Es una de las principales promesas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para el curso escolar que comienza la semana que viene: la bajada de ratios en primero de la ESO (12-13 años) y en el segundo curso del ciclo de Educación Infantil (4-5 años). El objetivo es que haya menos alumnos por clase para, en teoría, mejorar la atención educativa que reciben los estudiantes. En la ESO ese ratio baja este nuevo curso de 30 a 25 alumnos por clase. En Infantil el ratio se reduce de 25 a 20 escolares por clase (un ratio que ya se aplica en el primer curso de 3 a 4 años).
Pero sindicatos y oposición critican que la falta de previsión y presupuesto ha conllevado que el Gobierno regional haya tenido que hacer “malabares” para cumplir con este compromiso, ya que apenas se han construido nuevos centros educativos. De hecho, la Comunidad solo ha anunciado la inauguración este curso de dos: el instituto Blanca Fernández Ochoa de Montecarmelo (en Madrid capital) y el colegio público de Educación Especial Duque de Ahumada (en Valdemoro).
A pesar de que faltan nuevas infraestructuras, la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades asegura que este nuevo curso se han habilitado 315 aulas en secundaria y 138 en Infantil para poder bajar los ratios. La ecuación es sencilla. Si debe haber menos alumnos por clase, debe haber más clases. Para crear estas nuevas 453 aulas la Comunidad ha invertido 2.130.000 euros, por lo que de media se ha gastado 4.700 euros en sacarse de la manga casi medio millar de nuevo aulas.
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¿Cómo lo ha hecho? Esteban Álvarez, diputado socialista y expresidente de Adimad, la asociación que agrupa al 80% de los equipos directivos de los centros de secundaria de Madrid, asegura que lo ha hecho la consejería es “reconvertir espacios que ya existen en los centros, como bibliotecas, laboratorios, aulas de tecnología... para crear estas nuevas aulas de docencia”. A pesar de ello, Álvarez asegura que no se ha conseguido el objetivo de bajar los ratios. “En al menos el 50% de los centros educativos de la comunidad estas clases van a cerrar con ratios de 26 o 27 alumnos. De los diez institutos, por ejemplo, que hay en el municipio de Parla, las aulas de primer curso de la ESO no llegarán al objetivo de 25 alumnos”.
Desde la Consejería de Educación aseguran, no obstante, que sí se van a cumplir los objetivos: “en todos los centros públicos y en casi todos los concertados, porque se ha dado una moratoria de un año para que un centenar de concertados puedan adaptarse a estos nuevos ratios”. Desde Educación señalan que se han contratado 561 profesores de secundaria y 166 maestros de primaria para alcanzar este compromiso.
Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO en Madrid, señala que solo las 315 nuevas aulas que supuestamente ha creado la Comunidad para el primer curso de la ESO supondría la construcción de 15 nuevos institutos. “Cada instituto cuesta de media nueve millones de euros, por lo que haría falta una inversión de 135 millones de euros”.
La realidad enfatiza Galvín, es que la Comunidad ha invertido dos millones de euros para habilitar 453 aulas, por “lo que realmente se ha hecho son obras menores en centros ya existentes. Con los colegios e institutos que hemos contactado nos han dicho que se han ocupado espacios que ahora se usan para otras actividades educativas. Incluso algún director nos ha comentado que le han dicho que habiliten espacios que ahora utilizan para ‘guardar trastos’”. Lo que ha hecho la Comunidad, coinciden CCOO y el PSOE, es “deteriorar las instalaciones existentes” e incumplir el Real Decreto 132/2010, de 12 de febrero, que regula “los requisitos mínimos” que deben cumplir los centros que impartan las enseñanzas del segundo ciclo de la educación infantil, primaria y secundaria.
Préstamos de libros y becas comedor
El curso 2023-2024 comienza este año el 6 de septiembre con 1.261.750 alumnos y 88.700 docentes. Casi el 83% de los estudiantes comenzará las clases en un centro sostenido con fondos públicos. En el capítulo de ayudas, la Comunidad ha incrementado un 25,2% la inversión en el préstamo gratuito de libros de texto. De esta forma, se van a incorporar a 40.000 nuevos beneficiarios en un servicio que ya usan 480.000 alumnos. En cuanto a las becas comedor, su inversión subirá un 21,3% llegando a los 39,2 millones de euros y 100.000 beneficiarios, 13.000 más que el curso anterior.
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