El creador de ‘Suits’ desvela el veto de la casa real británica: quitaron una palabra que Meghan Markle decía en el guion

La serie que nos dio a conocer a la actriz antes de convertirse en la duquesa de Sussex ha desvelado una de sus grandes polémicas

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Meghan Markle en 'Suits'
Meghan Markle en 'Suits'

Antes de que llegara Succession, había otra serie que dominaba la ficción en torno a las grandes corporaciones, aunque más orientado al mundo de la legalidad que el de los negocios. Se trataba de Suits, la serie en la que dos jóvenes abogados intentaban salirse con la suya y casi siempre bordeando la legalidad. Michael Ross y Harvey Specter formaron una dupla para el recuerdo durante los más de 8 años que duró la serie, pero junto a ellos también descubrimos a Rachel Zane, la ingeniosa abogada a la que daba vida una tal Meghan Markle, de la que nadie se esperaba se acabase convirtiendo en miembro de la familia real británica.

Aquella serie, que llevaba por nombre Suits, terminó hace ya cuatro años, y es por ello que su creador se ha decidido a reflexionar acerca de la serie y de paso revelar algunos de los detalles más desconocidos. Entre ellos, el showrunner Aaron Korsh desvela que la familia real británica empezó a intervenir en la serie a partir de que Meghan Markle se casase con Harry de Sussex y, por tanto, la actriz entrase a formar parte de la realeza del Reino Unido. Para sorpresa de muchos, no fue con ningún cambio del personaje de Rachel Zane, pero sí con una frase, o más bien una palabra que querían evitar que dijese a toda costa.

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“Recuerdo que fue una línea particular de diálogo y, mira, voy a decir qué era. La familia de mi mujer tiene una palabra para cuando van a discutir un tema sensible, poppycock —que vendría a ser algo parecido a ‘bobadas’ o ‘paparruchas’ en castellano—. Digamos que quieres hacer algo que sabes que tu marido no quiere que hagas, pero al menos quieres discutirlo, y en el proceso de discutir no aguantarías nada de lo que tuviera que decir, simplemente dirías “paparruchas”, comenzaba explicando Korsh.

“En el episodio, Mike y Rachel iban a tener una situación así, y quería que Meghan Markle dijera ‘Mi familia diría poppycock’. Pero la familia real no quería que dijera la palabra, no querían poner la palabra poppycock en su boca. Y supongo que es porque no querían que nadie pudiera editar el vídeo y que pareciese que decía ‘cock’ —pene en inglés—. Así que tuvimos que cambiarla por bullshit —mierda en inglés— y no me hizo gracia porque ya le había dicho a mis suegros que iba a introducir la palabra”, confiesa el guionista de la serie.

Un ‘nuevo’ viejo éxito de Netflix

Con paparruchas o sin ellas, lo cierto es que Suits tuvo un gran éxito y sirvió para darnos a conocer a Meghan Markle tanto a la gran audiencia como al propio príncipe Harry. El hecho de estar protagonizada por un miembro de la familia real británica podría ser uno de los motivos por los que la serie está viviendo una segunda vida en Netflix, donde se ha convertido en una de las series más vistas de la plataforma y en la que más dentro de su producción no original.

Según Korsh, la presencia de Meghan Markle en la serie sin duda ha tenido influencia en un creciente interés por parte de nuevos espectadores, pero no es la única. El tono de la serie, una mezcla de comedia con drama pero que nunca llega a ser demasiado intenso, sumado al personaje protagonista de Mike Ross (Patrick Adams), podrían ser algunas de las otras razones por las que la serie vuelve a triunfar ahora. En definitiva, para su creador es una serie en la que la gente se puede ver de alguna manera reflejada en los personajes o querer aspirar a ser uno de ellos, según afirma. Claro que no todo el mundo puede acabar convirtiéndose en miembro de la familia real británica.

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