Sol Macaluso ha sufrido un duro golpe personal. La reportera, que se ganó el cariño de miles de espectadores por su papel como corresponsal en la guerra de Ucrania, ha desvelado junto a su pareja que ha sufrido un aborto de los gemelos que esperaba en su semana 12 de gestación.
La argentina, que arriesgó su vida para contar sobre el terreno la última hora del conflicto y se enfrentó a numerosas dificultades, ha publicado un vídeo en su perfil de Instagram en el que relata su triste pérdida.
Entre lágrimas y junto a su chico, Gennaro, la periodista se dirige a sus seguidores: “Este no es el vídeo que teníamos pensado publicar esta semana. Como vieron, estuve en el hospital y he recibido varias preguntas acerca de eso”, comienza.
“Perdimos a nuestros bebés estando de tres meses de embarazo gemelar. Era justo la semana en que teníamos los controles de los tres meses ya para confirmar que seguían estando bien. Nos dijeron que no había latido cardíaco y tuvieron que intervenirme”, ha explicado Macaluso, que estaba esperando a confirmar que todo iba bien para anunciar su embarazo.
“Queríamos hablar de esto porque nos parece muy importante. Se habla muy poco del duelo perinatal. Una de cada cuatro mujeres pierden los embarazos y nos toca estar dentro de las estadísticas”, prosigue emocionada. “Estamos fuertes y más juntos que nunca, con nuestros angelitos desde el cielo”, añade.
“Que no se minimice el dolor”
Además, la pareja ha aprovechado para reivindicar el respeto hacia las personas que sufren estas situaciones: “Queríamos hacerles parte de esto para visibilizar estos casos y para que se respete nuestro dolor sin juicios. Cada uno lo vive como puede y como le sale. Duele, pero estamos juntos y seguimos adelante. Dios nos va a recompensar cuando sea el momento”.
Finalmente, Sol pide “que no se minimice el dolor de las personas que pasan por esto diciendo ‘por lo menos no lo conocieron’, ‘al menos no le vieron la cara’ o ‘mejor ahora que más tarde’, porque duele igual”. “Estos bebés eran buscados y muy deseados (...) Para nosotros eran nuestros hijos, tenían su nombre y van a estar con nosotros siempre”, concluye.
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