Cuenta la leyenda que en este castillo se refugiaba Erasmo Luegger, el Robin Hood esloveno, después de acometer los asaltos a los comerciantes que cubrían la ruta que unía Viena con Trieste. Se desconoce si el también llamado “bandido bueno”, al igual que el famoso criminal inglés, robaba a los ricos para darle a los pobres, pero de lo que sí hay registros es que sus acciones enfurecieron a la familia real de Austria, los Habsburgo, por lo que a Erasmo se le aconsejó esconderse en una cueva.
Sin embargo, este ladrón era muy vanidoso y orgulloso, por lo que no escogió una caverna oscura y húmeda, sino una con un castillo en ella. No obstante, se dice que la traición de uno de sus sirvientes fue lo que acabó con su vida: el baño era una de las zonas más expuestas del castillo y, al dar el aviso el traidor, bastó con un certero cañonazo.
Esta es una de las tantas historias que guarda el castillo de Predjama, cuyo nombre en esloveno significa literalmente “castillo en una cueva” y que se halla al sudeste de Eslovenia, a unos escasos nueve kilómetros de la ciudad de Postojna. Esta fortaleza medieval data del 1200, aunque su aspecto renacentista actual es del siglo XVI, está ubicado ante un precipicio de 123 metros sobre el arroyo Lokva.
Los inquilinos alados
Sumamente recomendable es descender hasta el arroyo para apreciar lo imponente de esta construcción encastrada en la roca, sobre todo en invierno cuando la nieve tiñe todo el paisaje de blanco. Además, en los meses de mayo y septiembre es posible visitar la cueva que esconde el castillo, habitada por una numerosa colonia de murciélagos que, por el contrario, hibernan durante los meses fríos, por lo que no se puede descender para no perturbar el descanso de estos mamíferos alados.
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Esta cueva, que se extiende cuatro pisos por debajo del impresionante edificio, es la segunda más larga de Eslovenia. La longitud de todas las partes descubiertas hasta el momento es de 14 kilómetros y la parte habilitada al turismo tiene 700 metros y lleva por el Establo de Caballos, la Galería principal, la Galería de los nombres, la Sala Grande y Fiženca, donde se encuentra la salida.
Dentro del castillo, la visita comienza por las estancias, la capilla, el antiguo calabozo o los establos que eran una parte de la cueva original. En las paredes de los salones hay pinturas históricas al óleo y una imagen de la Pietà del año 1420. Asimismo, frente del castillo se celebran recreaciones de justas medievales durante los meses de verano, muy animadas y concurridas, y sobre todo con un escenario de película.
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