Irene Montero, de repetirse la coalición de Gobierno entre Sumar y el PSOE, no repetirá al frente del Ministerio de Igualdad. Durante las negociaciones con Sumar, el equipo de Yolanda Díaz trasladó a la aún ministra del Gobierno de España la determinación de eliminar su nombre de las listas electorales tras constatar que suponía un activo que, lejos de sumar, levantaba reticencias entre algunos sectores de los votantes.
Durante una entrevista en TVE, la ministra en funciones ha querido hacer balance de su acción de gobierno dejando claro que “ha merecido la pena, no tengo ninguna duda”. “Las feministas a lo largo de la historia, por defender la interrupción voluntaria del embarazo, por defender las vidas libres de violencia, han sufrido la cárcel, han hecho huelgas de hambre, han sufrido violencia política”, ha agregado.
“Las feministas sabemos que avanzar en derechos tiene un alto coste, pero que a nadie le quepa ninguna duda, que vamos a seguir luchando”, ha seguido Montero. Aunque se ha permitido un momento para desear que “ojalá nadie tenga que sufrir la violencia política, pero desde aquí quiero mandar un mensaje a los adversarios políticos de las feministas y es que se acabó, que es lo que han dicho las jugadoras” de fútbol femenino.
La “violencia política”
La ministra de Igualdad se enfrenta a sus últimas semanas como miembro del Gobierno y, al parecer, también dentro de la política institucional. Montero ha protagonizado algunos de los momentos más tensos de la política española en los últimos años. Episodios que, tanto Podemos, como Irene Montero han calificado como “violencia política”
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“Inmadura”, “humillada”, “acomplejada”, o frases como que “se siente inferior a los hombres”, se han escuchado por parte de la clase política contra Montero. La ministra de Igualdad ha sido atacada por su relación con el que fuera líder de Podemos y vicepresidente, Pablo Iglesias. Un alcalde del PP dijo de ella que “tiene llagas en la boca, de chupársela al coletas”. También recibió duras críticas por su viaje institucional a Nueva York junto al equipo de ministerio de Igualdad, en el que se reunió, entre otras personalidades, con altos representantes de Naciones Unidas, se dijo que “trasladó la fiesta de pijamas a Nueva York”. Sobre sus propuestas en los PGE, Vox dijo que eran “los presupuestos para mantener a la inútil y soberbia ministra de Igualdad” y que “su único mérito es haber estudiado en profundidad a (Pablo) Iglesias”.
La violencia política contra Irene Montero se ha sumado al profundo desgaste de los “efectos indeseados” de la ley del solo sí es sí, su proyecto estrella. Con la vocación de cambiar el eje de los delitos contra la libertad sexual de las mujeres, el ministerio de Igualdad, por medio de la ley de libertad sexual, estableció como eje central el consentimiento. Entre las novedades de la ley, se introdujeron modificaciones de penas, lo que produjo la rebaja de penas de condenados por violencia sexual, provocando un desgaste profundo tanto a su figura como a su acción de gobierno al frente del ministerio.
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El legado de Igualdad
La dirigente de Podemos también ha confirmado que el próximo lunes 4 de septiembre, el ministerio de Igualdad convocará un comité de crisis para analizar cada uno de los casos de violencia machista que se han registrado en el mes de agosto, un mes que, por las vacaciones estivales, suele ser de los peores del año. “Al igual que en navidades, cuando aumenta el tiempo de convivencia, las víctimas aumentan, por eso desde aquí quiero recordar que el 016 está disponible 24 horas al día y no deja rastro en la factura”, ha recordado la ministra.
Irene Montero ha sido la ministra más joven de la historia de España, después de la primera ministra de Igualdad, Bibiana Aído. Un ministerio creado por José Luis Rodríguez Zapatero que Sánchez recuperó, según llegó al ejecutivo, en junio de 2018.
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Entre las principales acciones del departamento dirigido por Montero al frente de Igualdad han sido la modificación de la ley del aborto. En la nueva ley se recupera el derecho de las mujeres mayores de 16 años a interrumpir el embarazo sin consentimiento paterno, se eliminaron los tres días de reflexión antes del proceso de interrupción voluntaria del embarazo y se han introducido las bajas por menstruación dolorosa, entre otras cuestiones. En materia LGTBI, Igualdad ha introducido el derecho al cambio registral a las personas trans partir de los 16 años sin necesidad de hormonarse, amparándose en la autodeterminación de género.
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