El fútbol de selecciones ha vuelto. La semana que viene, una nueva ventana internacional volverá a paralizar las competiciones domésticas y desviará la atención hacia los combinados nacionales. España disputará dos partidos clasificatorios para la Eurocopa de 2024: el 8 de septiembre visitará Georgia y cuatro días después recibirá a Chipre en el Estadio Nuevo Los Cármenes de Granada. Este viernes, Luis de la Fuente comunicaba la lista de convocados para dichos compromisos en la comparecencia con mayor expectación que se recuerda en mucho tiempo en la Ciudad del Fútbol Rozas, repleta de prensa nacional e internacional. Y el motivo no era futbolístico, por más que el seleccionador anunciase que reclutaba a filas al adolescente del Barcelona, Lamine Yamal, que será el debutante más joven de siempre. La atención la centraba el caso Rubiales.
De la Fuente tenía mucho que explicar, desde sus aplausos al expresidente durante la Asamblea hasta su demora en rectificar. Este viernes tenía la oportunidad de expresarse. “Ante la repercusión de mis aplausos en la asamblea quiero explicar la situación allí vivida. He recibido duras críticas, que son totalmente merecidas. Pido perdón por ellas. Son hechos injustificables. Acudí a la Asamblea convencido de que era el acto protocolario de despedida de un presidente y se transformó en todo lo contrario. Estos gestos no representan mis valores ni la forma de actuar en la vida. Siempre he estado del lado de la igualdad y del respeto. En mis 26 años de entrenador siempre he tenido un comportamiento intachable. Ni Jenni ni el resto de sus compañeras son responsables de lo que tras la final del Mundial aconteció. Me gustaría pasar página y volver a hablar de fútbol”, dijo el seleccionador.
Rechaza dimitir
Una vez presentadas sus disculpas, De la Fuente aseguró que, pese al error, todo lo que había sucedido no era motivo para que dejase el cargo. “No tengo que dimitir, tengo que pedir perdón. Cometí un error, un error humano, inexcusable. Si pudiera volver a atrás, no volvería a cometer ese acto. Estoy del lado de la igualdad y del respeto. Todos tenemos que mejorar en materia de igualdad y yo el primero. Es injustificable lo que hice”, apuntó, antes de explicar los motivos que le llevaron a aplaudir. “Lo que trato de exponer es el contexto. Yo lo viví desbordado, no supe estar a la altura y no pude controlar las emociones. Aplaudí por ese contexto en el que estábamos. Nunca había vivido una situación de ese estrés emocional. Cuando después reflexionas y te ves en las cámaras… No me reconozco. Dentro del bosque uno no ve más que ramas y al separarse del bosque se ve la verdadera situación. A la Asamblea acudimos casi todos los trabajadores de la RFEF pensando que íbamos a ver el cese de un presidente y nos encontramos con otra cosa totalmente diferente. No era fácil de digerir, fue una situación que me superó”, argumentó.
El seleccionador insistió en que acudió a la Asamblea convencido de que Rubiales presentaría la dimisión. “No me he sentido traicionado por él, pero yo llegué pensando que iba a ser una asamblea de dimisión y entramos en shock cuando vimos que no era así. Me gustaría que me cuestionaran por los resultados, es un escenario que toreo con tranquilidad. Este me genera inquietud y tensión”, apuntó. Cuestionado de nuevo sobre las voces que pedían su dimisión como seleccionador absoluto, como la de líder de Sumar, Yolanda Díaz, reivindicó que contaba con el respaldo de la RFEF al completo. “Cuento con el apoyo de los presidentes territoriales y el de la Federación, si no lo hubiera tenido, que no quepa duda de que no estaría aquí. Ante lo que dijo Yolanda Díaz, respeto su opinión”.
Demora en las explicaciones
Uno de los puntos que más ha chirriado en torno a De la Fuente ha sido la gestión de los tiempos. El técnico tardó más de 24 horas en retractarse sobre sus aplausos y no lo hizo hasta que la FIFA anunció la suspensión de Rubiales. “Entendía que este era el espacio en el que tenía que dar explicaciones. Seguramente hay gente que también coincidirá conmigo. Mi disculpa es sincera. Lo creo desde el convencimiento. Siempre estoy del lado de la igualdad y el respeto, pero debemos seguir mejorando”, ha explicado. Para justificar su retraso, argumentó que actuó lo más rápido que pudo. “Cuando terminó la asamblea me reuní con el cuerpo técnico hasta altas horas de la madrugada y también el sábado. Debía apartarme del foco para tener otra perspectiva y tomar las decisiones. Tardé 24 horas, fue lo más rápido posible”.
De la Fuente confirmó que no había hablado personalmente con Jenni Hermoso. “No he contactado con ella. Está viviendo un momento difícil, no es responsable de lo que está pasando. No he tenido la oportunidad de hablar con ella, quizás por falta de valor, pero no he hablado con ella aún. Tenía que reflexionar, apartarme del foco para tener otra perspectiva. Cuando me aparto, me tranquilizo y vemos lo que pasa, tomo la decisión lo más rápido que pude hacerlo”, concluyó sobre el asunto.
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