Aston Martin vive en una montaña rusa de emociones. Han pasado de estar instalados en la euforia y optimismo colectivo provocado por los seis podios en las ocho primeras carrera, a la irregularidad que les retrasó hasta la cuarta fila de la parrilla para, tras el segundo puesto de Alonso en Zandvoort, volver a descorchar la ilusión por conseguir una victoria. Cuando más cerca estuvieron fue en el inicio de temporada. Mónaco y Canadá fueron los escenarios en los que Verstappen se humanizó y Alonso tuvo más opciones de subirse a lo alto del podio. La escudería británica aprovechó el parón estival para trabajar en el monoplaza y subsanar los problemas que provocaron la bajada en su rendimiento.
Uno de los principales fundamentos era el alerón delantero del AMR23 de Fernando Alonso. En el paddock se especuló con un posible requerimiento de la FIA que ha obligado a Aston Martin a realizar modificaciones en su alerón delantero. Mike Krack, jefe del equipo, avivó este rumor. “No puedo confirmarlo y tampoco puedo negar que esa orden de la FIA nos afectara. No podemos entrar mucho en detalles, pero las piezas que traeremos en las próximas semanas arreglarán esto”.
Alonso mostró su disconformidad
Dicho y hecho, las nuevas modificaciones auparon a Fernando hasta el segundo cajón del podio en Países Bajos y le permitirán plantar batalla en Monza. Alonso también mostró su descontento por los tiempos de ejecución de la FIA. “No estoy a favor de cambiar los alerones delanteros a mitad de año. Si un monoplaza arranca con algo de flexión, ¿Por qué a mitad de año tienes que endurecer esas aletas o algo así?”, explicaba el asturiano, partidario de actuar al principio o al final de la temporada.
Los equipos han vivido la primera parte de la temporada en el alambre del reglamento. Buscando algún resquicio y vacío legal en lo que a la flexibilidad de los alerones se refiere para arañar décimas en cada vuelta. La FIA, después de avisar a Aston Martin, se ha plantado. Monza será la última carrera donde será permitido cualquier alerón flexible. Una vez finalice el gran premio, todos los monoplazas se someterán a una severa inspección para comprobar que cumplen con las normas.
El artículo 3.2.2 del Reglamento Técnico de la F1 sostiene que todas las piezas que influyan en la carga aerodinámica del monoplaza deben estar “rígidamente asegurados e inmóviles con respecto a su marco de referencia definido en el artículo 3.3. Además, estos componentes deben producir una superficie uniforme, sólida, dura, continua e impermeable en todas las circunstancias”. Una medida que la FIA sospecha que no se está cumpliendo.
Por ello, el organismo ha sido contundente. No permitirá “diseños de ensamblaje que explote el cumplimiento localizado o los grados de libertad”, según informa Autosport. Después de Monza, con el fin de evitar los vericuetos de las escuderías, los exámenes serán más rigurosos. La FIA obligará a cada equipo a proporcionar los planos de montaje que muestren las fijaciones del alerón delantero.
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