Los días de Jorge Vilda al frente de la selección española femenina han llegado a su fin. La Federación ha hecho oficial este martes el fin de la etapa del técnico madrileño al frente del equipo nacional, con el que se proclamó campeón del mundo en agosto. Las polémicas de Luis Rubiales, precisamente en la celebración del título mundialista, han sido fatales para el entrenador, que apoyó al dirigente cuando anunció que no dimitiría por sus actos para luego desdecirse y condenarle.
Al frente de la absoluta desde 2015, Vilda sí encontró el apoyo federativo, perdido ahora, cuando 15 internacionales decidieron dejar de jugar con España si él seguía al frente de su banquillo. Ocurrió en 2022, un año antes de que se consiguiese el mayor éxito de la historia del combinado. Por mucho que Rubiales ofreciese hace unos días la renovación al preparador de 42 años, los nuevos rectores de la RFEF, liderados por Pedro Rocha, han preferido optar por su cese.
Tras cuatro años dirigiendo a la Sub-17 y uno en la Sub-19, Vilda ocupó el cargo de la selección absoluta en 2015. Ocho años en los que vivió en sus carnes el crecimiento del fútbol femenino. Pero todo saltó por los aires tras la Eurocopa de 2022 y el motín de 15 jugadoras que decidieron renunciar a la selección. Su victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda ocultó temporalmente el ambiente de tensión, pero tras la caída de Rubiales, sus días como entrenador de España estaban contados. A sus 42 años, deberá buscar una nueva aventura.
La renovación que le ofreció Rubiales queda en vano
A pesar del ofrecimiento de renovación que realizó Luis Rubiales en la Asamblea el pasado viernes 25 de agosto (cuatro temporadas a razón de medio millón de euros al año), la actual Junta de la RFEF, con Pedro Rocha a la cabeza, ha decidido dar por finalizada la vinculación de Vilda con la selección femenina tras la inhabilitación del propio Rubiales. Si bien el ofrecimiento del hasta ahora presidente no era válido a nivel judicial, el técnico ha tenido que negociar su finiquito, pues tenía contrato hasta agosto de 2024.
Vilda relevó en el cargo a Ignacio Quereda, que llevaba 27 años en el banquillo de la selección. Lo hizo tras el fracaso de España en el Mundial de 2015, en el que cayó en la fase de grupos. Entonces, las 23 jugadoras convocadas iniciaron una rebelión similar a la que se dio tras la disputa de la Eurocopa el pasado verano. Ángel María Villar -presidente de la RFEF en aquella época- accedió entonces a relevar al técnico, ascendiendo a Vilda.
La Federación agradece a Vilda su notable labor en el crecimiento del fútbol femenino
El máximo organismo del fútbol español ha notificado del cese en un comunicado donde ha resaltado la involucración de Vilda en el crecimiento del fútbol femenino. “La RFEF quiere expresar su gratitud a Jorge Vilda por los servicios prestados, por su profesionalidad y su dedicación durante todos estos años, deseándole para el futuro los mejores éxitos. La RFEF se queda con un extraordinario legado deportivo gracias a la implementación de un modelo de juego reconocido y una metodología que ha sido motor de crecimiento para todas las categorías femeninas de la selección. Vilda ha sido clave para el notable crecimiento del fútbol femenino y deja a España como campeona del mundo y segunda en el ranking FIFA”.
Ahora, el nuevo liderazgo al frente de la RFEF, ostentado por Pedro Rocha, junto con el Consejo de los Presidentes de las Territoriales, ha decidido cesarle. Pese a que Vilda se desmarcó de Rubiales en un comunicado. “Lamento profundamente que la victoria del fútbol femenino español se haya visto perjudicada por el comportamiento impropio que nuestro hasta ahora máximo dirigente, Luis Rubiales ha realizado y que él mismo ha reconocido. No cabe duda de que es inaceptable y no refleja en absoluto los principios y valores que defiendo en mi vida, en el deporte en general y en el fútbol en particular”. Sin embargo, Vilda no ha logrado retener el puesto tras ganar un Mundial.