“Se acabó”. El grito de guerra bramado por las jugadoras de la selección española femenina ha tenido su eco en la realidad. Pedían “cambios estructurales” en la Federación y estos no han tardado en producirse. Poco más de 24 horas después del atrincheramiento de Rubiales en su puesto de presidente de la RFEF, la FIFA tomó cartas en el asunto y le suspendió de “toda la actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional” por un periodo inicial de 90 días. Además de prohibirle cualquier tipo de contacto con Jenni Hermoso y su entorno.
La inhabilitación llevada a cabo por el máximo organismo del fútbol mundial es temporal, aún queda por conocer “la adopción de una decisión final”. Ese camino que recorre la FIFA, lo inició el Consejo Superior de Deportes inmediatamente después de que Rubiales se negase a dimitir. Y el CSD sigue adelante en el caso. Elevó al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) una “petición razonada” contra Rubiales al considerar que había vulnerado dos artículos recogidos en la nueva Ley del Deporte. Uno hace referencia al abuso de autoridad y otro atenta contra la dignidad y el decoro deportivo.
Ambas infracciones están consideradas como “muy graves” y, en caso de que el TAD admita a trámite el expediente del CSD, que podría producirse el próximo lunes, el propio CSD podría suspender a Rubiales de sus funciones y a partir de ahí convocar nuevas elecciones. Rubiales se enfrentará a penas económicas entre 3.000 y 30.000 euros, tendría prohibido el acceso a recintos deportivos durante cinco años, su licencia federativa quedaría suspendida y su inhabilitación para ocupar cargos en la entidad deportiva oscilaría entre dos y quince años.
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Dos seleccionadores cuestionados
El futuro inmediato del fútbol español nada en un mar de dudas. La inhabilitación de la FIFA a Luis Rubiales ha desembocado en el nombramiento de Pedro Rocha como presidente interino de la Real Federación Española de Fútbol. El que fuera vicepresidente de la RFEF desde mayo de 2018 y Presidente de la Federación Extremeña de Fútbol desde julio de 2013, ha sido uno de los apoyos más sólidos del ya expresidente Luis Rubiales, especialmente durante su campaña electoral. Ahora tendrá que lidiar con una de las situaciones más convulsas en la historia del fútbol español.
Y eso que el verano parecía tranquilo para el ente federativo y su ya expresidente. La selección masculina había conquistado la “competición más difícil del mundo” según Rubiales, la Nations League, el combinado femenino alcanzó la cima mundial de la mano de Jorge Vilda, su principal apuesta y la candidatura junto a Portugal para organizar el Mundial 2030 contaba con importantes adeptos. Sin embargo, su pico a Jenni Hermoso y comportamiento durante la final del Mundial Femenino ha cambiado completamente el escenario.
Luis de la Fuente y Jorge Vilda quedan tocados, especialmente el segundo. Sin el respaldo del vestuario femenino y ahora sin el presidente que le defendió contra todos y sin 11 integrantes de su cuerpo técnico que presentaron este sábado su dimisión irrevocable. Luis de la Fuente, al igual que Vilda, quedó señalado tras sus aplausos a Rubiales durante la intervención del expresidente en la Asamblea extraordinaria donde expresó estar sintiendo “un asesinato social”. Ambos seleccionadores han cambiado su paso. Se han desligado de Rubiales a través de dos comunicados en los que, tanto Vilda como De la Fuente, “condenan sin paliativos” el comportamiento de su antiguo jefe.
Con los Juegos Olímpicos y la Eurocopa en el horizonte
El primero de los días marcados en rojo en el calendario de la Federación será el próximo 1 de septiembre, cuando Luis de la Fuente deberá hacer pública la convocatoria para disputar los partidos ante Georgia y Chipre de clasificación a la Eurocopa. Será en medio del ‘caso Rubiales’ y tras sus polémicos aplausos en señal de coincidencia y posterior alejamiento de su ideas.
Mayor relevancia tiene todavía si cabe el reto que afronta Jorge Vilda. Buscará una de las dos únicas plazas que tiene Europa para clasificarse a los próximos Juegos Olímpicos de París. Desde 2019, la selección femenina campeona del mundo ya no tiene el puesto asegurado, por lo que deberá alcanzar la final de la Nations League que comenzará el 21 de septiembre y se prolongará hasta el 5 de diciembre. Dos citas importantes en un espacio de tiempo muy corto y en mitad de las réplicas del terremoto Rubiales.
Se mantiene la candidatura para organizar el Mundial 2023
España y Portugal presentaron una candidatura conjunta, a la que más tarde se unió Marruecos para organizar el Mundial centenario de 2030. La solicitud corría grave peligro debido a la insistencia de Luis Rubiales de seguir al frente de la Federación Española de Fútbol. El dirigente, apartado por parte de la FIFA de cualquier asunto relacionado con el fútbol, era la cabeza visible y lideraba personalmente la candidatura española de la mano del presidente de la UEFA Aleksander Čeferin, amigo personal suyo.
No obstante, el líder del proyecto se ha convertido en los últimos días en el principal obstáculo para el desafío más importante del deporte español en términos organizativos. La imagen del fútbol nacional ha quedado deteriorada en la última semana, precisamente cuando debía haber ocurrido lo contrario gracias al mundial femenino conquistado. Con la suspensión de la FIFA a Rubiales, el proyecto puede mantenerse a flote y desde la Federación apuntan que aún queda tiempo para que se tome la decisión final.
En septiembre quedarán fijadas las 11 sedes que presentará España en su candidatura. Desde ese momento y hasta abril de 2024, deben presentar a la FIFA el dossier definitivo de la candidatura. Y posteriormente a ese trámite, la FIFA convocará un congreso extraordinario en el que anunciará dónde se disputará el Mundial 2030. La candidatura no oficial que preparan Argentina, Uruguay y Chile pasa a ser ahora el principal enemigo de España, toda vez que a ojos de la FIFA, Rubiales ha dejado de serlo. Sin embargo, el fútbol español comienza ahora una etapa de reestructuración en la que afrontarán importantes citas en tiempos convulsos. El tiempo dirá si la inestabilidad en los despachos llegó hasta el terreno de juego.
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