La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, ha concedido este viernes su primera entrevista a RNE después de varios meses. Lo ha hecho horas antes de que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, tenga previsto presentar su dimisión tras el beso no consentido que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial femenino.
Evidentemente, este ha sido el asunto que ha copado la conversación. En este sentido, ha traducido la dimisión de Rubiales en una victoria del movimiento feminista: “Gracias al impulso del movimiento feminista somos un país mejor”, ha declarado para añadir que el caso de Rubiales es “un ejemplo extraordinario de que la transgresión del derecho a la libertad sexual es exclusivamente la falta de consentimiento”.
La ministra cree que todo lo sucedido es un hecho pedagógico sobre cómo actuar en estos casos. “Hay quien ha intentado cuestionar a la víctima, pero ha tenido una enorme respuesta social. El foco no puede estar en cuestionar qué hace la víctima, eso se acabó [...] Esta vez no es que no lo hayamos visto, pero cuando ha ocurrido, ha habido reacción social”, ha dicho en relación a la portada del periódico As, que acusó a la jugadora de “dejar caer a Rubiales”, y no se centró en el propio presidente de la RFEF.
Te puede interesar: Así se gestó la caída de Rubiales tras el beso a Jenni Hermoso: cinco días de negación y presiones hasta la dimisión
Asimismo, ha mostrado su orgullo por la lucha del movimiento feminista, “que supo decir solo sí es sí”, y de su Ministerio, “que transformó ese reclamo en un texto legislativo que es un texto integral”, en relación a la polémica ley del solo sí es sí. Y es que, más allá de los efectos indeseados de esta norma por la rebaja de condena a agresores sexuales, el texto legislativo es una ley que reconoce por primera vez que el Estado y las instituciones tienen obligaciones para garantizar el respaldo a todas las víctimas aunque no pongan denuncia.
“Tenemos que trabajar para que se cumpla esta ley”, ha pedido para poner en valor su acción al frente de un departamento vilipendiado por las derechas políticas y mediáticas. De hecho, a la pregunta sobre si vale la pena “repetir en el puesto”, la ministra de Igualdad, que no tiene asiento en el Congreso tras el veto de Yolanda Díaz a integrarla en las listas de Sumar, ha declarado que “vale la pena luchar” desde cualquier esfera. “En todos los ámbitos, pero que nadie tenga ninguna duda la energía y las ganas de luchar, incluso aunque a veces tenga un alto coste”, ha señalado, sin ofrecer más detalles sobre un hipotético relevo en el ministerio, ya que eso este viernes “no toca hablarlo”.
Seguir leyendo: