman’, de Patty Jenkins. Los dos blockbusters dirigidos por mujeres que han alcanzado los mejores resultados tanto a nivel económico como en cuanto a relevancia sociocultural

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'Barbie' y 'Wonder Woman', dos personajes reconvertidos en feministas
'Barbie' y 'Wonder Woman', dos personajes reconvertidos en feministas

En la última década hemos asistido a una de las mayores revoluciones de la historia del cine reciente, la incorporación de forma habitual de las mujeres detrás de la cámara. Poco a poco se van derribando las barreras, entre ellas el acceso de los premios de los grandes festivales, de las estatuillas de Hollywood y de las diferentes Academias de los diversos países.

Han sido unos años de primeras veces: la primera vez que una mujer ganaba en solitario en Cannes (Julia Ducournau por Titane), la primera vez que una española ganaba en Berlín (Carla Simón por Alcarràs), la primera vez que la película dirigida por una mujer se hacía con los Oscar más importantes (Nomadland, de Chloe Zhao) o la primera vez que una mujer ganaba el Oscar al mejor guion adaptado (Sarah Polley por Ellas hablan)... el año pasado.

Sin embargo, la mayoría de estas películas eran de carácter independiente, sus presupuestos eran pequeños en comparación con los que manejaban sus homólogos masculinos, y la palabra blockbuster parecía continuar en manos de los hombres.

Grandes franquicias dirigidas por mujeres

Este verano, el estreno de Barbie ha contribuido a mejorar un poco las cosas. La película dirigida por Greta Gerwig y auspiciada por un gran estudio como Warner Bros, costó 146 millones de dólares y lleva recaudados 1.400 millones de dólares aproximadamente hasta el momento, lo que la ha convertido en la producción más taquillera detrás de la que se encuentra una mujer.

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Este acontecimiento continúa siendo un espejismo, pero al menos ha conseguido que dentro de la clasificación general de todos los tiempos haya, al menos, una representante femenina en las 15 primeras posiciones.

Y es que, algunas películas podrían llevar a engaño porque sus créditos de dirección están firmados a cuatro manos. Es el caso de Capitana Marvel, detrás de la que encontramos a Anna Boden y Ryan Fleck o Frozen. El reino de hielo y Frozen II, ambas de Jennifer Lee y Chris Buck, que serían las que hasta el momento lideraban el cómputo global.

Por lo tanto, la película más taquillera dirigida por una mujer en solitario al frente, después de la ahora imbatible Barbie, sería Wonder Woman, de Patty Jenkins. Y no es algo casual, sobre todo si tenemos en cuenta que se convirtió en un hito cultural en 2017, reformulando a la heroína de DC como icono feminista de la generación millennial, algo parecido a lo que ha ocurrido con Barbie en 2023 para la Gen Z.

Dos heroínas que abren camino a las nuevas generaciones

Resulta curioso que ambas películas (y sus responsables) se encargaran de cuestionar los arquetipos históricos patriarcales que habían dominado la mirada de ambos personajes, dándoles la vuelta por completo y otorgándoles un nuevo significado. Así, tanto Wonder Woman como Barbie se verían ahora con los ojos de la contemporaneidad como iconos feministas. Un cambio de perspectiva fundamental que representa, de alguna manera, la liberación de la mujer frente a la tiranía masculina desde el propio star-system y el mainstream.

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Ambas películas contaron con una campaña de marketing similar orientada al mismo objetivo: el empoderamiento femenino en la era Me Too. En ambas, el propio atuendo de las protagonistas se convirtió en un símbolo que iba más allá de la otrora sexualización de la que habían sido víctimas, recolocándola en un estadio diferente. Así, el traje de guerrera en un caso y el color rosa en otro, más de las tendencias en Instagram y otras redes sociales, adquirían una connotación de sororidad totalmente insospechada, dinamitando buena parte de los prejuicios.

Muchos se han encargado de menospreciar los logros conseguido por ambas películas, apelando al oportunismo, a la prefabricación (como si las de los hombres no lo fueran igualmente), desprestigiándolas y echando sapos y culebras sobre ellas. Pero ahí están, como supervivientes de una industria que todavía se abre paso a machetazos en la senda de la misoginia más recalcitrante. Por el momento, Barbie y Wonder Woman, son las únicas supervivientes dentro de un box office dominado por los hombres, y eso tiene a la fuerza que decir algo.

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