La madre de Rubiales dice que su hijo le pide que deje el encierro pero seguirá hasta que su “cuerpo aguante”

La madre del presidente de la Federación también ha afirmado que continuará la huelga de hambre hasta que Jenni Hermoso “no diga la verdad”

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La madre de Rubiales en la iglesia en huelga de hambre (Alex Cámara /Europa Press)
La madre de Rubiales en la iglesia en huelga de hambre (Alex Cámara /Europa Press)

La madre de Luis Rubiales, Ángeles Béjar, ha asegurado este martes que continuará encerrada en una parroquia de Motril (Granada) hasta que la futbolista Jennifer Hermoso “no diga la verdad”. Aunque ha reconocido que su hijo le ha pedido que deje el encierro, a lo que ella ha reafirmado su voluntad de seguir adelante “hasta que mi cuerpo aguante”.

En declaraciones a los medios de comunicación presentes en el exterior de la Parroquia de la Divina Pastora de Motril, Béjar ha manifestado que esta situación “se soluciona diciendo la verdad porque era una anécdota”. Además, ha manifestado su sorpresa por la dimensión que ha tomado el beso que le propinó el presidente de la Federación Española de Fútbol suspendido por la FIFA a la jugadora Jenni Hermoso en la final de la Copa del Mundo en la ceremonia posterior de entregas de medallas tras ganar España el título.

“Mira dónde ha llegado”, ha asegurado a los medios sobre la situación creada a posteriori. Lo que sí ha afirmado es que se encuentra bien y ha confesado que había pasado la noche en una silla. Esta tarde noche ha tenido lugar en Motril una misa y una concentración de vecinos que han querido mostrar su apoyo a Luis Rubiales, que se ha saldado sin incidentes de ningún tipo. La convocatoria ha llenado la eucaristía celebrada a última hora de la tarde de este martes en la parroquia de la Divina Pastora de Motril, donde la madre del ejecutivo motrileño, Ángeles Béjar, iniciaba este pasado lunes una huelga de hambre en su apoyo y para que la futbolista Jennifer Hermoso “diga la verdad”.

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Ángeles Bejar ha sido apartada fuera de la vista de sus convecinos tras dos días “sin comer”, en una protesta para que Hermoso vuelva “al criterio” sobre el beso en los labios que su hijo le dio tras la victoria de la selección española en Sidney (Australia). Para evitar cualquier tipo de incidente en la convocatoria, se ha desplegado un dispositivo de seguridad con efectivos de Policía Nacional y Local.

Qué dicen los vecinos

Entre los testimonios a las puertas de la iglesia, Ángeles Montes, que ha señalado a los periodistas que es amiga íntima, ha explicado que ella ha lamentado “la injusticia que estaban haciendo” con el directivo del fútbol español, señalando que cree que la madre está dispuesta a “llegar hasta el final” con su protesta. Ha mostrado su preocupación a las puertas del templo, pues “está delicada porque la operaron de una pierna” y “lo estará pasando muy mal” antes de enviarle mensajes telefónicos, en tanto la iglesia ha permanecido cerrada en la mañana de este martes. Béjar es una mujer “espiritual”, que “cree mucho en Dios” por lo que está “rezando”.

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“Cualquier madre por un hijo hacemos cualquier cosa”, ha indicado esta amiga, que no cree que Rubiales “haya llegado a hacer una agresión sexual”. Otra vecina que ha hablado con la prensa ha sido Loli, quien ha dicho entender la protesta, aunque “le perjudica a ella”.

Esta vecina ve “malamente” que haya una iniciativa, en referencia a la que tiene previsto plantear IU-Equo en septiembre en el Ayuntamiento de Motril, para retirar la Medalla de la Ciudad a Rubiales porque “si se la ha ganado” es “porque lo merecía” y ha reducido lo que está ocurriendo en la RFEF con que vendrá un “enchufado detrás más gordo que él para meterse”.

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