El castillo que tuvo un cementerio y una iglesia en su interior

A lo largo de la historia, los castillos y fortalezas que salpican España han sido utilizados de muchas formas y han adoptado funciones que no corresponde a un conjunto fortificado. En ocasiones, sus muros se convirtieron en almacenes y arsenales, o a día de hoy, muchos han sido rehabilitados para acoger museos, instituciones públicas o salas para eventos.

En este sentido, existe un castillo que no se caracteriza por haber tenido ningún espacio de estos, sino algo más macabro. Se trata del castillo de Garcimuñoz, ubicado en la localidad con el mismo nombre, Castillo de Garcimuñoz, en Cuenca. Aparte de su majestuosa fachada, la fortaleza destaca por albergar durante un periodo de su historia un cementerio y una iglesia. No obstante, del conjunto solo se conserva el recinto de los muros exteriores, estando el interior en estado de ruina.

El castillo de Castillo de Garciamuñoz es una fortaleza levantada en la segunda mitad del siglo XV sobre las ruinas de una alcazaba anterior, por petición del maestre don Juan Pacheco, marqués de Villena. De hecho, según el portal web de cultura de Castilla La-Mancha, la localidad se caracteriza por “poseer dos castillos, uno encima del otro”. El primero hace referencia al construido en el año 1312, y el segundo al actual. Este comenzó a levantarse en el año 1458 y presentan una estructura de transición al fuerte abaluartado.

Te puede interesar: La bonita ruta por el ‘bosque mejor cuidado de España’: cascadas, árboles centenarios y una misteriosa leyenda

Su estilo es gótico isabelino y está formado por un cuerpo cuadrado, con imponentes muros flanqueados por grandes torreones. No obstante, la única parte decorativa que se puede apreciar en la fortaleza es la portada, la cual muestra una orla ornamental labrada en su piedra, y las armas del rey Enrique IV de Castilla. En cuanto al cementerio, este se estableció en el siglo XVIII como consecuencia del traslado de la iglesia de San Juan Bautista al interior del castillo. Todo tras el derrumbe de todas las iglesias y monasterios del pueblo debido a las diversas desamortizaciones.

Por otro lado, el aspecto actual del castillo corresponde a una restauración hecha por la arquitecta Izaskun Chinchilla entre 2010 y 2016. Así, presenta un estilo postmoderno donde destaca la obra hecha en el patio de armas, donde el color y las estructuras escultóricas inspiradas en la naturaleza generan un espacio maravilloso.

Si deseas visitar la fortaleza debes saber que el horario es de miércoles a domingo (ambos inclusive) de 11:00 h a 14:00 h y de 16:00 h a 20:00 h. En cuanto al precio, la tarifa general es de 5 €, la reducida de 4 € (carnet joven, jubilados, personas discapacitadas y grupos) y para los vecinos de 2 €. La entrada incluye audioguía y la duración de la visita es de alrededor de 1 h y 15 minutos.

Desde Cuenca, el viaje es de alrededor de 1 hora por la carretera N-420. Por su parte, desde Albacete el trayecto tiene la misma duración, pero esta vez por la vía A-31.

Seguir leyendo: