El 15 de agosto de 2020 se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el “Convenio colectivo para las futbolistas que prestan sus servicios a clubes de la primera división femenina de fútbol”. Hace tres años de la firma de ese documento, que trajo mejoras para las futbolistas, aunque aún muy alejadas de los beneficios económicos de los que gozan sus compañeros de profesión. Un progreso en las condiciones de la Liga F respecto al anterior.
El domingo 20 de agosto de 2023, las chicas de la selección española escribieron un capítulo sin precedentes en la historia del deporte femenino español. Ya lo hicieron con su pase a cuartos, fase a la que nunca habían conseguido llegar. Continuaron con las semifinales, en las que vencieron a Suecia por 2-1. Y sentenciaron el libro por todo lo alto con la estrella dorada bordada en la camiseta roja. Un partido ante Inglaterra en el que Olga Carmona fue la autora del único gol de la victoria.
España ya había sido campeona del mundo. Lo fue en 2010 en el Mundial de Sudáfrica, cuando los chicos consiguieron vencer a los Países Bajos con un gol de Andrés Iniesta. Sin embargo, ellas han comenzado la historia del fútbol femenino español. Estas jugadoras han enganchado a la sociedad al fútbol femenino, consiguiendo darle visibilidad y poniendo sobre la mesa las diferencias que todavía perduran en el fútbol cuando del masculino o femenino se trata. Gracias a este hito histórico, las negociaciones sobre las condiciones económicas están más vivas que nunca.
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¿Cuánto cobran las futbolistas?
El artículo 23 de este convenio establece una cantidad mínima bruta anual de 16.000 euros para las jugadoras a tiempo completo. “Cada Futbolista Profesional a la que se aplique este convenio, deberá percibir como mínimo la cantidad bruta anual de 16.000 euros a tiempo completo o la cantidad proporcional que corresponda en función de la jornada pactada con la Futbolista”, indica el documento en su artículo 23. La jornada ordinaria (o completa) incluye siete horas diarias (35 horas semanales), mientras que las jornadas a tiempo parcial “no podrá ser inferior en cómputo global al 75% de la jornada ordinaria” (artículo 7). Esta jornada comprende la prestación de sus servicios ante el público y el tiempo bajo las órdenes del club, ya sea en condiciones de entrenamientos, preparación física o técnica.
El salario de estas jugadoras, según convenio, incluye lo siguiente, además del sueldo mensual: prima de contratación o fichaje, prima de partido, sueldo mensual, pagas extraordinarias, premio de antigüedad y derechos de explotación de imagen.
Asimismo, este texto especifica los descansos a los que las jugadoras tienen derecho incluidos en su remuneración. Si se trata del descanso semanal, este consta de un mínimo de día y medio de manera continuada. Si se habla del descanso vacacional, la cantidad de días de descanso aumenta a 30 días naturales (o parte proporcional que le corresponda si es menos de un año de contrato), de los que se requiere que un mínimo de 21 días se disfrute de manera continuada (con excepciones en el caso de compromisos internacional).
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La brecha salarial sigue siendo muy amplia
Conociendo todos estos datos, se sabe que las condiciones de las chicas están muy definidas en el documento, y que les deja un “salario digno” para vivir. Sin embargo, atendiendo a la realidad, la mayoría de las futbolistas de élite en España compaginan el fútbol con otro trabajo. Aquí está la verdadera polémica de este tema: en el fútbol masculino esto no ocurre.
Si bien el salario mínimo femenino en el fútbol se establece en 16.000 euros, el masculino ronda los 182.000 euros brutos anuales. La realidad está mucho más alejada. La jugadora que tiene el sueldo más elevado en España, según se ha podido conocer (los contratos de fútbol femenino no suelen hacerse públicos), está en 800.000 euros al año. Es el de Alexia Putellas, jugadora del FC Barcelona. El del jugador mejor pagado en la anterior temporada se situó en 31,25 millones de euros, y era el de Eden Hazard, que en la temporada anterior militaba en el Real Madrid.
Esta brecha salarial extrapola las fronteras. Según una lista publicada por la revista Forbes, la jugadora que más dinero gana a nivel mundial es Alex Morgan, con una totalidad de 7,1 millones de dólares, de los que 6,2 millones de dólares son fuera del campo y solo 0,8 millones de dólares corresponde a su salario como futbolista. El jugador es Cristiano Ronaldo, y gana en torno a 136 millones de dólares (126,6 millones de euros).
“No creemos que a día de hoy se puedan igualar salarios, tenemos que ir paso a paso”
Los sindicatos Futpro y AFE (Asociación de futbolistas Españoles), así como una representación de la Liga del Fútbol Femenino, presionan desde hace tiempo una mejora de este convenio. El 29 de agosto se reunieron con la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien alegó que “pueden haber retribuciones diferentes entre hombres y mujeres, pero deben ser razonables y deben estar motivadas”. El presidente de la AFE, David Aganzo, reconoció el convenio de 2020 como “histórico” y “la pieza de inicio”. “No creemos que a día de hoy se puedan igualar salarios, tenemos que ir paso a paso”, señaló Aganzo.
Los acuerdos no llegan entre las partes que piden esa mejora. La última propuesta de mayo de los sindicatos persigue que se alcancen los 30.000 euros anuales en el tercer año de vigencia del nuevo convenio. Para esas fechas, la Liga F en su propuesta exigía 16.500 euros para la temporada anterior; 17.500 euros para esta y 19.000 para la de 2024-25.
“Los cinco sindicatos hemos hecho varias propuestas a la mesa del convenio, pero la postura de la patronal siempre es la misma, que no hay dinero para subir los sueldos”, aseguró Amanda Gutiérrez, presidenta de FUTPRO, en la reunión, en la que también se refirió a la huelga como uno de los mecanismos de las jugadoras para desbloquear las negociaciones por el aumento de salario.
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