Nada más comenzar la entrevista, Trueno se prepara su mate. “Bien armado”, bromea. “Es una adicción, es un problema”, continúa. No hace falta preguntarle dónde nació. Durante toda la entrevista se encarga de dejar claro el fervor que siente por su país, por su gente y por su música. Mateo Palacios Corazzina (Buenos Aires, Argentina, 2002) saltó de las batallas de gallos a la fama mundial. Su nombre artístico fue uno de los primeros que resonó más allá del Río de la Plata. Ahora, con sus compatriotas copando las listas de éxitos mundiales, no escatima a la hora de mostrar su alegría por “la ola de música hispana” que lleva varios años gestándose.
Puede parecer que ahora se recojan los frutos de un arduo trabajo, pero este es sólo el comienzo para una generación de jóvenes artistas que hablan con la calle y de ella. Trueno visita Madrid, y habla con Infobae España, en plena promoción de su último sencillo, Tranky Funky. “Para mí es la puerta que se abre para todo lo que venga de acá en adelante”, indica.
El joven artista destaca la calidez del público español, ante el que ha actuado este fin de semana en el festival Coca-Cola Music Experience. “Vengo para acá y siempre me llevo un recibimiento demasiado genuino”, relata emocionado, hablando de la conexión impenetrable entre España y Argentina: “Hay un feeling”. Su colaboración soñada sería con 50 Cent, “el rapero que más escuchaba cuando era chico” y su escenario soñado La Bombonera, el estadio del club de sus amores, Boca Juniors. “Toqué en un intervalo, me invitó Juan Román Riquelme”, indica mientras hace un corazón con sus dedos. “Espero que en algún momento se dé, es uno de mis sueños”, añade.
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Pregunta. El público latinoamericano es muy pasional. ¿Dirías que el español es similar?
Respuesta. Todos los públicos hacen quilombos y cada uno tiene su estilo y su característica. Lo que nos pasa a los argentinos es que para nosotros todo es una cuestión de vida o muerte. Nos pasa lo mismo con el fútbol. Siento que acá la gente es quilombera, pero es un poco más respetuosa, más civilizada, quizás. En Argentina es distinto. Por ejemplo, cuando juega Boca yo soy uno más, mejor no me tengas cerca porque me vuelvo loco. Si ganamos me pongo superfeliz, si perdemos me pongo supertriste. Somos muy pasionales. Demasiado pasionales.
P. ¿Cuál consideras que es el tema más importante que has compuesto hasta la fecha?
R. Es muy difícil porque las canciones para mí son como hijos, me resulta muy difícil elegir, pero hay algunas que me emocionaron mucho a la hora de escribirlas. Tierra Santa es una canción que me superó. La escucho y digo wow. Salió algo muy honesto que ni siquiera planeé. Escribí todo lo que sentía por mi tierra, por Latinoamérica, por mi comunidad y la letra bajó del cielo. Creo que es la que más me llega.
P. ¿Hace callo estar de gira y pasar tanto tiempo fuera de casa y lejos de la familia?
R. Yo estoy experimentando esto desde hace poco, hace dos años que empezamos a girar fuerte. Antes de sacar mi disco Atrevido hacía giras, pero sólo en Argentina y con pocas canciones, o venía acá a España a hacer un evento y me volvía. Eran mucho más cortas. Siento que eso va en la personalidad de cada uno, a mí me gusta mucho estar tranquilo y cuando estoy en Argentina mi vida es muy diferente. Aprovecho el tiempo para estar con mi gente, a quienes veo esporádicamente. También me encanta viajar, conocer y aprender. Creo que en cada país aprendo cultural, musical e ideológicamente, me gusta y me incentiva. Para mí no es un problema, me gusta mucho girar.
“Para los argentinos todo es cuestión de vida o muerte. Somos muy pasionales”
P. La música de los artistas argentinos copa las listas de éxitos mundiales.
R. En Argentina el freestyle fue una catapulta para muchos, para hacer lo que siempre quisimos y para representar la personalidad en su máxima expresión, porque no es que salgamos de la batalla y nos pongamos todos a hacer la misma música o estemos todos en el mismo ámbito. Tuvimos mucha suerte de que la gente nos haya escogido como los exponentes. Es un fenómeno muy loco en ese sentido y siento que hay que agradecerlo. Estamos en una época dorada, musicalmente hablando, en Argentina y con toda la música de habla hispana.
P. La música de habla hispana, sobre todo la del género urbano, está teniendo muchísimo recorrido en la industria musical. Hace unos años era impensable que un número uno global fuese una canción en español. No sé si consideráis que se os tiene en cuenta en los circuitos de premios. ¿Merecéis más reconocimiento?
R. El mejor premio es el respeto de la gente. Que las academias grandes te premien es como una palmadita en la espalda, como decirte que estás haciendo las cosas bien y que es un buen gesto. Personalmente, no pienso en hacer canciones para ganar premios, siento que es una recompensa que viene si hacés las cosas bien y las disfrutas. Fuera de los galardones siento que la gente está consumiendo mucha música hispanohablante, latina, europea, lo que sea, y que estamos en un momento todos, España, México o Argentina, sacando mucho talento seguido y eso es buenísimo. Eso genera unión y siento que se viene una ola de música hispana muy grande.
P. Cuando empezaste en las batallas de gallos, ¿esperabas llegar a tener la repercusión actual?
R. Para nada, siempre lo soñamos, pero había que pelearlo mucho. La confianza siempre estuvo ahí y había que trabajar para lograrlo, pero ahí también hay algo que es el destino. Estoy seguro de que la mayoría de gente que escucha mi música empezó por las batallas y eso es algo superlindo.
P. ¿Qué has podido expresar a través del rap y del hip-hop?
R. Son mi vida básicamente. El hip-hop es una manera de vivir, de rezar, de vestir, de emprender, de comunicarse, de enseñar, de aprender. El rap es un género que me encanta, es mi género favorito de siempre, es lo que más escucho y lo que más me gusta escribir, pero el hip-hop es mi código, mi manera de ser, es algo que vive dentro de mí. Ni siquiera tuve que elegirlo porque ya me crie con estos valores y estos códigos.
“En Argentina el freestyle fue una catapulta para muchos [...] Tuvimos mucha suerte de que la gente nos haya escogido como los exponentes”
P. En Dance Crip dices que eres “la cara de los jóvenes del país”. Sigues muy conectado con tu barrio, La Boca, y con su gente.
R. Estoy muy agradecido. Mucha gente del barrio me para o incluso gente chiquita que vivió lo mismo que yo me dice “hermano, muchas gracias por hablar y por llevar a cabo esto, nosotros no tenemos el medio”. Es lindo saber que uno no está solo, que no hace música para un bien o para un fin personal, sino que también le está dando voz a gente que quizá no tiene cómo expresarse y que siente que mi música es ese canal con el cual identificarse.
P. Del freestyle a tener un contrato con una discográfica. Ambos mundos son muy competitivos.
R. Es muy diferente porque en el freestyle no sabes qué va a pasar, tienes que improvisar al bien de Dios, como salga ese día, si te levantas iluminado sale bien y al contrario no. No tiene mucho proceso, no tiene nada que ver, por ejemplo, con preparar un show en vivo. La música conlleva un montón de cosas, desde la producción de temas en el estudio, de la banda en vivo… son muchas más cabezas las que participan en el proyecto y creo que está bueno porque al final uno siempre aprende de las personas. Cambia mucho el método de ir solo, competir e improvisar para ganar o perder, a llevar un show, un mensaje o un espectáculo a la gente.
P. Cada vez sale más caro poder asistir a un concierto de música en vivo. Los precios de las entradas han aumentado exponencialmente.
R. En todos lados. Eso tiene que ver con la situación del país. Yo siempre le agradezco a toda la gente porque sé que ir a un show no sólo es gastar dinero, también es invertir tu tiempo. Hay gente que me dice que viaja horas para ir a un concierto mío. Acá en España hay gente del norte que viaja hasta Sevilla porque era el único al que podían ir.
“Es lindo saber que uno no está solo, que no hace música para un bien o un fin personal, sino que también le está dando voz a gente que quizá no tiene cómo expresarse”
R. ¿Cómo llevas la fama, sobre todo tras haberla vivido a una edad tan temprana?
R. Yo siempre intento ver el vaso medio lleno antes que medio vacío. Hay cosas que uno extraña. Tomarse un mate en la plaza, jugar en la cancha de fútbol del barrio, pero cuando estaba haciendo esas cosas estaba soñando con ser rapero y con vivir de esto. Creo que hay que recordarlo como algo lindo, porque hay muchas otras cosas que también son hermosas, como girar por el mundo, llevar a mi familia y a mis amigos, llevar mi mensaje. No lo cambio por nada.
P. ¿El futuro de Trueno?
R. Muchas cosas. Seguir haciendo música, seguir llevando a Argentina por todo el mundo. Amo a mi país, eso lo tengo claro. Mi misión en la vida es llevar el rap de Argentina hasta donde lleguemos.