Jacob Elordi saltó a la fama gracias a su papel de Nate Jacobs en Euphoria. El chico malote de la serie, con un lado oscuro que se remontaba a un trauma infantil, por haber descubierto que su padre mantenía en secreto relaciones con hombres, se convirtió rápidamente en sex symbol de su generación.
Sin embargo, no todos los intérpretes que descubrió la serie creada por Sam Levinson (antes de la catástrofe de The Idol), han corrido la misma suerte, aunque Zendaya continúe imbatible dentro del star system de Hollywood con dos grandes producciones a la espera de estreno (si la huelga de guionistas lo permite): la segunda parte de Dune y Challengers, de Luca Guadagnino.
En ese sentido, Jacob Elordi, que además, tiene orígenes vascos de los que se siente muy orgulloso (su abuelo era de Algorta) ha demostrado que hay vida más allá de Euphoria y que tiene una carrera brillante por delante. Por el momento, parece elegir bien los proyectos y este año participa en dos de las películas más esperada de cara a la carrera de premios, casualmente (o no), dirigidas por dos mujeres: Priscilla, el biopic sobre la mujer de Elvis Presley que ha hecho Sofia Coppola y Saltburn de Emerald Fennell, ganadora del Oscar al mejor guion original por Una joven prometedora, una de las óperas primas más importantes de la era Me Too.
Dos proyectos que lo sitúan en el foco de la temporada
Jacob Elordi ha presentado en Venecia Priscilla, donde encarna al ‘rey del rock’ y su presencia ha causado un enorme revuelo. El joven de origen australiano, de 26 años y de 1,96 metros de altura, no pasa desapercibido en ningún photocall y en este caso se ha convertido en el centro de las miradas.
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Al mismo tiempo que en la ciudad del Lido se presentaba su participación en la película de Sofia Coppola, autora de obras tan célebres como Las vírgenes suicidas o Lost in Translation, en el Festival de Telluride recibía enormes elogios la otra película en la que es protagonista, Saltburn, en la que interpreta a un joven aristocrático que invita a un estudiante de Oxford (interpretado por Barry Keoghan, nominado al Oscar por Almas en pena en Inisherin) a la mansión de su excéntrica familia para pasar un verano. La película ha sido definida como una suntuosa y excéntrica mezcla entre Parásitos y El talento de Mr. Ripley en clave homoerótica.
Pero ahí no quedan los proyectos del joven. En 2023 también estrenará He Went That Way, película australiana junto a Zachary Quinto, The Sweet East, de otro indie, Sean Price Williams, hasta el momento director de fotografía de rarezas al límite como Good Time, de los hermanos Safdie y On Swift Horse, junto a otra de las chicas de moda del momento, Daisy Edgar-Jones (Normal People), Will Poulter y Sasha Caye (The Flash).
Todo un torrente de títulos que poco tienen que ver con su etapa pre-Euphoria, donde solo aparecía en pequeños papeles o en títulos de poca relevancia, como Mi primer beso, Mi primer beso 2 y Mi primer beso 3.