Las negociaciones para acordar un nuevo convenio colectivo de fútbol femenino, el segundo, no han avanzado desde que se iniciaron en junio de 2022. A lo largo de estos más de 12 meses, los sindicatos y la patronal del sector han mantenido diversas reuniones, siendo la última conocida el 4 de julio, pero las propuestas salariales de los representantes de las trabajadoras eran inaceptables para los clubes a los que representa la Liga F.
Sin embargo, las negociaciones se retomarán esta semana con una nueva reunión en la que la parte sindical pone esperanzas. Así lo ha avanzado David Aganzo, presidente de AFE, calificando la cita de “importante”. El encuentro llega después de que el Ministerio de Trabajo hiciera público este lunes que la Inspección está investigando la desigualdad retributiva en el fútbol femenino y tras las reuniones que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha mantenido con la propia patronal y con dos de los sindicatos, Futpro y AFE. La presión parece haber surtido efecto, al menos para que se reanuden las conversaciones.
Aunque los contactos de Trabajo con el fútbol femenino se hayan hecho públicos ahora, ya venían fraguándose desde hace tiempo. Así lo ha reconocido Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga F: “No es la primera vez que hablamos del tema del convenio con Yolanda”, ha asegurado al salir de la reunión con la ministra. Tras tiempo de contactos discretos, todo apunta a que las posturas se han aproximado.
“Le hemos trasladado -a Díaz- nuestra total voluntad de acercar posturas”, ha señalado Álvarez, asegurando que desde la Liga F se está haciendo “un trabajo de concienciación y de responsabilidad con los clubes para tratar de mejorar las condiciones actuales y acercar posturas de los sindicatos”.
Aunque no ha querido adelantar qué cifra salarial va a proponer la patronal en las nuevas negociaciones ni cómo va a ser el “acercamiento” con los sindicatos. “Necesito contar con el apoyo de los clubs que represento, entre los que hay cuatro independientes que no pertenecen a la liga profesional y son modestos. Tenemos que velar no solo por los ricos, sino más bien por los pobres”, ha explicado.
Futpro no descarta la huelga
Los sindicatos critican que la postura de la patronal “siempre es la misma y es que no hay dinero”, de manera que no es posible pagar a las futbolistas un salario mínimo superior al actual, de 16.000 euros anuales, muy cercano al Salario Mínimo Interprofesional (15.120 euros). La última propuesta pública de los sindicatos, que data de mayo, persigue que se alcancen los 30.000 euros anuales en el tercer año de vigencia del nuevo convenio, mientras que la propuesta de la Liga F en aquellas fechas era 16.500 euros para la temporada anterior; 17.500 euros para esta y 19.000 para la de 2024-25.
Amanda Gutiérrez, presidenta de Futpro, ha reivindicado tras su reunión con Díaz que después de ganar un mundial “y demostrar, por fin, que somos las mejores del mundo (...) no podemos andar con los mismos discursos”. En su opinión, si se invierte en el negocio fútbol femenino y en sus “principales activos” (las jugadoras) se genera dinero porque genera interés. En este contexto, ha mencionado, como ya ha hecho en otras ocasiones, que “el mecanismo” que tienen es ir a la huelga si sigue sin producirse un acuerdo.
Más benevolente se ha mostrado AFE, cuyo presidente ha coincidido en que los clubes tienen una capacidad económica superior a la que argumentan, aunque ha celebrado el convenio de 2020 por ser “histórico” y “la pieza de inicio”. “No creemos que a día de hoy se puedan igualar salarios, tenemos que ir paso a paso” ha incidido Aganzo. Esta misma idea ha expuesto la presidenta de la Liga F: “Entendemos que son industrias totalmente diferentes, sabemos lo que genera el fútbol masculino, que no tiene nada que ver con lo que genera ni el femenino ni el resto de deportes, y por eso los salarios están tan distantes”.
Desigualdades salariales “motivadas”
Una parte relevante de la problemática laboral de las jugadoras de fútbol gira en torno a sus retribuciones y a la comparación con la de los jugadores, que tienen un salario mínimo por convenio del entorno de los 180.000 euros. Esta gran diferencia salarial es uno de los asuntos que Díaz ha encargado investigar a la Inspección de Trabajo (ITSS) en una campaña adicional centrada en los clubes profesionales de fútbol o las sociedades anónimas deportivas (SAD).
La ministra ha reconocido que “probablemente no” tengan que ganar lo mismo un futbolista o un jugador de baloncesto masculino y femenino, pero “tiene que haber diferencias que estén motivadas”. En concreto, Díaz hace referencia al artículo 28 del Estatuto de los Trabajadores de igualdad retributiva que establece que cuando existan diferencias retributivas por género deben ser “objetivables, razonables y motivadas”. En esta línea, también ha hecho referencia al real decreto de igualdad retributiva de 2020.
Las actuaciones de la ITSS se iniciaron la semana pasada a través de cartas de carácter informativo a los clubes, que también son de carácter previo al requerimiento de información para “cotejar” las diferencias retributivas. Se pedirán, entre otros documentos, los registros salariales que por ley deben tener todas las empresas. En dichas cartas, la Inspección también les está recordando las obligaciones en materia de planes de igualdad, revisando que disponen de ellos, y la adopción de medidas y protocolos de prevención del acoso sexual y por razón de sexo.
En cuanto al convenio colectivo, la ministra ha mencionado la posibilidad de la mediación como vía para resolver el conflicto en caso de no avanzar, aunque esta opción no se contempla todavía por parte de ningún actor. “Toda la solidaridad a los sindicatos en esa negociación y si instan la participación del Ministerio de Trabajo lo haremos con mucho gusto”, ha concluido Díaz.
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