Como le sucedía a su personaje más icónico, a Mary Elizabeth Winstead da igual que le cambien de un personaje a otro, de un género cinematográfico, del color del pelo o incluso el de piel, como es el caso de su último papel. La actriz siempre brilla con luz propia allá por donde pasa, y su última serie es motivo más que suficiente para repasar una carrera que a pesar de su juventud está plagada de grandes títulos, a través de los cuales ya se ha convertido por derecho propio en una actriz a reivindicar.
Nacida en la localidad de Rocky Mount, en Carolina del Norte, Mary Elizabeth Winstead creció en una familia con orígenes en la élite de Hollywood, pues su abuelo era primo de la gran Ava Gardner. Desde pequeña la joven mostró interés por el mundo del espectáculo, aunque comenzó a dar sus primeros pasos no como actriz sino como bailarina, acudiendo a la escuela de danza Joffrey Ballet en Chicago. Sin embargo, tuvo que dejarlo precisamente debido a su altura, lo que provocó que se terminase inclinando por el mundo de la actuación. Volcada con su nueva carrera, la adolescente Winstead abandonaría sus estudios y seguiría educándose desde casa mientras iniciaba su fulgurante carrera como actriz.
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Tras aparecer como secundaria en un par de series y películas de bajo presupuesto, la gran oportunidad le llegó con apenas veinte años, cuando le ofrecieron un papel en Sky High, escuela de altos vuelos, la película de superhéroes de Disney con la que captó la atención del público. Un año después aparecería en la tercera parte Destino final. Su carrera solo acababa de despegar, pero estaba a punto de recibir una llamada de un director de gran altura, nada menos que Quentin Tarantino.
Su reencuentro con Rosario Dawson tras ‘Death Proof’
La actriz dio un salto de nivel con Death Proof, en la que interpretaba a Lee, una de las jóvenes que cruzaban la carretera y eran acosadas por el temerario conductor al que daba vida Kurt Russell, con el que se encontraba tras Sky High. En la película de Tarantino coincidiría precisamente con Rosario Dawson, con la que se ha vuelto a encontrar más de 15 años después en Ahsoka.
Pero no nos adelantemos, pues para llegar hasta la serie del universo Star Wars Mary Elizabeth Winstead ha tenido que pasar por todo tipo de desafíos. Sin duda el más exitoso fue el de irse a rodar a Canadá una pequeña película basada en un cómic que terminaría encumbrándola y haciendo de ella un icono generacional. Su papel como Ramona Flowers, la misteriosa chica de pelo teñido en Scott Pilgrim contra el mundo. Con este papel lleno de carisma y humor, Winstead se ganó el favor del público y grabó su nombre con letras doradas en la iconografía cinéfila moderna. Fue un punto de inflexió que, lejos de llevarla a ligas mayores, impulsó su reputación como actriz de cine indie.
La carrera de Winstead dio un gran giro y empezó a encadenar proyectos del cine independiente, con películas como Swiss Army Man, sus colaboraciones con el director James Ponsoldt en las notables Tocando fondo y especialmente Aquí y ahora, o Calle Cloverfield 10. Volvió a los grandes focos cuando fue elegida para la tercera temporada de Fargo, en la que además conocería a su actual esposo, el también actor Ewan McGregor. Desde entonces, su carrera parece haberse enfocado hacia nuevos papeles de acción alejados del dramatismo indie y que de nuevo le han puesto en primer plano.
En su nueva piel
En los últimos años, y tras el éxito de Calle Cloverfield 10 y Fargo, a Winstead le han empezado a llover papeles en producciones de acción. El primero fue nada menos que el de Cazadora en Aves de presa, la película de Harley Quinn en solitario en la que acompañaba a Margot Robbie. Después fue Kate, en la que daba vida a una asesinada envenenada con 24 horas para vengarse antes de morir. Y la última, ya en formato serie, ha sido Ahsoka, en la que como decíamos antes se ha reencontrado con Rosario Dawson, su antigua compañera en Death Proof.
En la nueva serie de Disney+ basada en el universo de Star Wars la actriz da vida a Hera Syndulla, una guerrera de la raza Twi’leks, característica por tener tentáculos en la cabeza. Syndulla es una de las figuras clave en la temprana organización de la Alianza Rebelde frente al Imperio Galáctico, dada su valentía y su talento como piloto. En la serie acompaña a Sabrine Wen y a la propia Ahsoka en su aventura por encontrar a Ezra Bridger al tiempo que combaten las amenazas que surgen por el camino.
Para dar vida a este personaje, Mary Elizabeth Winstead se ha sometido a un exhausto proceso de maquillaje. Pero lejos de tomárselo como un inconveniente, la actriz parece estar más en su piel que nunca y disfrutar del viaje mientras se adentra en un para ella nuevo y apasionante mundo como el de Star Wars. Mucho ha cambiado en aquella joven bailarina, pero no hay tinte o maquillaje posible capaz de hacerla cambiar y que no triunfe en el proceso.
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