El planeta Venus, el del amor y la pasión, está en retrógrado. Las pitonisas de TikTok y Twitter te recomendarán que no inicies una relación ahora. No hasta que vuelva a orbitar de forma ordinaria. Mercurio, el planeta de la comunicación, también está en retrógrado. La traducción es clara: no es momento para lanzarse a los brazos del romance y eso es, precisamente, lo mismo que ha ocurrido en el episodio final de la segunda temporada de And just like that...: amor hay, mucho, pero parece evaporarse en la húmeda porosidad de la Gran Manzana.
La continuación de Sexo en Nueva York ha cerrado por vacaciones tras el anuncio de que tendrá una tercera temporada. Su segunda parte ha finalizado este jueves y ha dejado numerosas incógnitas. La principal: ¿qué ocurrirá con Carrie (Sarah Jessica Parker) y Aidan (John Corbett)? El retorno de uno de los grandes amores de la protagonista ha sido uno de los imanes de los nuevos capítulos, pero un incidente ha vuelto a separarles. ¿Qué podemos esperar de la nueva hornada de episodios? ¿Aparecerá un nuevo hombre (o mujer) en la vida de la chispeante Carrie? ¿Y qué ocurrirá con el resto del reparto?
Primero, hay que tirar de cronología y hemeroteca. And just like that... finaliza con la espera y la paciencia como protagonistas. Aidan le comunica a Carrie que, tras el accidente (casi suicida) de su hijo, tiene que regresar a casa para estar pendiente de él. Por lo menos hasta que cumpla 18 años. Hasta entonces quedan cinco años y no se plantea ser nómada para compartir la rutina con su novia.
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La situación es, ante todo, delirante. Carrie acaba de alquilar su icónico apartamento (cuatro paredes que han marcado su vida y su porvenir) porque Aidan no quería entrar en él. Demasiado historial, demasiado amor y una ruptura que no ha procesado todavía. El personaje que interpreta Sarah Jessica Parker decide dejar el barrio y mudarse a una casa en la que poder comenzar de cero con él.
La noticia de que Aidan se quedará en Norfolk hasta que su hijo cumpla la mayoría de edad supone, principalmente, dos cosas. Que no hubiese hecho falta que Carrie abandonase su piso y, segundo, que hasta dentro de cinco años Aidan no formará parte de la vida de Carrie. De nuevo, entre el amor y la realidad, un contrato de alquiler. A veces es mejor no dejarnos llevar por el frenesí del amor heterosexual.
La última escena muestra a Carrie y Seema (Sarita Choudhury) en una playa de Grecia. Ambas beben por amor y por su renacimiento. La primera tiene que esperar cinco años para el regreso de su pareja y la segunda cinco meses, pero ninguna renuncia a su vida por amor. Carrie, aunque lo intenta, tendrá que continuar con su fabulosa vida y su nueva mascota sin rastro de Aidan. Seema, que es una especie de reencarnación del espíritu de Samantha Jones (que también tiene su esperado, y decepcionante, regreso en el capítulo), tendrá que esperar cinco meses hasta que su novio, el director y actor Ravi (Armin Amiri), regrese de un rodaje en Egipto. La paciencia, ante todo, es la mayor de las virtudes.
¿Y Miranda y Charlotte?
El último episodio plantea nuevos comienzos para las otras protagonistas de And just like that...: Charlotte (Kristin Davis) ha vuelto a trabajar como galerista y se planta ante Harry (Evan Handler) y sus hijos. Su vuelta al mundo laboral ha puesto patas arriba la convivencia en casa. Su marido se queja de que no llega a todo y que necesita ayuda y Lilly y Rock reclaman su atención constante. En un alarde intervencionista (poco común en el personaje, que rara vez se queja y que siempre es dulce y tierna), Charlotte se planta.
Le recrimina a Harry que se queje de un trabajo que se ha esperado de ella durante numerosos años y en el que no ha recibido ningún tipo de ayuda. También reivindica su derecho a regresar al mundo laboral, donde se siente realizada. Sin duda, la Charlotte de la tercera temporada de And just like that... promete.
En el caso de Miranda (Cynthia Nixon), que ha sufrido una intervención divina de desarrollo de personaje, su vida parece encaminarse, de nuevo, hacia la excelencia académica. Gracias a las prácticas en Human Rights Watch consigue aparecer en la cadena BBC y apuntalar su carrera en una dirección completamente distinta. Lo ha dejado con Che (Sara Ramírez) y se ha dado cuenta de que es una persona fría a la hora de lidiar con una ruptura. Se acerca a Steve (David Eigenberg) e intenta reconstruir su relación tras su divorcio, sobre todo después de los problemas que ha tenido con Brady.
Además, la abogada está intentando acotar su sexualidad y descifrar qué es lo que verdaderamente quiere. En la escena final del último capítulo la vemos hablando con una mujer que ha conocido en la cadena británica y que, quién sabe, podría ser el comienzo de una nueva etapa vital para ella.
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¿Y qué ocurre con el resto de personajes?
Uno de los personajes revelación de esta temporada ha sido Lisa (Nicole Ari Parker). Aunque en la primera temporada de And just like that... su vida y su personalidad careciesen de profundidad, en estos nuevos episodios se aleja de la superficialidad y nos permite acercarnos a su lujosa rutina desde perspectivas distintas. Su carrera está en el punto más álgido pero, como suele ocurrir, la vida siempre tiene otros planes que prometen tambalear la capa de felicidad que nos gobierna.
Lisa se da cuenta de que se ha quedado embaraza y es, entonces, cuando su vida se corta en pedazos y see sube a una balanza. ¿Quiere abortar para salvar su carrera y poder concentrarse en la serie que tiene que producir y dirigir? ¿Quiere tener al niño, pero hacer jornadas maratonianas con tal de abarcarlo todo? Aunque termina perdiendo al bebé que esperaba, el personaje ha ido más allá del lujo y la sofisticación que le caracterizan. Hay que destacar esa magnífica escena en la que aparece poniéndose una peluca y rompiendo, aunque sólo sea por un par de segundos, ese velo de perfección que la vertebra.
Nya (Karen Pittman) se pasa gran parte de la segunda temporada intentando superar su divorcio. Prueba suerte con las aplicaciones para ligar, que prometen sexo frenético y sin compromiso, pero se da cuenta de que no es eso lo que busca. Quiere compartir sus logros con alguien. Con un hombre, como ella misma enuncia a Miranda en una escena del capítulo final. Con una carrera académica excelente y prominente, Nya ejemplifica ese vacío que sienten muchas mujeres sin pareja (y sin esperanza de encontrar una). La profesora de la Universidad de Columbia termina la noche con el chef que le ha preparado la cena de despedida a Carrie. Sólo los nuevos episodios nos dirán si sigue con él o si ha emprendido un nuevo camino alejada del amor.
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