La Red de Paradores de España se caracteriza por ofrecer alojamientos exclusivos y de una comodidad excepcional. Así, se convierten en espacios muy demandados gracias a su alta calidad, pero también por el lugar en el que se ubican. Pues estos tienden a ser parajes de una belleza incontable o enclaves donde el viajero sabe que es muy poco probable que vuelva a pasar la noche. Así, las islas Canarias son uno de esos destinos donde los Paradores se elevan como uno de los hoteles más especiales.
En la isla de La Palma, entre el aeropuerto y la capital, Santa Cruz de la Palma, se sitúa el Parador. Este, gracias a su emplazamiento, es perfecto para conocer todos los rincones de la Isla Bonita. Sus vistas son inmejorables, pues tiene el mar de frente y justo detrás el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y el Roque de los Muchachos, así como el nuevo volcán de Tajogaite, que entró en erupción en 2021.
Arquitectura típica canaria
El Parador de La Palma es uno de los más especiales de todos, pues presenta una arquitectura típica canaria. Esta se caracteriza por sus paredes blancas y balcones de madera, una combinación que es una maravilla. A su vez, las instalaciones son increíbles, pues el viajero puede disfrutar de enormes jardines en los que se pueden encontrar más de 70 especies diferentes, entre ellas algunas autóctonas como dragos, tajinastes y tabaibas. A esto se le suma el relajante baño en la piscina, desde la cual se puede contemplar la inmensidad del Atlántico.
Igualmente, como todos los Paradores, el de La Palma cuenta con todo tipo de servicios a disposición del cliente, tales como aire acondicionado, parking y wifi gratis, entre otros. No obstante, este ofrece también pista de pádel, sauna y gimnasio, además de permitir el acceso con mascotas. En cuanto al restaurante, el visitante puede disfrutar en él de la cocina tradicional canaria. En su portal web exponen como especialidades: las papas arrugadas con sus mojos canarios y almogrote, peto a la plancha, príncipe Alberto con nata y el bienmesabe.
Un entorno natural de ensueño
Más allá de las comodidades y servicios, lo que verdaderamente caracteriza a este Parador es el patrimonio natural que lo rodea. Su situación permite conocer La Palma en su totalidad sin la necesidad de grandes desplazamientos. Así, un destino obligatorio es el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, un circo de más de ocho kilómetros de diámetro con forma de caldera, con escarpados barrancos, arroyos y cascadas y cubierta de bosques de pino canario.
Para los más aventureros, el paraje permite realizar diversas rutas para conocer el parque en su totalidad. No obstante, si no eres ese tipo de viajero, puedes apreciar la caldera desde el mirador de La Cumbrencita. Otro emplazamiento imprescindible es el mirador del Roque de los Muchachos, el punto más alto de la isla, así como los diversos barrancos que tiene la isla. De ellos sobresalen: el de Los Hombres o el de La Luz.
Por otro lado, el viajero no se puede ir sin disfrutar de alguna de sus playas o de las piscinas naturales al borde del mar, como es el caso del Charco Azul y de parajes como las salinas de Fuencaliente.