Mediaset ha estado renovando su parrilla televisiva de cara a la nueva temporada que está a punto de empezar. Tras cuatro años sin emitirse en la cadena, Gran Hermano VIP vuelve con su octava edición a Telecinco. El próximo 14 de septiembre se retransmitirá en Mediaset la vida en directo de sus concursantes, de los que apenas se conocen detalles.
Marta Flich estará al frente de la nueva etapa de Gran Hermano VIP relevando a Mercedes Milá y Jorge Javier Vázquez y ha trascendido que una de las participantes es la veterana presentadora de televisión peruana Laura Bozzo.
Todavía no ha empezado el conocido reality que da vida a la casa de Guadalix de la Sierra, pero la confirmación de la conductora de 71 años ya ha dado mucho de qué hablar. Su escandaloso pasado y sus problemas con la justicia han vuelto a salir a la luz y la han situado en el centro de los focos.
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Laura Bozzo es una de las abogadas y presentadoras de televisión más conocidas de Latinoamérica. Laura en América fue uno de los exitosos programas que condujo Bozzo y con el que alcanzó una fama internacional. De hecho, Mediaset quiso ficharla para presentar un programa en España. Sin embargo, las negociaciones no se consolidaron.
Un pasado oscuro
Apostando al cien por cien por la peruana, la productora de televisión se ha saltado su propio código ético para que Laura Bozzo participase en la octava edición de Gran Hermano VIP. Los problemas judiciales de la presentadora rompen con la nueva línea editorial del grupo de comunicación, en la que establece que ofrecerán una televisión más blanca y familiar.
A lo largo de su trayectoria, la vida de la conductora se ha visto envuelta en diferentes escándalos de amenazadas, corrupción, expulsiones de programas y una imputación. El éxito de la celebridad peruana se derrumbó a principios de los años 2000, cuando fue relacionada con una red de corrupción de Vladimir Montesinos, asesor del presidente peruano Alberto Fujimori.
Laura Bozzo fue acusada de falsedad, asociación ilícita para delinquir y lavado de dinero. Mientras que Montesinos cumplió condena en la cárcel, la presentadora de televisión pasó tres años de arresto domiciliario. A su historial también se suma la polémica que tuvo lugar en 2022, cuando huyó de México para evitar cumplir prisión preventiva. La presentadora de TV tenía una deuda de 13 millones de pesos que, finalmente, terminó pagando.
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