Feijóo deriva en el grupo del Congreso los contactos con los partidos ante la dificultad de sumar los votos que le faltan para su investidura

No habrá foto del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con ningún representante de Junts en el marco de la ronda de contactos para su investidura. “En principio”, según apuntan desde Génova, esa reunión, en caso de producirse, se haría entre miembros de ambos grupos parlamentarios, así como con el resto de partidos con los que aspira a reunirse el PP (todas las formaciones con representación en el Congreso salvo EH Bildu, su “única línea roja”), a excepción del PSOE.

“Creemos que ha llegado el momento de hablar con el candidato de la segunda formación en resultados electorales y el presidente Feijóo quiere conocer la disponibilidad del señor Sánchez para avanzar en la estabilidad, en las reformas, en la mejora de la institucionalidad y en las medidas económicas que nuestro país necesita”, explicó este lunes el vicesecretario de Cultura popular, Borja Sémper.

El dirigente del PP avisó de que el propio Feijóo se pondrá en contacto con el presidente del Gobierno en funciones “en las próximas horas”, una invitación que el secretario general del PSOE aceptará dentro de la “normalidad democrática”, aunque en Ferraz auguran que esa eventual cita no tendrá efecto alguno. “El señor Feijóo va a tener que hacer gala de su habilidad de persuasión para convencernos de cómo derogar el sanchismo”, ironizó la portavoz del PSOE, Pilar Alegría.

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Más allá de esta reunión prevista al más alto nivel entre Feijóo y Sánchez, el otro foco político estará en si el PP contacta finalmente con Junts después del enésimo portazo del PNV a investir a Feijóo y si los de Carles Puigdemont, cuya formación ha decretado silencio entre sus dirigentes, aceptan la invitación. No obstante, los populares barajan la fórmula de implicar a la portavoz del grupo, Cuca Gamarra, en una hipotética reunión con Junts y otras formaciones del arco parlamentario (ERC y BNG declinarán un encuentro).

“¿Que dos grupos parlamentarios hablen es lo mismo a que haya una delegación que vaya a Waterloo a hablar con un prófugo? No es lo mismo. Nosotros no vamos a ceder ni un milímetro en la defensa de la España constitucional”, señaló Sémper en la rueda de prensa para tratar de restar importancia a estos contactos con el partido independentista al mismo tiempo que cuestionó que Pedro Sánchez negocie con esta y otras formaciones independentistas y nacionalistas.

El hecho de que la ronda de contactos con el resto de partidos al margen del PSOE sea derivada al grupo parlamentario contrasta con las intenciones manifestadas por el propio líder popular hace una semana, cuando dijo que, una vez constituidos los grupos parlamentarios en la Cámara Baja, se pondría en contacto con ellos para tratar de conseguir los cuatro apoyos que le faltan para la mayoría absoluta.

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Desde entonces hasta ahora, el PP ha tratado de hacer malabares para defender el diálogo con la fuerza independentista pese al malestar dentro del partido por este asunto. Especialmente, el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha sido el más crítico. “Junts sí es mi rival, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un rey fascista, con el que se niegan a hablar. Que alguien me diga de qué hay que hablar con ellos...”, aseveró en un tuit después de que Feijóo definiera a Junts como un partido de “centroderecha” y dijera ante los suyos que no es “su rival político e ideológico”.

Los socialistas también tratan de recalcar esas “contradicciones. Además, fuentes de Ferraz ven una “falta de respeto y consideración a los grupos y sus votantes” el hecho de que Feijóo no se reúna personalmente con los partidos políticos a los que pretende pedir apoyo, salvo en el caso del PSOE. “Pretende que su investidura, además de fake, se realice por vía de personas interpuestas”, añaden estas fuentes.

Los de Pedro Sánchez creen que el hecho de que un candidato “renuncie a reunirse con los grupos parlamentarios que pueden darle esa mayoría necesaria es tan inédito como revelador de la nula capacidad del candidato Feijóo para ser presidente del Gobierno de España”. Y todo ello cuando todavía queda poco menos de un mes para una investidura abocada al fracaso.

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