El Banco Central Europeo (BCE) aprobó por unanimidad subir sus tipos de interés en un cuarto de punto en la reunión de finales de julio, para que baje la inflación en la zona del euro, y consideró que la decisión de septiembre dependerá de los datos.
Las actas de esa reunión, publicadas este jueves, revelan que “todos los miembros apoyaron el aumento de los tipos de interés de 25 puntos básicos propuesto por Philip Lane”, el economista jefe del BCE.
Aunque un miembro del Consejo de Gobierno del BCE expresó su preferencia por no aumentarlos debido al riesgo de que la transmisión a la economía real de la subida fuera más fuerte de lo anticipado.
Ahora sus tipos de interés están en el 4,25 % y su facilidad de depósito, el interés que paga a los bancos por el exceso de reservas a un día, en el 3,75 %.
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El BCE ha subido sus tipos de interés en 425 puntos básicos desde julio del año pasado, el ciclo alcista de los tipos de interés más rápido en la historia de la zona del euro.
Demasiada incertidumbre
El Consejo de Gobierno del BCE enfatizó en la reunión de finales de julio que las decisiones sobre las tasas de interés deben tomarse según sean los datos económicos y en cada reunión debido a que hay mucha incertidumbre.
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Los miembros del Consejo de Gobierno estuvieron ampliamente de acuerdo en que antes de su reunión de septiembre no debían insinuar una nueva subida de las tasas de interés, ni una pausa en las alzas ni que se había alcanzado el nivel máximo.
Una restricción mayor de la política monetarias, es decir más subidas del precio del dinero, se debe analizar en cada reunión, según los datos económicos disponibles y teniendo en cuenta una gestión de riesgo que pondere los riesgos relevantes, consideró el BCE a finales de julio.
Algunos miembros del Consejo de Gobierno del BCE se mostraron a favor de subir más los tipos de interés en septiembre para llevar la inflación al objetivo del 2%, sobre todo si la inflación no baja tan rápidamente como se esperaba.
“Un aumento más de las tasas de interés sería necesario en septiembre si no hay evidencia convincente de que el efecto de la restricción acumulada no era suficientemente fuerte para que baje la inflación subyacente”, apostillan las actas.
Algunos miembros del BCE consideraron que llevar la inflación al objetivo puede ser difícil una vez que haya desaparecido el efecto en la inflación de impactos anteriores en la oferta externa y que hayan comenzado a tener más importancia presiones sobre los precios internas.
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