El ahorro en depósitos pierde atractivo para las empresas y las familias debido a que la banca se resiste a aumentar el interés por los plazos fijos. Así, el ahorro en depósitos se redujo en julio hasta los 1,28 billones de euros, lo que supuso 25.600 millones menos que en el mismo mes del año pasado y 13.200 millones menos que el acumulado en junio.
Las familias retiraron en julio 5.500 millones de euros en depósitos y su ahorro en ellos se redujo hasta los 984.800 millones, lo que supone 12.600 millones menos que en julio de 2022. También las empresas optaron por reducir su ahorro en plazos fijos y a cierre de julio acumulaban 299.000 millones de euros, 7.700 millones menos que el mes anterior y 13.000 millones menos respecto a julio del año pasado.
Así, según los datos provisionales publicados por el Banco de España, los depósitos del total de los residentes en España alcanzaron en julio en 1,56 billones de euros, 15.300 menos que en junio y una merma de 53.700 millones respecto a un año antes.
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Una fuga hacia productos más rentables
El principal catalizador que ha llevado a los pequeños ahorradores y a las empresas a salir de los depósitos es tratar de sacar la mayor rentabilidad por su capital. Unos retornos que la gran banca les niega al resistirse a trasladar a sus plazos fijos la subida de los tipos de interés iniciada por el Banco Central Europeo en julio del año pasado y que ha colocado el precio del dinero en el 4,25%.
El interés que la banca española dio en junio a sus clientes particulares por los depósitos se situó de media en el 2,22%, frente al 2,73% ofrecido en la zona euro, mientras que el concedido a las empresas fue del 2,78%, más bajo que el 3,16% que dio de media la banca de la eurozona.
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Y es precisamente recibir intereses más jugosos lo que ha llevado a empresas y particulares a colocar el dinero rescatado de sus depósitos en otros productos más generosos como los fondos de inversión y las letras del Tesoro.
Ello ha hecho que el patrimonio gestionado por los fondos de inversión en España alcance máximos históricos al situarse en 331.892 millones de euros en junio. Solo en el primer semestre del año, los fondos experimentaron un incremento próximo a los 25.700 millones de euros, un 8,4% más respecto al volumen con que cerró 2022, según datos de la patronal Inverco.
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Este incremento se ha debido tanto a las rentabilidades aportadas por los mercados financieros como a las suscripciones netas realizadas por los inversores, que supusieron el 55% del total. Estos han visto como en lo que va de año la rentabilidad generada por los fondos roza el 4%, casi el doble de la que ofrecen de media los depósitos.
Algo parecido ha ocurrido con las letras del Tesoro, donde han ido a parar parte de los ahorros sacados de los depósitos, que han alcanzado máximos históricos tanto en la inversión acumulada como en la rentabilidad ofrecida.
En la última subasta de letras a seis y doce meses, el interés marginal de las primeras alcanzó un 3,665%, mientras que en las de doce meses fue del 3,682%. Porcentajes similares a los alcanzados en la última subasta de letras a tres y nueve meses en que los retornos ofrecidos alcanzaron el 3,5% y el 3,7%, respectivamente.
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